Capítulo nueve: "SuperBieber"

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—Violett —bufé, apoyando mi cabeza en su hombro—. Extraño mi reloj.

¿Y saben lo que hizo ella? Comenzó a reír, parecía maniática haciéndolo, creo que el apodo de pelimorsa, le queda espectacular. Luego de correr y correr tras la ladrona gitana, me di por vencido al no poder alcanzarla o al no encontrar algún policía. Treinta minutos después, ya di por perdido mi reloj de diamantes. Lo amaba tanto, que ahora duele mucho.

Cuando terminé con mi escándalo, porque sí, hice un gran escándalo en medio de toda la plaza, absolutamente todas las personas que pasaban por allí me observaban, para luego susurrar lo tonto que parecía, pero no susurraban tan silencioso, logré escuchar todo los comentarios, bueno, al terminar, volvimos a casa, junto a mi ánimo por los suelos.

Violett se quedó allí, preparó el almuerzo, y pasó la tarde con Jaxon y los caninos. Mientras que yo, me encontraba acostado en el sofá, maldiciendo a la gitana y a mi idiotez.

Entonces Violett se acercó para avisarme de que ya era hora de irse, sin embargo, lo único que llegué a hacer, fue tomarla de la mano, y obligándola a sentarse a mi lado, seguido de eso, apoyé mi cabeza en su hombro y continúe maldiciendo a todo el mundo.

—Vamos Justin, literalmente, tú cagas dinero, fácilmente podrás comprar otro —dijo, mientras con su mano alejaba mi cabeza de su hombro.

Y así se dio el tema por olvidado, bueno, no tan fácilmente. Es decir, luego seguí quejándome, pero ella se desesperó y me amenazó con ir hasta mi armario y romper toda mi ropa, si no guardaba silencio. Y por mi sano juicio, guardé silencio.

Ella se quedó el resto de la tarde, ya eran las seis, y ella continuaba jugando con los chicos. Pero ahora yo ya no maldecía al mundo, ahora buscaba en mi laptod alguna joyería buena, y encontrar un lujoso reloj.

—¡Joder, Justin! ¡Creo que Esther se nos va!

Y aquél grito, no sólo hizo que mi cuerpo se tornó todo pálido, también logró que mi laptod volara por los aires, hasta impactar con el suelo. Pero no le di importancia, es más, lo dejé allí tirado, mientras corría con desesperación hasta el patio. Tan desesperado, que no me fijé que el gran ventanal de vidrio, se encontraba cerrado.

Sí, choqué nuevamente con un vidrio. Genial, super genial.

Llevé mi mano hasta mi frente, de aseguro que luego saldrá una gran pelota de fútbol. Aguantando las ganas de gritar, abrí el ventanal, y mareado, me dirigí hasta ellos, hasta encontrarme con una escena un tanto extraña.

Esther corría por todo el patio, por unos momentos paraba, y comenzaba a arrastrarse, ya saben, su trasero en el suelo, y raramente avanzaba.

—¿Pero qué rayos le hicieron a mi pequeña? —grité, acercándome a Esther e intentando cogerla, pero ella se alejaba.

—Nada, Justin, ella de la nada comenzó a arrastrarse intenté detenerla, pero no se deja, como ahora estás viendo —Violett se acercó, posicionándose a mi lado y observando cómo Esther seguía haciendo aquello.

—Bueno, según Internet, aquellos son algunos síntomas de que su período llegará, sí, eso dice aquí —dice Jaxon, mostrándome su tablet, comencé a leer la página y en efecto, era cierto.

—¡Oh, Dios, su período llegará y yo no sé qué haré! —chillé, tomando mi cabello.

—Aquí vamos con el Justin exagerado. Cuenta regresiva, uno... Dos... ¡Tres! —exclamó.

—¡Jesús!  Tendré que ir a una farmacia por toallas higiénicas, también tendré que comprar tampones, de aseguro a Esther le molestará su período, compraré pastillas para el dolor. ¿Tendrá cambios de humor? Oh, odio los cambios de humor de las mujeres, me estresan. ¿Tendré que comprarle helado y chocolate?  Sí creo que sí. ¿Saben qué? Iré ahora a comprar todas esas cosa, prefiero pasar vergüenza ahora, porque luego ya... —me interrumpieron, poniendo una mano en mi boca. La mano de Violett.

