No Me Dejes © - Carl Grimes [TERMINADA].

Capítulo 32: "Nuevos 'Amigos' ".

||Narra _______||

Sentía unos besos húmedos, que iban desde mi cuello hasta mis labios. Sonreí.

– Buenos días. – ¡Dios esa voz! Me encanta su voz ronca de las mañanas.

– Buenos días. – abrí los ojos y lo ví arriba mío, pero sin aplastarme.

Se acercó y me beso. ¿El mal aliento? ¡Al diablo el mal aliento!. Abrí mis ojos aún sin separme de él, Carl hacia expresiones con su cara. Reí en el beso, él sonrió.

– Ya, vámonos, muero de hambre. – lo empuje suavemente del pecho.

Baje la escaleras y entre en la cocina, hay sólo estaba Rick.

– Buenos días. – saludo de un beso en la mejilla a Rick. ¿Por que hice eso?.

– Buenos días. – dice extrañado, pero con una sonrisa. Carl baja y se sienta al lado de su padre, mientras tiene su mirada fija en mi con una sonrisa en su rotro. – ¿Por que están tan contentos?.

– Nada. Sólo desperte de buen humor. – me encojo de hombros.

Agarró un tazón y hecho leche y cereales. Me siento frente a ellos y empiezo a comer. Tocan la puerta y Rick se levanta a abrir.

– Hola soy, Jessie. – se escucha desde la puerta.

Miro a Carl, me levanto ya que no escucho que Rick haya hablado.

– Hola soy,  _______. – saludo amablemente.

– Soy Jessie, vivo en la casa de a lado. – miro a Rick y el tiene su mirada fija en Jessie.

– Oh, el mudo es Rick. – ella sonríe mirando a Rick.

– Hola yo soy Carl, el hijo del mudo. – suelta una risa burlona y pasa su brazo por mi cintura.

– ¿Rick?. – entre cierro los ojos y él reacciona.

– Oh, si. Hola. – suelta al fin.

– Sólo... sólo vine a dejar un poco de ropa. – se lo extiende a Rick y el lo recibe. – Oh, también soy peluquera, si quieres... – hizo un gesto con su mano.

– ¡Yo si quiero!. – levanto mis manos.

– ¿Que? No, Me gusta así. – dice Carl acariciando mi cabello.

– Si, pero puedo verme mejor.

– Ok, sorprendeme.

– Oh, chicos, tengo un hijo que es de su edad, si quieren pueden ir a mi casa, también deben estar sus amigos.

Miro a Carl y este se nota nervioso.

– Carl Grimes, ¿Nervioso?. – le susurró e su oido.

– Ja, ja, que graciosa.

– Bueno, eso es todo. Adiós. – sin más, Jessie se va.

– Vaya, Rick, ¿Te ah gustado?. – le pregunto con diversión.

– ¿Que?. No. – se gira y se va subiendo las escaleras.

Me giro para enfrentar a Carl, pero en un acto rápido, él me acorrala por la pared.

– ¿Que... Que haces?. – mi respiración se acelera, y puedo jurar que hora estoy roja como un maldito tomate.

– Esto... – capta mis labios en un beso con necesidad y pasión.

– ¿Y eso?. – le pregunto agitada luego de separarnos.

– Lo necesitaba. – Carl tiene sus labios rojos e hinchados, y supongo que los míos también, luego de ese beso fugaz que jamás nos habíamos dado, es posible que nuestros labios quedase así.