Social Network.【BillDip】

Reencuentro|EPILOGO

Ya habían pasado aproximadamente seis meses desde el último mensaje, no creyó que las cosas pasaran así de rápido que en un solo parpadeo todo su mundo diera vuelta. ¿Qué estuvo haciendo en todo este tiempo? Pues Bill Cipher no se quedó de brazos cruzados.

Puede que se haya sentido un tanto abrumado y desconcertado con el hecho de cerrar su cuenta virtual pero después de unas semanas se dio cuenta de que aquello no era realmente necesario. Sabía sobre como las cosas se derrumbaron al instante entre Dipper y él, pero siempre hay una manera para solucionar las cosas.

En todo este tiempo, el rubio ha estado ahorrando, trabajar de empleado en la cafetería de Linda Susan por cinco meses fue un desastre al igual de estresante aunque vale la pena por todo el dinero que reunió.

Al cumplir su cometido, puede viajar libremente en el país de origen del Pines que después de todo le entregó su dirección y Bill no dudaría en usarla. La tiene guardada en una caja como uno de los objetos más preciados.

Dejó salir un suspiro al por fin cerrar su maleta, la cual ya estaba preparada para el viaje que emprendería. Todo el dinero que consiguió, lo utilizaría para rentar uno de los departamentos que Piedmont le ofrecía. Ya hasta había hecho reservaciones desde mucho antes, todo debía salir a la perfección y ya tenía todo completamente calculado.

—Ese chico enserio es muy especial para ti.— Una voz detrás de él lo alarmó, cuando dio media vuelta se encontró con su madre recargada en el umbral de la puerta.

—Bueno, no tengo mucho de conocerlo pero se que si lo es y además de que su compañía es muy valiosa.— Se encogió de hombros para luego colgarse una mochila con demás cosas en su espalda.

—Sabes que yo te permitiré cualquier cosa con tan sólo verte feliz.

El rubio dejó salir un suspiro y avanzó a donde estaba ella para dejarle un cálido abrazo. Cuando su madre se enteró sobre lo de Dipper, no se lo tomó tan mal; es más, hasta le dio a Bill una parte de su dinero.

—Lo se.

[...]

La música en cierto modo le tranquilizaba, necesitaba pensar en otra cosa que no fuera en como actuar ante la presencia del castaño. Tenía los audiófonos puestos y su mirada perdida entre los tantos árboles del paisaje que la ventana del autobús le ofrecía. Puede que lo que estaba haciendo era una locura, ¿pero a quién engaña? El ama la locura, era lo que le daba un toque divertido a la vida.

El viaje sería largo, pero cuando llegue sabrá que todo será perfecto. Se repetía aquello en su mente miles de veces para calmarse, los nervios aumentaban por cada metro que se aproximaba a California.

Cerró los ojos para recopilar todo lo que pasó.

Ni siquiera entendía por qué se molestaba al no tener a su castaño cerca, puede que sea porque nunca recibió tanto cariño de una persona que no fuera su madre. Y pensar que todo fue gracias a mensajes sin sentido y llamadas en donde sus coqueteos fracasaron.

Ahora estaba claro de algo, encontró la razón por la que viajaba en donde Dipper. Es porque le gustaba.

Le gustó desde el principio, era alguien persistente.

A Bill le gustan los retos, le gusta Dipper.

[...]

Dipper por fin consiguió arrebatarles su celular a sus padres después de tanto tiempo. Su familia lo tenía oculto en uno de los lugares donde le era imposible conseguirlo, pero finalmente lo logró.

Era sólo cuestión de tiempo y un plan perfectamente organizado, cabe decir que el castaño ha tenido fallos en este. No sabría contar cuantas veces su madre lo atrapaba con las manos en la masa, recibiendo castigos infinitos.