❝ Dulce Omega ❞ [Larry]

Capítulo Seis

Dígame el que quiera dedicación👑

~~~~

Los ojos le pesaban demasiado. Escuchaba la alarma sonar con su canción favorita 'Little Things' y sabía que era hora de levantarse, pero el cansancio que invadía su cuerpo era tan grande que sentía que no podía mover un sólo músculo.

Escucho la puerta abrirse y la suave voz de su madre.

-Lou, cariño, es hora de levantarte. -Se acercó a la cama, sentandoce en la orilla de esta. Se dispuso a acariciar los mechones de cabello castaño con suavidad.

-Tengo sueño. -Logró decir.

-Hijo, llegarás tarde. -Dejo un casto beso en la frente del castaño para luego levantarse. -¿Por qué estas tan cansado?

-No lo sé. -Tomo aire y se movió, recargando su pequeña espalda en el respaldo de la cama. -Me duele el cuerpo.-Se quejó.

-Deberías quedarte. Además, ¿Cuanto paso de tu último celo? Debe estar cerca el próximo, será mejor que no salgas.

-No lo recuerdo, pero fue hace bastante. -Hizo una mueca. Odiaba su celo. Sus padres solían encerrarlo en su habitación por varios días. Donde sólo podía gritar y gemir con locura mientras se restregaba por todo a su alrededor.

Duraba mucho por el hecho de no tener quien lo ayude en esos "asuntos", porque el celo suele durar menos cuando el omega tiene un alfa. La mayoría a su edad ya tenían alguien con quien pasarlos, pero Louis, bueno, el era diferente.

Sus padres creían que su pequeño podía terminar emparejado con algún beta, uno bueno y cariñoso, no aspiraban a alguien de clase social alta pero si alguien con un buen trabajo. Sabían que su hijo se merecía algo grande, porque era un buen chico y muy aplicado, además de hermoso. Muchos alfas habían venido a pedir su mano, encantados con la belleza inigualable del pequeño, pero un alfa no era lo que Louis necesitaba.

Era demasiado sensible y frágil, al contrario de los alfas que eran fuerte y posesivos por naturaleza. Cualquiera podría lastimar a su pequeño ángel y lo que menos querían era eso.

-Te quedarás y te haré un rico te. - Dijo mientras tomaba la pequeña mano de menor y la besaba.

-El te no es rico. -Formó un tierno puchero, haciendo reír a Johanna por la ternura e inocencia de su hijo.

-La verdad es que los remedios no lo son, pero servira para que te sientas mejor.-Y sin más salió de la habitación.

~~~

-Cariño debes tomarlo todo. -Reprochó la castaña al ver que su hijo le daba tan sólo un pequeño sorbo al te.

-Pero no es rico. -Hizo una mueca de desagrado mientras le tendía la pequeña taza a su madre.

-Louis. Toma todo. -Uso su tono demandante alejando la taza de ella.

Louis tenía que admitir que le tenía más miedo a su madre enojada que a cualquier otra cosa.

Tal vez no era una alfa pero era fuerte y cuando se enojaba podía asustar a cualquiera, hasta su padre le temía. Una de las razones por lo que ningún alfa se atrevió a tocar a Louis jamás, era Johanna. La mujer con una mirada profunda y demandante asustaba a todo alfa sin importar lo grande que fuera, porque si, no hay nada más fuerte y tenebroso que una madre protectora.

Aunque solía pasarse con sus cuidados al omega no le molestaba en lo absoluto, al contrario disfrutaba de tales atenciones.

Louis obediente tomo todo para luego pasarle la bonita taza de Mickey Mouse a su madre, con un gesto de desagrado al sentir el líquido tocar su lengua.

- Pronto te sentirás mejor. -Aseguró Johanna con una dulce sonrisa. El castaño asintió poco convencido.

¿Cómo algo tan asqueroso podía hacerte sentir mejor? No lo entendía.

-Tengo que ir a trabajar, cariño. - Dijo su madre con un gesto desanimado.

-De acuerdo. -Louis suspiro con simpleza, al menos no tendría que tomar más remedios.

-Y quiero que te tomes todo el remedio que deje en la nevera. -La omega tenía ambas cejas levantadas a modo de reproche, como si le hubiese leído la mente. Y claro que les planes del ojiazul se derrumbaron.

-Mama...-Quería reclamar aunque n su interior sabía que jamás podría contra su madre.

-Me enterare si no lo tomas Louis. -Aseguró.

-De acuerdo. -Hizo un puchero.

-Eres un niño muy mimado. -Dijo comenzando a hacerle cosquillas. A lo que el menor se removió en la cama dando pequeñas risitas y súplicas para que lo dejara.

- Ya, mamá. - Dijo entre risas.

Su madre cesó y lo observó. No sabía si era sólo porque era su madre pero ante sus ojos, Louis era el jovencito más precioso del universo.

-Muy bien, ya me voy. -Le dio un casto beso en la frente y se paró.

-Bueno mami. -El pequeño era tierno y dulce en extremo.

-Llámame si necesitas algo. - Dijo antes de salir por la puerta azul marino. Louis asintió aunque Johanna ya no lo viera.

Volvió a recortar su cuerpo en la cama y cerró sus ojitos con la intención de descansar un poco, pues se sentía cansado en extremo.

~~~

Escucho su celular sonar acosionando que se levantara. Abrió los ojos con lentitud tomandolo de la mesita a su lado.

< número desconocido>

Louis fruncio las cejas, era extraño que alguien lo llamara sin saber quien es. De igual manera atendió.

-Hola...- Su voz se escuchaba suave.

-¿Louis? -Esa voz le sonaba extrañamente familiar.

-Si. -Respondió con simpleza.

-No viniste a la Universidad. -Se escuchaba preocupado.

-¿Quien habla? -Se dignó a preguntar.

- Harry, me preocupe mucho por ti. -Respondió.

Louis sonrió sin darse cuenta. Era el bonito chico de ojos verdes que lo había salvado más de una vez.

-Oh. -Se sonrojo. -Es que estoy...emm...-Le daba vergüenza decirlo.

-¿En celo? -Pregunto como si fuera lo más normal.

- Algo así. -Respondió cada segundo más nervioso y avergonzado.

-¿Quieres que vaya a verte? -Pregunto el rizado sin poder contenerse. Sabía que era mala idea, ¿Un alfa con un omega en celo? Nada podía salir bien.

-De acuerdo. -El omega no sabía que significaba el tener a un alfa en esos momentos pero su instinto le decía que quería verlo.

-Voy para allá. -Lo escucho decir y corto sin más.

Dejó su celular en la mesita nuevamente y volvió recostarse sobre la cama.

Harry vendría a verlo. Un Alfa vendría verlo.

Y no podía estar más feliz por ello.

~~~~

¡Capítulo seis!

Díganme si les está gustando.

Gracias por leer.

Los amo👑