cap 2

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  Pink

Cuando tenía diecisiete años, la gente se enteró sobre ellas. Habían mantenido su relación relativamente en privado hasta el momento. Se lo habían ocultado a todos a su alrededor, incluso a sus padres. Si ella era honesta consigo misma, era un milagro que el secreto les haya durado tanto. Per oen este punto, era casi imposible. Fue un simple error, nada importante, pero fue lo suficiente para hacerlo público. La idea la había asustado. No habían hablando sobre el tema de hacer su relación pública, las dos disfrutaban sus privados momentos a escondidas en su íntima y pequeña, pero cómoda casa del árbol.

Después de marcar el número de su mejor amiga, se echó a llorar al escuchar el "hola" del otro extremo.

"Camz, ¿qué pasa?" preguntó la chica del beanie, claramente alarmada. Dirigiendose a la ventana de su dormitorio, abrió las cortinas y miró a través de la oscuridad hacia la ventana de su novia. Su corazón se rompió al ver que le devolvia la mirada, tenía los ojos hinchados y rojos.

"Ellos lo saben," suspiró.

"¿Qué?" preguntó la skater, claramente confundida. "Camz, cálmate. ¿Quién sabe?"

"Mis padres," Camila lloró con más fuerza, a pesar de los intentos de su novia para calmarla. "Oh, Dios mío. Lo siento Lauren," la chica punk se estremeció ante el sonido de su nombre. "Por favor, no me odies. No era mi intención hacerlo."

"¿Por qué debería odiarte Camz?" preguntó Lauren, completamente desconcertada. "Yo nunca podría odiar. ¿Y por qué me llamaste Lauren?"

"Bueno, tú estás enojada conmigo, ¿verdad?" preguntó la joven latina.

"¿Qué?" sus ojos se abrieron. "¿Por qué debería estar enojada contigo?"

"Porque ya no es un secreto," murmuró Camila.

"Camz," suspiró la skater. "Vamos afuera."

Sin molestarse en colgar, la skater mantuvo la llamada, mirando a su novia apagar las luces. Cuando ya no podía ver lo que estaba pasando a través de su ventana, bajó las escaleras para ir al patio trasero, escuchando a su novia llorar a través del teléfono.

Lauren llegó al lugar destinado a la velocidad de la luz. En el momento en que se abrió la puerta, ella colgó la llamada, envolviendo sus brazos protectoramente alrededor de la cintura de su novia.

"Camz," murmuró, acariciando ligeramente su cabello. "Escúchame, yo no estoy enojada," aclaró la chica más alta, besando a la más baja en la frente. Poco a poco la llevó a los columpios y la levantó para ayudarla a sentarse en uno de ellos. Luego ella se puso de rodillas para encontrarse con la mirada abatida de su novia, dándole una mirada tranquilizante con sus ojos verdes.

"Nunca le dije a nadie porque nunca pensé que a ellos le importara, pensé que era algo entre tú y yo solamente. Nunca fue mi intención hacerte sentir que debíamos ocultar esto," hizo gesto entre ambas antes de colocar las manos sobre los muslos de su novia, acariciando lentamente su suave piel.

La latina colocó sus manos sobre las de su novia, tirando de ella más cerca, para enterrar su rostro en su pecho, relajándose ante sus palabras. Después de unos minutos de tener un cálido abrazo, la respiración de la princesa volvió a la normalidad.

La chica de ojos verdes le proporcionó una suave sonrisa y la princesa asintió comprendiendo. Ambas subieron en silencio a la casa del árbol, la skater sacó unas cuantas almohadas y una manta para acomodárlas, luego se sentó contra la pared antes de dar unas palmaditas a su lado. Camila se sentó junto a ella, apoyando la cabeza en su hombro.

"Ahora," dijo la chica del beanie, besando la nariz de su novia, "¿Qué pasó?"

"Sofi entró a mi habitación y comenzó a molestarme," comenzó a contar Camila, entrelazando sus manos con las de su novia, quien le dio un apretón alentador. "Traté de hacer que se fuera y terminamos discutiendo."

PINK VS PUNK (secuela de bows and beanies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora