Capitulo 71: "Mal presentimiento"

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Amber PoV

Cierro la puerta detrás de mi espalda y me quedo reposada respirando lentamente. No puedes tener un corazón roto si no hay corazón ¿Cierto? Me lo he planteado durante todo el día. Si, quizás lo de ayer lo hice con el fin de volver a empezar, y por supuesto que tengo sentimientos, tantos que no quiero comenzar a pensar en ellos o me van a asfixiar. Pero, si los meto en una caja y actuo como si todo dejara de importarme en un punto podría llegar a hacerlo... ¿Verdad?

La caricia en mi cadera de pocos minutos atrás aún late en mi costado y cierro los ojos con fuerza, lo oigo murmurar algo y decido que será mejor esperar afuera por Alex. Paseo la mirada por cada rincón intentando quizás demorar más tiempo en bajar de lo que por lo general me tomaría. Cuando llego al segundo piso y oigo el molesto silbido apuro el paso, aún así sus piernas largas lo hacen estar a mi lado en dos zancadas.

— Ya hemos debatido el tema de que no me agrada que me digan que no ¿Cierto?

— Si Ray, ahora piérdete — aprieto los dientes y sujeto con fuerza mi cartera, no es que él vaya a robarme, simplemente distraigo mis manos para evitar abofetearlo.

— Y también me dejaste en ridiculo frente a mis amigos aquella vez en el club. Ni hablar de esa pandilla motoquera de vejestorios. Si sumamos todo eso tú estás en jodidos problemas

Trago duro intentando disimular mis nervios y la paranoia que en este momento me invaden. Sigo bajando las escaleras, no quiero responder, no puedo responder.

— Así que, bueno. Sólo quería recordarte que no soy la única persona en el mundo a la que no le agrada un "no". — Me toma con fuerza por la muñeca cuando estoy a unos pasos de la puerta y me  planta un beso estruendoso en la mejilla. Sus labios rozan el lóbulo de mi oreja y ríe levemente — Ten suerte con tu cita.

Alex está reposado al otro lado del cristal, en el estacionamiento sobre su auto. Se pone alerta cuando abro la puerta y mis movimientos son torpez sin embargo lo tranquilizo diciendo que estoy bien que he peleado con Jase, también con Marcus, que son cosas de chicas. Me sonríe pero por la mirada que me dan sus hermosos ojos azules soy consciente que no me cree, y me pregunto entonces ¿Como supo Ray que me iba a una cita?

(...)

El teléfono se lleva todas mis miradas en la cita, y juro que quiero, que lo intento pero no puedo dejar de ver la llamada entrante que alega un número desconocido. No soy estupida, sé que es Chease pero hoy no tengo ganas de oírle torturarme, además no quiero seguir arruinando un momento con Alex.

— Entonces... tiene una lesión en el hipotalamo — juego con el filete en mi plato, para luego devolverle la mirada.

— Estuvo en coma unos cuantos días, por lo que tengo entendido siempre fue como es ahora, luego despertó y era bastante... de en sueño.

— Y después el accidente con el coche volvió a tocar esa parte, y deshizo lo que había hecho — termina él — Estudios demuestran que, muchas veces, las lesiones en el hipotalamo condicionan gran parte de la actitud del paciente, pero no lo cambian por completo. El cambio a príncipe de ensueño puede regresar...

— No me gusta vivir de esperanzas, te hace más vulnerable al dolor — su mano pasa sobre la mesa y consuela a la mía.

— Solo me lo estoy diciendo a mí mismo Amber, se que si estás aquí es porque... lo que sea que sucedió entre ustedes ha sido puesto en pausa. Si él regresa no tendrás ojos para mí, y estoy dispuesto a apostar.

Abro y cierro la boca como pez fuera del agua.

— Me gustas Alex, pero quizás te estoy usando de distracción. No quiero lastimarte y tienes mucha razón en lo que acabas de decir.

La pantalla se ilumina con un mensaje de Marcus, me disculpo diciendo que me ha pedido que vaya a la residencia cuanto antes, por supuesto que el caballeroso Alex paga la cuenta y se ofrece a llevarme. Recuerdo la situación con Ray, las llamadas de forma anónima y entonces creo que se de que va todo esto, tengo un mal presentimiento.

— Lo mejor será que.. uhm bueno no quiero poner las cosas más raras de lo que ya están. ¿Te molestaría esperarme aquí? — le pregunto fuera de su auto una vez que hemos llegado

— Para nada, si no es la gran cosa... continuamos con nuestra cita — Estoy decidida a entrar en la residencia cuando su mano tira de mi nuca y me planta un beso que me atrevo a corresponder. Me sonríe antes de dejarme ir, y marcho dentro rosándome los labios, ha sido calido, pero no hubo fuegos artificiales, no hay abejas africanas asesinas en mi estomago como.. con Marcus.

Los pasillos se ven desolados y bastante oscuros, me sorprende no encontrar a ningún celador sin embargo sigo subiendo. La parte baja de mi espalda cosquillea y presiento que hay algo malo en todo esto. La puerta de mi habitación está sin llave y empujo temerosa.

—¿Marcus?

El resoplido detrás de mi oreja me deja sin aire.

—Hola, hermanita

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Estaba pensando.... un punto de vista diferente, alguien que amamos 🤔🤔🤔 Se termina, y no se que voy a hacer ¡ah! que viva #Alber

Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN Where stories live. Discover now