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La batalla ya estaba perdida. Caí en esa respuesta luego de ver la nueva lista de alumnos, en donde ella no se encontraba.

Sabía que lo haría, pero internamente tenía un poquito de esperanza puesta en que se quedaría, en que me daría una oportunidad que sinceramente, no me merecía. Ahora pagaba toda consecuencia por haberle hecho tanto dudar, sufrir y lamentarse.

Siempre había tenido conocimiento de todo, con solo verla podía ver su desdicha, lo peor es que sabía que todo eso era por mí, y no hacía nada por ayudarla.

Primer día de clase y me sentía fatal, percibía la sangre correr por mis venas de una forma lacerante, el dolor de mi pecho se intensificaba a cada segundo, la pena iba de adentro hacia afuera, y entonces mi desgarre emocional comenzó a tomar forma real, todo lo sentía en carne y huesos, no era ficción cuando decía estar enamorado, y ahora lo comprobaba. Hyoyeon se había ido y no sabía a dónde.

Pero tengo explicaciones de por qué me había negado, si no, no habría caso, sería aún más estúpido rechazarla por nada siendo que la quiero.

Díganme ustedes: ¿Saldrían con una persona que padece Asperger?

¿Alguna vez, siquiera, se lo han planteado?

Había investigado un montón cuando me enteré de esto, y el trastorno no era de lo peor, en realidad no era nada del otro mundo. Pero aún así no podía dejar de temerle.

Hyoyeon no sabía cómo socializar, no podía hacerlo por más que quisiera, en los pocos días que la conocí supe que algo no andaba bien con la linda chica, y no era difícil de adivinar viéndola siempre sola y callada. Le habían asignado puesto junto a mí, y aunque quería hablarle tenía miedo de su reacción, pero en ese entonces no sabía de su condición psicológica. Un día con valentía me atreví a hablarle, y me sorprendí por muchas cosas. La chica obviamente no era muda, pero jamás la había escuchado hablar, tenía un tono de voz tan encantador que me acogió cálidamente de una sola vez, quería escucharla más y más, además de que Hyoyeon si podía hablar con normalidad frente a mí, me había respondido todo bien, e incluso, no aparentaba ningún problema cuando mantenías una conversación con ella, al principio estaba todo bien. Hablábamos regularmente antes de comenzar las clases y en los intermedios de estas, unas cuantas veces pasábamos recesos juntos y poco a poco la iba integrando al salón, nadie sospechaba nada.

No fue hasta que un día, luego del estúpido rechazó que le di, le dio una crisis en medio de una clase de Lenguaje, ahí todo cambió, todo entre nosotros comenzó a ir más mal de lo que ya encaminaba, no fue hasta esa vez que todos comenzaron a alejarse de ella por ser diferente, incluso yo me había hecho a un lado.

Ese día marcó mi vida, fue una idiotez provocarla, no pensaba que algo así llegaría tan lejos, y en sí el problema no fue solo lo que dijo, si no los sucesos que esto traería. Yo la había obligado a decirme lo que sentía, sabía que era más frágil de lo normal y aun así no me detuve, la hice descender en su tratamiento y en su forma de socializar, por mi culpa dio varios pasos atrás en la mejoría de su condición, y nada, absolutamente nada era peor que hacerle mal, no sabía que tanto repercutía mi presencia en ella hasta ese día. No pueden imaginar la culpa que cargo en mis hombros con Hyoyeon, hacerle mal a quien amas fuera de todo ámbito amoroso es horrible.

Las burlas hacia ella comenzaron un día después de ese incidente, mis compañeros no dejaban de hablar de ella como si fuera una loca, una demente que tenía sentimientos por mí, me veían con pena solo porque una de las personas más dulces me quería, se disculpaban conmigo como si todo eso fuera algo malo, en cambio, dentro mío, por muy culpable que me sintiera, saltaba de alegría por saber que aún le gustaba.

Pero el tiempo pasó y no detuve nada, no me acerque, me limité a vivir y ver cómo pasaban los días, con la fe puesta en que Hyoyeon mejoraría sola. Tenía miedo, miedo de que algún movimiento mío le hiciera mal, de que le hiciera bajar diez escalones más de ser alguien completamente normal, tenía miedo de seguir haciéndole daño. Quizás la indiferencia era dolorosa para ambos, pero era lo mejor para que ella tomará su decisión.

En los últimos días me puse manos a la obra, no dejaría escapar mi última chance, intentaba acercarme discretamente, pero nada daba resultados, en cambio solo la veía siendo más individualista, solo encerrada en ella misma.

Le enviaba un montón de cosas que ella pasaba de largo y hacia como que jamás las había visto, o quizás realmente no las había notado. Flores, cartas, globos y pequeños regalos, la citaba todos los días para encontrarnos, la esperaba horas y no aparecía, pensaba que con ser insistente me haría algo de caso, pero no fue así y me tuve que rendir. Jamás conseguiría el perdón de Chae.

Y todo eso me traía de vuelta a la realidad, aquí estaba, con una nueva compañera de banco que intentaba hablar conmigo, extrovertida y muy diferente a quien amo. Nada en la chica era igual a ella y sin embargo todavía la seguía recordando.

No sabía dónde estaba ahora, no sabía si se había ido de la cuidad, no sabía nada, nadie lo hacía, se fue sin dejar rastros y aunque los dejase, no estoy completamente seguro si la seguiría, después de todo, fui yo quien más la dañó.

Final de Height.

Height ♡ jjkWhere stories live. Discover now