Capitulo 4 | Aveces La Locura Es La Arma Mortal

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-Narra Harley-

Mascaba mi chicle sabor a fresa mientras miraba hacia la carretera, el chicle lo conseguí fácilmente en la guantera. Miraba hacia dónde íbamos porque desconocía lo planes del joker. Después de unos minutos observe que llegábamos a una fábrica abandonada donde específicamente ahí cortaban la carne de los animales y las empacan en cajas, un escalofrío invadió mi cuerpo pero no tendría de porque tener miedo, joker me protege. Bajamos del auto; tome mi bate y lo coloque detrás en mi nuca, puse ambas manos a cada extremo del bate y caminamos hacia la entrada. Algunos hombres estaban afuera; con armas en las manos y máscaras entre sus rostros; solo utilizaban un pasamontañas. Entramos en aquella fábrica, lo primero en verse eran los cuerpos de los animales, colgados boca arriba. Seguí al joker y pasamos por una puerta. En la habitación se diría que era como una oficina; estaba un escritorio de madera junto con una silla igual de madera, encima del escritorio solo se encontraban planos y algunas hojas revueltas entre sí, además de una lámpara. Puddin se sentó en aquella silla y se acercó al escritorio; mirando aquellas hojas y planos.

-Harley, siéntate.-dijo sin levantar la vista.

Hice una sonrisa maliciosa y me acerqué; me senté encima del escritorio, cruzando mis piernas y colocando el bate aún lado mientras aun lo sujetaba con mi mano derecha. Algunos hombres entraron y se pusieron a cada esquina de la habitación. Como su simple trabajo era ser guardia del señor J. Dos hombres altos y claramente enmascarados entraron a la habitación, pero miraba que sujetaban de los hombros a una persona que llevaba una bolsa en el rostro; sus manos estaban atadas detrás de su espalda y movía su cabeza negando raramente con desesperación, lo empujaron contra el suelo y rápidamente aquel señor se hincó de rodillas. Bueno tenemos otro chico malo que le tocara lo peor.

-¡Quítenselo!-grito mi amado que miraba aquel señor amarrado.

Cuando escucharon la orden rápidamente le quitaron la bolsa de su cabeza; miraba su rostro fijamente, sus ojos se encontraban rojos se diría a causa de los golpes que le dieron ya que su nariz sangraba y claro uno de los ojos estaba morado, su cabello era castaño pero resbalaba su sudor, se notaba el miedo que tenía.

-¿Qué tal?-dijo tan simpático el señor J.

-S-Sé que cometí un error, pero por favor no me maten... ¡Tengo hijos!-su frustración aumentaba y miraba que de sus ojos caían lágrimas.

Joker se puso de pie; su rostro era seriedad pura pero se notaba furioso, se acercó aquel hombre y le dedicó una sonrisa. Empezó acariciar su cabello.

-No tengas miedo, no, no, no.-mencionaba con calma.-Diles a todos lo que hiciste para estar aquí.-se alejó de él dando un paso hacia atrás.

Todos fijaron sus miradas en él, yo solo seguía mascando mi chicle.

-Y-Yo...p-puse un e-explosivo e-en l-la celda equivocada.-el joker empezó a reírse.

-Vaya, a ver...diles que hiciste después.-seguía con su tono de simpatía.

-La c-celda era d-de deadshot...-

Sentí un nudo en mi estómago al escuchar aquello... ¿él?, ¿enserio?, mi amigo escapó. D-Debería buscarlo...mejor no, él no es mi problema. Sacudí mi cabeza para no pensar más y solo tener que seguir con este macabro plan que ya tenía la idea en cómo terminaría.

-Continua, me encantan las historias.-dijo entre un susurro de forma siniestra a la vez simpatía.

-A-Al v-verlo...sentí miedo, así que...s-solo e-escape.-mire que tragaba saliva y fijaba su mirada directamente hacia el señor j.

-Lo peor de las historias es que no todas son finales felices.-su mirada cambio a seriedad nuevamente y respiraba tan fuerte que se escuchaba entre la habitación, se puso enfrente de aquel señor.-Yo...te tengo una sorpresa....Harley te dará un baile privado.-me miró por unos segundos y me guiño el ojo.

Hice mi sonrisa maliciosa porque ya sabía lo que quería que hiciera el señor J, me puse de pie y tomé mi bate. Con mi otra mano libre tome la camisa del señor y lo puse de pie.

-¿Me deseas?, yo puedo hacer que mueras feliz.-dije muy atrevida y él solo hacía una mueca.

Uno de los matones de mi puddin abrió una puerta que se encontraba dentro de la habitación, solté su camisa y camine hacia la habitación; moviendo mis caderas. Ya sentía las miradas sobre mí. Al entrar al cuarto pequeño solo se encontraba un pequeño sofá color marrón y un foco que colgaba del techo. Ambos entramos y cerraron la puerta.

-Empecemos cariño.-lo empuje hacia el sofá causando que se sentara.

Me miraba algo confuso pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Apoye el bate contra el suelo y lo sujete con ambas manos; lo usaba tipo tubo y bailaba con mi toque sensual, moviendo mis caderas. El señor solo se relajó que extendió sus brazos colocándolos en los bordes del sofá, me senté encima de su regazo y mordí levemente mi labio; coloque el bate detrás de mí nuca y lo sujete con ambas manos a cada extremo, seguía moviendo mis caderas.

-¿Te gusta?-dije entre una pequeña risa.

-Sí.-dijo entre un susurro pero se notaba que lo decía entre jadeos.

Sentí sus manos rodear mi cintura, empecé a reírme y mostraba mi sonrisa tan dulce. Sujete el bate con ambas manos y lo puse enfrente de él.

-¿Quieres ver mi Jonrón?-mencione en un susurro.

-¿Qué?-cambió su expresión a una mueca.

Tan rápidamente sujete el bate y use mis impulsos para darle un gran golpe en su rostro, mire su sangre salir de su boca. Me aleje de él y lo mire; su nariz sangraba al igual que su boca, también su cabeza que al parecer le deje una gran contusión. Acaricie mi bate.

-Soy muy buena en el béisbol.-dije con simpatía.

Me di media vuelta y abrí la puerta, al primero en ver fue a joker; su rostro mostraba ira pero yo solo seguía con mi sonrisa. En solo segundos sentí su brazo sujetar mi cintura con fuerza, pegándome a él, sus labios fueron directamente hacia los míos...Nos besábamos con dulzura, cerré mis ojos al disfrutar esto, ya extrañaba sentir sus dulces labios rojos. Nos separamos por falta de aire.

-¡Para que vean que Harley si es mía!-fijó su mirada hacia sus matones, yo simplemente solté una pequeña risa.

Nos hicimos aun lado, yo rodee también mi brazo hacia su cintura, con mi otra mano sujetaba mi bate que brotaba sangre hasta caer al suelo. Algunos matones entraron a la habitación pequeña y luego mire que sacaban aquel señor como un costal cargándolo en la espalda.

-¡Espero que hayas disfrutado del show!-grite cuando finalmente sacaron el cadáver de la habitación.

Mire a mi puddin que mostraba su sonrisa encantadora, me sonroje un poco y mi sonrisa boba apareció en mi rostro. Bueno, otro trabajo cumplido y como adoro mi trabajo.

Una Vida De Locura | Harley Quinn & JokerWhere stories live. Discover now