Capítulo 6

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La ojiverde entrenaba, como todos los días, en el bosque, lejos de su casa. No le agradaba la idea de que su familia supiera que entrenaba siempre, que a su corta edad su objetivo sea volverse más fuerte para pelear. Solo su madre, Hoshi, sabía eso. De su familia, era en quién más confiaba, aunque varias veces la había decepcionado.

Años atrás había hecho la promesa de entrenar siempre que tuviese la oportunidad, de convertirse en una valiente guerrera y salir al mar a pelear y defender a inocentes. Era su sueño y sonreía al pensarlo. El problema era que siempre debía volver a su casa antes del anochecer, ya que su padre, Akinori, regresaba de trabajar. Él era un marine, uno de los pocos que volvían a sus casas. Estaba hacía varios años en la marina y era un simple soldado, ningún rango superior, pero le enorgullecía.

Un día, la ojiverde decidió volver temprano a su casa, simplemente algo le decía que debía volver y siempre confiaba en su instinto.
Cuando llegó, se sorprendió al ver a su padre en casa. Apenas había abierto la puerta y para su suerte, él no se percató de eso, pues estaba muy empeñado en discutir con Hoshi.

—¡Estás exagerando, Akinori!—gritó ella intentando que su marido entre en razón.

—¡Sabes que lo que digo es verdad! ¡sabes que yo no exagero con estas cosas!—le respondió Akinori.

—¡Solo es una niña!

—¡Es mi hija! ¡y si yo digo que vive en una fantasía es porque vive en una fantasía! ¡Me preocupo por ella!

—Quizá no sea tan fuerte, pero no debes quitarle esperanzas. Está convencida de que puede hacerlo.

—¡¿Esperanzas?!—preguntó incrédulo—¡Maldición, Hoshi! ¡¿Escuchas lo que dices?! ella no puede pelear, si quiere ser de utilidad tendrá que ser parte de la marina, ayudando a los soldados. Eso ya lo habíamos hablado ¿acaso quieres que se nos ponga en contra?

—Claro que quiero que sea parte de la marina, pero no quiero que la presiones para que no pelee, aún es es una niña.

—Ella no podrá lograr lo que quiere, todos aquí lo sabemos. Y tú debes decírselo.

—¿Yo? Tú eres su padre.

—No quiere escucharme ¡¡esa mocosa me odia!!—alzó la voz para luego caminar hacia la mesa, agarrar la botella de sake que tenía cerca y servirse un vaso.

—Cálmate, por favor ¿Qué quieres que le diga?—preguntó, aceptando que quizá él tenía razón y solo ella podría convencer a su hija.

—Tú ya lo sabes, ella será marine, es la única opción que tiene si quiere pelear y estoy siendo demasiado bueno. Pero si sigue así, que se olvide, será enfermera o cocinera en la base—dicho eso, bebió un trago de la bebida que se había servido antes—. Guerrera...Esas son estupideces, es una mujer, debería al menos agradecer que la dejo salir a entrenar y le doy una oportunidad.

Cuando la niña escuchó eso, apretó los dientes y abrió la puerta bruscamente. Se negaba rotundamente a ser marine, siempre veía cómo algunos maltrataban a la gente del pueblo en vez de defenderla. Y ella nunca sería así.

—¡¿Qué dices?!—le gritó con una mano cerrada en un puño.

—¡Sarah!—gritó Hoshi sorprendida pero al mismo tiempo regañándola por alzarle la voz a su padre.

—¡Ya te dije que no quiero ser una asesina como tú!

—¡¿Y qué mierda vas a hacer?! ¡¡Tú no podrías pelear contra nadie! ¡apenas ves un poco de sangre y sales corriendo! ¡Eres débil!

—¡Yo ya no soy así! ¡Desde entonces he estado entrenando! ¡ahora soy fuerte! ¡Puedo pelear! —le gritó segura de sí misma, intentando demostrarle a su padre que lo que decía era verdad. Que era capaz de hacer todo lo que se proponía y más. Y tenía ilusión de que él entrara en razón, sin pensar que a Akinori no le importaba en lo absoluto.

¡¡Tú eres mi Nakama!! [One Piece FanFic] ×Editando×Where stories live. Discover now