Más allá de tu inocencia

Sr. Black

Estaba sudando hasta ya no poder más, el miedo recorría cada centímetro de mi cuerpo, y las lágrimas brotaban con rapidez. El se acerca a mí, le temo como nunca he temido a alguien.

 En tan poco tiempo suplique a Dios que me libre de este demonio, el teléfono de su bolsillo sonó.

    *Gracias* pensé, esto lo distraería lo suficiente como para que yo pensara un tipo de plan, aun que me distrajo su conversación.

 -Que coño quieres maldito?- esbozó. Intente oír lo que le decían al teléfono pero no pude.- oh! Discúlpeme señor Black, que desea usted en este momento?- dijo totalmente arrepentido y  temeroso ¿Quién era el señor Black y por qué le causaba temor?-  Si señor la señorita se encuentra conmigo, si si señor ella está intacta,  am… la verdad aún no le mencione eso, esperaba que se lo diga usted mismo. Claro claro. Hasta luego señor. *fin de la llamada*

-Chiquita, tienes suerte,  no podremos vernos más.  Pero primero tendré que explicarte todo.- se dirigió a mi con calma. Asentí y dio inicio a su aparentemente muy largo monólogo, él suspiro y para cuando se decidió a contarme, su teléfono volvió a sonar.*shit*.

 Esta vez no pude escuchar su conversación ya que él se ha ido afuera. No me dio momento a pensar en otra cosa más, volvió muy rápido.  Maldiciendo se acerco a mí.

-No debes decir nada de lo que te he hecho al Señor Black, porque si lo haces: te matare. Yo no te explicare nada de lo sucedido, mejor sube…segunda puerta a la derecha entras y te encontraras con una habitación llena de libros siéntate como niña buena y espera a Black.

   Yo asentí y seguí sus instrucciones al pie de la letra, aun tenía miedo. Tome un gran libro verde y me dispuse a leerlo. Tenía como título “El amor en los tiempos del Cólera”, lo llegue a leer hasta la mitad hasta que una estruendosa bocina perturbo mi paz.  "BLACK" pensé…  Mi cuerpo se paralizo porque volví a mi realidad, el libro me había absorbido de tal manera que me olvide de la circunstancia en la que me hallaba yo.  Temblé  escuchando los pasos de alguien acercándose a mi posición. Note que la perilla de la puerta se movía lenta y suavemente.  Y entonces lo vi, alto, musculoso, con un tatuaje en el cuello de un dragón, ojos negros…. con cabello alborotado y rubio, vistiendo un traje elegante azul marino, con una corbata roja haciendo juego con su pañuelo de bolsillo.

 -Hola… tú debes ser la señorita Kelsey Luna, o me equivoco?- escuche decir con una voz grave esbozada por el hombre parado frente a mí. Solo pude asentir tímidamente, mientras el terror se apoderaba rápidamente de mi.- Tenemos que hablar… pero primero me presentaré, Mi nombre es Deamon Black. – hasta su nombre me hace temblar.