Fruncí mi ceño, observando la mano que estaba posicionada en mi boca. Saqué mi legua, lamiéndola.

—¡Pero que asqueroso eres, idiota! —gritó, pasando su mano por su pantalón, intentado sacar mis gérmenes de su mano.

—Mejor vamos a la farmacia, hoy será un día de compras femeninas. Ay, pero, yo soy masculino —abrí mis ojos al máximo.

—¡Iluminen a éste crío, por favor! —alzó sus manos al cielo, negando con su cabeza.

—No soy un crío, tengo veintidós años, estúpida.

—Pues, no sé nota —ella suspiró, acercándose—. Justin, ¿cuándo entenderás que un canino no es lo mismo que un humano?

—¿No lo es?

—¡Joder, no! —golpeó suavemente su frente, para luego soltar un largo y profundo suspiro—. Todo lo que dijiste, sobre las toallas higiénicas, pastillas y cambios de humor, le ocurren a las mujeres, humanas. Con Esther es más tranquilo, solo debes de asegurar que ningún perro se le acerque, porque ahí sí serás abuelo y... ¡Sir Donald!  —ella gritó, abriendo sus ojos y girando, buscando a su perro.

Sin embargo, nuestros ojos se abrieron aún más, cuando vimos a Sir Donald acercándose cuidadosamente a Esther y olfateando el territorio. Él olfateaba su trasero y Esther se dejaba. ¡No, otra vez no!

Iba a correr hasta ellos, pero Violett se adelantó y corrió con toda la velocidad del mundo hasta ellos, y así tomar en sus brazos a Sir Donald, alejándolo completamente de Esther.

—Estúpido perro, nuevamente querías tener relaciones sexuales con mi hija frente a mis ojos, degenerado —murmuré, fulminando con mi mirada al canino.

—Justin, quieres ser abuelo, es decir, ellos deberán tener relaciones sexuales —Violett dijo, mientras rodeaba sus ojos.

—Sí, pero no frente mis ojos. Yo estaré en otro extremo de la casa, pensando en nombres para mis futuros nietos.

—Qué idiota saliste.

Guardamos silencio, ella acariciaba a su mascota, y yo la observaba. Debo de admitir que ella era muy... Hermosa.

—¡Justin, Esther manchó mi pantalón con sangre! —el grito de Jaxon llegó a mis oídos, hice una mueca de asco y me preparé mentalmente antes de acercarme.

—¿Sabes? Creo que es mejor que mañana juntemos a los novios para generar hijos, Esther debe de descansar, al igual que tú y prepararte, porque sé que te volverás loco, además debes de limpiar a Jaxon, porque no es nada bonito andar con sangre en la ropa, lo digo por experiencia —rodó sus ojos, acercándose y besando mi mejilla—. Nos vemos mañana.

Ella desapareció por la puerta. Sonreí al recordar aquél gesto. Pero mi sonrisa desapareció al recordar también sus palabras. ¿Sangre en la ropa? ¿Experiencia?  Diablos, no desearía ser mujer, nunca.

—¡Justin, Esther me volvió a manchar, ayúdame!

SuperBieber al rescate. Aquí vamos de nuevo.




***

WORK, WORK, WORK, WORK, WORK, WORK💗😱🎶🎵🎤 SÍ, amanecí con ganas de bailar porque es sábado🌚😏.

Holas nenas del flow💘, acá su escritora sensual dejándoles un capítulo💕👌.

¡CHICAS, TENGO MUCHAS COSAS QUE CONTARLES, ESPERO QUE LEAN ESTO, SINO ME MATO, AH!😒🙅.

Primer asunto; Solo quedan dos capítulos, amores. Disfruten con todo su ser estos últimos capítulos💔😞.

Segundo asunto; ¡Miren multimedia, y observen el hermoso manip creado por mi hermosa Lu💗(bieberfairy)! Todos los créditos hacia ella, muchas gracias por tu hermoso trabajo💦🍃.

Tercer asunto; Las adoro, jeje💞😝.

CAPÍTULO DEDICADO A LA HERMOSA DE AMY, QUE HOY ESTÁ DE CUMPLEAÑOS🎉🎊😱. ¡Feliz cumpleaños, cariño!💖💕.

💫¡DEJEN SUS SENSUALES VOTOS Y COMENTARIOS ABAJO, HERMOSAS!💫


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