—¿Estas segura de esto? —Los ojos de Marcus me escanean de un lado a otro y me siento pequeña
—Quiero hacerlo Marcus... quiero hacerlo contigo —traga con dificultad y enlaza su mano a la mía con nerviosismo
—Amber... podemos esperar a que estés lista..
Las manos me sudan pero a pesar de ello, quiero hacer esto, sé que nunca tengo momentos realmente afectivos con él porque realmente me cuesta mostrarle mi cariño, y esta podría ser la forma
—Marcus... te quiero —musito antes de llevarme aquello a la boca, y llenar mi cavidad oral. Los ojos le brillan, y se que está a punto de lanzar un gemido pero sin embargo lo retiene en su boca
Gimo, porque no lo soporto.
—¡Gané! —sus ojos llorosos acompañan a una gran sonrisa y me apresuro a ingerir el refresco sobre la mesa con rapidez
—¡Joder! Esto está... es... ¡Pica como la mierda!
La puerta principal de la cafetería se abre, lo sé porque oigo la campanilla resonar no porque pueda prestar atención a algo en concreto. Mis ojos parecen dos pequeñas cataratas que no soportan el picor de mi paladar.
La morena de pequeña estatura deja caer un bufido ante nosotros, e intento incorporarme de forma torpe—Dejenme adivinar —sus pequeños dedos desarman la hamburguesa frente a mi, y el pequeño cronómetro en los dedos de mi novio —han competido con una hamburguesa súper picante
—Y he ganado —Marcus se pone de pie con un aire egocéntrico —competencia de burguer red hot chili...
—Me has defraudado Amber—con fingida indignación se tira a mis brazos y me invade un alivio inmediato en el pecho, hasta ahora no me había dado cuenta cuánto necesitaba una amiga mujer... porque, Jason, por Dios... hace cualquier cosa menos cumplir ese rol
La campanilla resuena de nuevo y siento que el corazón se me sube a la boca. Emily, sin embargo me sonrie y toma asiento observándome de forma completa a lo que está por venir
—¡Mamá! —los brazos de Marcus se extienden y enriedan a la mujer en un infinito abrazo, la pequeña y robusta mujer sonríe a gusto, y deposita en mí una mirada cautelosa pero llena de amor
—Señora Powell... —sus cortos brazos me toman por sorpresa y me enrieda también en esa muestra de afecto
—¡Oh, Amber! —besa mis dos mejillas, en un gesto que me recuerda a la familia ingals —Por favor, sólo llámame Diana
Asiento, mientras ella toma mi brazo y se desliza en el asiento de aquella cafetería llevándome consigo
—Marcus y Emily, me han contado tanto sobre ti ¡Inclusive la parte del bullyng a mi hijo!
La sangre se me agolpa en el rostro de repente y por primera vez en mucho tiempo, ansio la presencia de Jase con sus comentarios salvadores
—Yo también opino que el horno Sarah Key no es muy masculino
—¡Mamá! —Diana rueda los ojos e ignora a Marcus, mientras que me hace sentir más relajada, quizás después de todo, conocer a la madre de mi novio no sea tan incómodo... no tanto como el término mi novio
(...)
Cuando Marcus tenía 5, su padre sufrió un ataque al corazón, lo que dejó a Diana viuda y a dos pequeños sin padre, pero a pesar de ello, la mujer se casó hace unos pocos años y es muy feliz con Jerry, que no ha venido porque alguien debía cuidar a sus 7 perros.
—Y entonces, Jason debió correr por todo el campus para que Amber no lo golpee —el moreno se limpia las lágrimas de la risa y Diana lo acompaña a pesar de que a Emily no le ha sentado muy bien oir el nombre del chico, así todo, mediante cuchicheos me ha confiado que lo superó y que sale con alguien del internado aunque el término de "salir" para ella equivale a algún beso y un poco de manoseo por los pasillos.
—Aún recuerdo cuando ustedes dos arrollaron la tortuga, siempre han sido un dúo fatal...
La campanilla de la entrada timbra como cada vez que un cliente entra al lugar, pero esta vez levanto la vista.
Su cabello rapado, y su cuerpo bronceado entran al lugar con un exceso de galantería, y los ojos se me abren como platos cuando su vista se posa en mi, le hago gestos disimulados con las manos—vete—formulo con los labios, aprovechando que mi amiga y Díana, quien hace poco ha cambiado de lugar están de espaldas a la puerta y a Jason
Su rostro refleja confusión y avanza hacia nuestro lugar
—vete —repito de forma silenciosa pero no hace más que traerme una servilleta.
Estúpido Jase
—¡Que te vayas! —Me pongo de pie al tiempo que chillo histérica. Jason se detiene, y todo el mundo en la cafetería me observa —Es que había una mosca por aquí... —explico falsamente —una muy inoportuna mosca...
El pelirrubio, niega con la cabeza y se acerca de forma rápida levantando ambas manos
—Acepto que sigas enojada por lo que hice en el campus, y acepto que me llames gigoló, e inclusive Taylor swift, pero no puedes llamarme mosca inoportuna, no cuando acabo de darle duro a Tiffany Swar
Me palmeo la frente mientras jason observa a las personas que están sentadas frente mío
—¡Una dura clase de matemáticas!—se apresura a corregirse —Señora D. Se ve más joven que la última vez..
Diana ríe y niega con la cabeza, al parecer la actitud pícara de Jason no es nueva para ella
—Emily..— los ojos verdes de Jase la escanean y pareciera quedarse sin aire al decir su nombre.
—Taylor Swift —la morena asiente con la cabeza luego del saludo, y devuelve la vista a su teléfono mientras yo ahogo una risa
—Veo que tu si que has vuelto a ser el mismo Jase... —Marcus se revuelve incómodo a mi lado, y su madre le dedica por encima una mirada cargada de compasión — será mejor que vuelva por el hotel a por una ducha.. Hijo, llama a la Dra Robinns...

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Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN
Teen Fiction¿Creias que todo terminaba ahí? ¿Creiste que lo habias descubierto todo? ¿Cuantos secretos eres capaz de guardar? Nueva vida, Universidad, nueva habitación, pero... La vida sigue, y la historia también. Segunda temporada de "habitación 503" #30 en H...