Había estado muy cerca, dejo el suspenso flotando por minutos interminables. Me pregunte si iba a besarme porque esa parecía su intención, en cambio soltó mi cara sin mucha prisa.
– ¿Cressy?
–Estoy bien –puso distancia entre nosotros, se postro frente a mi.
– ¿Ibas a decirme algo?
El silencio volvió, parecía estar meditando cuales serían sus movimientos, o quizá las palabras no eran suficientes para expresar con exactitud su pesar.
–Puedes decírmelo, no necesitas darme una explicación –bebí directamente de la botella.
– ¿Piensas pedirle a Lisa que sea tu novia?
El liquido se negó a pasar por mi garganta, los ojos se me nublaron obligándome a escupir para evitar ahogarme. Luego de limpiar mi boca con el dorso de la mano me apresure a dejar en claro la relación entre Lisa y yo.
–No. Ella y yo tenemos cosas en común, nos gusta estar juntos pero acordamos no involucrarnos de una manera tan sentimental.
–Ella te gusta.
–Sí. Mucho –admitir aquello no era fácil.
–Ya veo.
–He estado pensando en algo durante hace un par de días.
– ¿Sí?
–Esto es diferente Cressy. Lisa ha logrado cambiar mi panorama.
– ¿Panorama?
Me hubiese gustado descifrar su semblante con escuchar su voz, pero la oscuridad acompañada con el alcohol logro entorpecer todos mis sentidos en un grado máximo.
–He estado en el comedor con la misma persona por casi un mes, he dormido con ella mientras usamos pijama –me burle–. No tengo la necesidad de alagar a nadie para no sentirme como una mierda. Ella me recuerda a cuando tenía la ilusión de tener paz, Cressy, Lisa es como un rayo de sol entre toda esta penumbra.
– ¿Estas enamorado? –parecía estar horrorizada al pronunciar la pregunta.
–No sé como se siente estar enamorado... no me quiero apresurar a catalogar este sentimiento, sólo quiero sentirme así siempre.
Suspiro desganada, al parecer mis argumentos no le agradaban.
– ¿Sucede algo? –me atreví a preguntar.
–No. Deberías ir al bar, Lisa está esperando por ti.
– ¿Esperando?
–La vi sentada en el bar.
– ¿No está con su amigo?
–No, en realidad estaba sola, hable con ella durante unos minutos, es bastante extraño verlos separados.
– ¿Crees que debería ir con ella?
–Quizá... Sí.
Impulsado por la imagen de verla sonriendo una vez más, de poder besarla, abrazarla mientras el tiempo se quedaba estático entre nosotros, me puse de pie en un movimiento estrepitoso, cayendo de nuevo en el mismo lugar. Cressy rió antes de ayudarme a estar en pie, sus manos cálidas me condujeron hasta la puerta, caminamos en silencio hasta llegar al bar, al parecer las noches de karaoke habían sido siempre un éxito. Una chica se encontraba en el escenario logrando una interpretación perfecta de 'My heart will go on' de Celine Dion.
Busque a Lisa con la mirada interminables veces, sus ojos verdes estaban escondidos tras una interminable masa de personas a mi alrededor.
– ¿La ves en algún lugar?
–No –miro a todos lados.
La música término, la siguiente tonada eran acordes lentos de piano, me pareció haber estar escuchando algo bastante conocido a decir verdad. Cressy me sonrió con las mejillas teñidas de un rojo leve.
–Necesitas subir a ese escenario ahora.
–¡Nunca en la vida! –grito por encima del ruido.
–Oh, vamos. Tienes una voz portentosa.
La musica esperaba a la siguiente persona valiente en mostrar una voz dulce o reírse hasta llorar.
La abrace acercando mis labios a su oído.
–Canta esa canción para mí.
Paso sus brazos sobre mi cuello antes de reír.
–De acuerdo.
Subió al escenario con traspiés, tomo un micrófono acercándolo a sus labios sin articular palabra alguna, sus sonrisa se vio amenazada por el publico frente a ella, desde siempre la recordaba como una chica tímida.
Cressy había nacido en Los Ángeles, cuando era muy pequeña sus padres decidieron que era hora de regresar a su lugar de origen, Corea del sur, paso la mayor parte de su adolescencia ahí hasta hace un par de años, luego de la tragedia de su padre volvieron a Los Ángeles, ella estudio en la misma universidad que yo y su madre resulto ser una vieja amiga de mi padre, con el tiempo me acostumbre a estar con ella con ella y en lugar de desarrollar un atracción ambos nos volvimos amigos, esa canción era parte de una banda sonora o algo así, Cressy acostumbraba a cantarla cuando llego aquí.
Su voz dulce me recordaba a mi hermana menor cuando era muy pequeña, cuando ella y yo eramos tan unidos, antes del dinero, de la falta de atención, antes de todo. La pequeña chica castaña sobre el escenario era lo más cercano a una hermana desde hace años, nunca podría verla de otra manera, ella tenía ese lugar en mi vida.
Su voz temerosa era audible gracias al micrófono, no todos estaban prestando atención, pero de pronto un par de personas subieron a su lado, eran bailarinas, la soltura de Cressy fue total en esos momentos, la canción estaba en su tercer estribillo cuando se entrego completamente a escenario, me miraba de vez en cuando con una sonrisa en los labios.
Alguien toco mi hombro llamando mi atención, al parecer había sido una broma, negué un par de veces posando mis ojos en la chica castaña hasta antes de escuchar un susurro.
–Oye, era una broma –se quejó poniendo sus manos en mis ojos o tratando de hacerlo.
–Fue una buena broma –me quite sus manos del rostro y me gire para verla por completo.
Parecía estar fresca, tranquila sin una preocupación, después de lo sucedido me agradaba verla tan relajada, era un alivio toparme con ella.
– ¿Podemos ir a otro lado? –me dijo gritando.
– ¿Por qué?
–Necesito hablar contigo.
No deseaba hablar, simplemente quería estar con ella, abrazarla poder besarla una vez más. Gire de nuevo para advertir a Cressy sobre mi salida, pero al parecer realmente se había metido en su papel.
–Vamos –le tome la mano abriéndonos paso entre el tumulto de gente.
Me llevo entre los pasillos hasta llegar a una puerta blanca con un letrero de restricción al paso... El lugar en dónde habíamos jugado con la pintura.
– ¿Hablaremos ahí adentro? –pregunte escrutando sus acciones.
–Ya lo veras.
Abrió la puerta, todo estaba totalmente oscuro como era de esperarse, cerro la puerta tras entrar y encendió la luz.
Mis ojos se encontraron alucinados al ver el increíble mural pintado sobre la pared.
–No sé dibujar –confeso encogiéndose en los hombros–, pero sé escribir y nunca me rindo hasta tener todo como deseo.El mural estaba hecho con letras, feliz cumpleaños Michael por todas partes, pero el dibujo central era el castillo de Disney en la palma de una mano.
–Feliz Cumpleaños Michael –pronuncio mientras me abrazaba por la espalda.
La estreche en mis brazos con una sonrisa en los labios antes de volver a besarla como no lo hacía un par de horas atrás.
–Gracias.
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Soñando Al Mismo Tiempo
FanfictionMichael Jackson, 28 años, 11 meses y 9 días. Escritor profesional con 3 libros publicados, editor en jefe de la revista literaria de la editorial "JK-Jackson". Dueño de un IQ de 143. Graduado con menciones honoríficas de la universidad. Esa para mí...