Último Encuentro.

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[Final: Parte 1]

Aviso: Escuchen la canción si quieren disfrutar mejor del capítulo _.

—Entonces, ¿te irás tan pronto?

La brisa mañanera invadía el lugar donde estaban, después de saber lo de las llamas pérdidas provenientes de su hogar, Bill le dijo que tomara la calma y se quedara a dormir en su hogar para después arreglar el asunto. Dipper ni siquiera sabía porque le marcarían si era un fantasma en su hogar, nadie le decía nada allá.

—Eso parece, sólo llevo un día fuera de casa y ellos ya creen que me fui por un año.— Rió seco mientras mordía su labio inferior en un intento de calmarse, por dentro todas sus hormonas estaban hechas un desastre.

—¿Qué les dirás entonces?— Le preguntó Bill, quien estaba sentado en su lado en una de las tantas bancas de la estación de autobuses. Se había puesto un poco deprimido al saber que no duraría tanto tiempo de conocer a su amigo virtual, pero por lo menos tuvo la fortuna de hacerlo y a decir verdad lo había disfrutado.

—Les diré que me fui a hacer un proyecto en la casa de algún amigo.— Suspiró cansado de la situación y se recargó en el asiento, podría jurar que hasta sintió que Bill había suspirado al mismo tiempo pero con desánimo. —No te pongas así. Después de aclarar todo con mi familia, pues volverá todo a la normalidad y podré venir de vuelta acá. Creerán que me quede por unos cuantos días en la casa de... Otro amigo.— Apoyó su mano en la rodilla de Bill y le miró con una ligera sonrisa.

El rubio sonrío de igual manera y alzó la vista al cielo, fue un gran día a decir verdad. Esta oportunidad no la tiene cualquiera y la razón de estar juntos hacia que su alegría sobrepasará los límites. El sonido de unas llantas frenando se propagó por el lugar haciendo que su corazón se achicara, ya era hora. Sintió como la presión en su rodilla desapareció al instante, obligándole a bajar la mirada con el sentimiento del abandono inundando su interior.

Se paró de su lugar y caminó unos cuantos pasos hasta quedar frente a la puerta del autobús sólo mirando su interior, a su lado estaba Dipper con su mochila preparada. Bill se había encargado de dejarle uno que otro bocadillo por si él hambre le llegara, era mejor ser precavidos.

Ambos miraban la puerta sin moverse de sus lugares, era como si sus pies estuvieran pegados en el suelo.

Bueno...

Bueno...— Repitió.

Al instante se miraron y se arrojaron a los brazos del otro con fuerza, formando un fuerte y cálido abrazo. Las manos de Bill se aferraron con firmeza por su espalda baja, no quería dejarle ir. Simplemente no podía, no aún. Dipper se acurrucó en su pecho dejando que las lágrimas se embarraran en su camisa, por una razón se sentía como si fuera la última vez que se verían. Todo su alrededor pareció desaparecer dejando que ese momento no se derrumbara por ningún momento, necesitaban tanto de un abrazo en estos instantes. Bill podía sentir las manos del otro esturgando su camiseta, la desesperación del momento tal vez.

Se separó un tanto brusco Dipper, porque mientras más durara ese abrazo, más le dolería irse. Sintió unas cálidas manos en su rostro, alzó la mirada encontrándose con los ojos ámbar del rubio, que le parecieron hermosos desde la primera vez que los vio. Sus pulgares se deslizaban por sus mejillas, limpiando así las lágrimas del menor.

—Nos volveremos a ver, tú lo habías dicho. Tranquilo...— Le sonrió para luego dejar un beso en su frente, Dipper sonrió débilmente y sin más asintió a lo que había dicho. Sus manos sujetaron las del rubio queriendo aguantar un poco más el contacto.

Después de un rato así, ya se separaron con lentitud. El castaño dio media vuelta y subió por las escaleras del camión, un tanto tembloroso. El chófer no comentó nada, creo que era común ver las despedidas largas de la gente.

Se oyó la puerta cerrarse en sus espaldas, dejando que un largo suspiro saliera de él. Al momento de sentarse por los últimos asientos, abrió la ventana y sacó su cabeza de esta. Ahí seguía Bill parado con una media sonrisa.

—Prométeme que cuando estés allá, me seguirás hablando por mensaje.

—Lo prometo— Afirmó con una sonrisa. El autobús se puso en marcha y Dipper sentía un pequeño pánico en su interior. —¡Te mandaré un mensaje de cómo fueron las cosas! ¡Y no olvides que me la pase en grande contigo! Disfrute de todo, y-yo...— Balbuceaba cosas sin sentido, creyendo que era lo ideal para la situación.

—¡Ya tendremos tiempo para hablar!— Le gritó cuando estuvo lo suficientemente lejos, Bill hizo con sus manos como una simulación de teléfono y lo llevó a su oído como el típico "Llámame". El castaño rodó los ojos y observaba cada movimiento del mayor, se seguía despidiendo y gritándole cosas que ahora eran casi inaudibles. Lo extrañaría demasiado.

(En unos momentos subo la siguiente parte)

Social Network.【BillDip】Where stories live. Discover now