Ver como se derrumba

195 3 0
                                    

    La adrenalina traspaso cada célula de mi cuerpo, quede totalmente paralizada al oír el sonido de las llaves de Fede intentando abrir su puerta. No sabía qué hacer, ni donde esconderme, porque si lo hiciera, tarde o temprano el lo notaria, al estar peleados el no saldría de la habitación y notaria la ausencia de la tablet sobre su cama. De tanto pensarlo no me di cuenta de que aún estaba paralizada y que Fede ya había ingresado a su cuarto viéndome fijamente, esperando una explicación con la mas mala de las miradas.

  -eh…eh yo pues em… entre para…- intente decir pero solo tartamudee algunas tonterías sin sentido.

- ¿Qué parte de HAS TU VIDA no entiendes?. Aléjate de mí.- escupió con total intensidad en cada palabra.

- NO entiendo que es lo que te sucede!  Y por lo visto no es solo conmigo! He visto tus conversaciones con Lud en MI tablet. ¿Qué te ha pasado?- dije  furiosa hasta que note que me delate.*shit*

-Ahora además de meterte en mi vida social y entrar a mi habitación. Lees mis conversaciones? Pues mira  que bueno *dijo sarcástico*.- es entonces cuando no puedo resistir las lágrimas y se dejan caer  por mis mejillas lentamente.

-Solo quiero saber que te sucede… no me agrada que estes mal.- susurre sin más.

-NO ME PASA NADA ENTENDES?.

*Flash Back de Fede*

-Ey chicos, quieren venir a la fiesta que estoy organizando? Mis padres no están en casa y decidi aprovechar la situación.- Dijo Máximo, mi amigo,  divertido.

-Seria fantástico- Sonriente respondió Ludmila.

-Claro- respondí corto pero especifico.

 ***

   Entramos  a la fiesta y pasando por la multitud enloquecida logre visualizar algo que no esperaba. Lucila.

  Sus pestañas puertas de aquellos grandes y brillantes ojos verdes, su cabello perfectamente peinado, ambos hoyuelos colocados precisos a cada lado de su luminosa sonrisa y sus labios dibujados con la mayor de las delicadezas, ella completamente era una joya divina. Estaba tan idiotizado con su belleza. Siempre me ha gustado  pero la veo muy poco, hace dos meses fue la última vez que la vi, podría jurar que no recuerdo tanta belleza en ella. La había conocido cuando teníamos 12 años ya que asistía a natación con Kels y conmigo. Siempre quise confesarle esto pero es cada vez más difícil y sus novios cada vez más grandes. Pero esta noche aparentaba estar sola, lo cual me beneficiaba en cantidades exuberantes.

  Volviendo a la realidad me encontré con Ludmila a mi lado totalmente eufórica intentando bailar conmigo. La verdad que ella ya no era nada. Sexy y todo pero ella no era Lucila Johnson.

 -Ey Lud, creo que esto no va a funcionar, pero sé que Máximo busca con quien bailar. Discúlpame no he querido llegar tan lejos.-intente rechazarla cortésmente.

  Ella se alejo de mi completamente atónita. Y yo decidi no darle importancia y acercarme a Lucila. Por Dios esta chica era perfecta.

   Nerviosismo total, creo que no siento las piernas, me acerque a ella y la salude, todo iba perfecto hasta que la invite a bailar. “Claro que no niño, tengo novio, ALEJATE DE MI” solo por querer bailar con ella  su reacción fue brutal.

 Y así fue ignorándome y hablando mal de mí toda la noche y hasta que entendí la indirecta y me fui de esa asquerosa fiesta. Nada tenía sentido, ella no era así.

*Fin del Flash Back de Fede*

 Narra Federico:

-¿No piensas contarme?- escuche a Kels casi ahogándose con sus lágrimas, no pude soportarlo y se lo conté todo. Necesitaba ayuda y no podía vivir con sus lágrimas.  Luego de haber hablado por dos horas completas con ella me senti mucho mas aliviado. Y no podia parar de pedirle perdón por tratarla tan mal, no fue mi intención.

Más allá de tu inocenciaWhere stories live. Discover now