Cartas a Judy [Nicudy]

17

-- ¿Estás bien?, ¿te sientes cómoda? -- pregunté de nuevo al ver la cara de Judy.

-- Ah, sí estoy bien... Solo me hace falta mi privacidad -- soltó un suspiro.

Me quedé callado al escuchar eso, bajé la mirada al suelo. De alguna forma me sentí como un estorbo.

La verdad es que solo soy un extraño que llegó a vivir a su casa.

-- Iré a la tienda por comida, ¿quieres algo? -- me levanté de la silla, sin poder mirarla.

-- No, Nick yo no...

-- Mejor te traigo una sorpresa, será mejor así -- la interrumpí.

Sabía que se disculparía, no tenía caso que lo hiciera ahora.

Cerré la puerta detrás de mí, caminé lento hasta la salida del edificio, encontrándome con los molestos vecinos.

-- ¿Otra vez fue Judy? -- escuché decir a uno.

-- ¡Cállate, te va a escuchar! -- lo regañó el otro.

-- ¿Qué tiene que lo escuche?, en algún momento se dará cuenta de lo que la torpe coneja siente.

Detuve mi andar, cuando miré atrás ellos ya habían desaparecido en su departamento.

Ellos podrían tener razón...

No, no podían.

Ellos no conocían a Judy, nunca entablaron una conversación con alguno de nosotros. No podrían saberlo.

-- O tal vez...

Tardé más de lo esperado en la tienda. Cuando volví a casa, ella ya se encontraba durmiendo en la cama.

Dejé la bolsa de compra a un lado y me senté frente al escritorio. Miré la libreta frente a mí.

(...)

Judy.

Tengo la duda de lo que sientes realmente...

Lo que los vecinos han dicho me dejó bastante confundido, ellos no podrían tener razón, ¿cierto?

Torpe coneja...

¿Qué es lo que sientes?

-N.W.

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Estoy a punto de pasar a exponer, alguien páseme el cloro pls.

-J♪