Capítulo 72: "No otra vez".

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¿Saben qué? Ahora mismo estoy hechando humo por las orejas.

Daryl me contó lo que pasó, pero creanme, no fue fácil sacarle información, pero lo logré. Me contó de los hombres que habían escuchado en el bosque, él dice que no le da buena espina esos hombres y esta casa, yo digo que... No se nada, pero debo de admitir que también me da escalofríos estar aquí, luego de entarme de eso.

Hablé con Rick de este tema, él sigue con la misma postura de “Nos quedaremos aquí, y nada hará que cambie de decisión” pero, no se por que quiere estar aquí, no es algo del otro mundo, digo yo.

El resto del grupo no sabe nada, obviamente, pero están agusto estando aquí, en realidad es mejo estar así que allí afuera. Los entiendo.

Como sea... Daryl también me dijo que esos hombres estaban buscando a alguien, y necesito saber quién es ese “Alguien”. Necesito saberlo ahora, aún que se que es prácticamente IMPOSIBLE, con todas las letras.

Estaba sentada en el sofá de la sala, y de pronto una idea surco en mi cabeza.

Salí de la casa dispuesta a ir hacia el bosque, obviamente lleve un arma y cuchillo, tal vez este completamente loca en hacer esto estando embarazada, pero necesito hacerlo.

Luego de media hora, creo, escuche ruido de hojas secas, me coloqué en pose de ataque y de las ramas salió un puto conejo.

— Maldito conejo, ¡Que te den!. — Si, me había enojado con un simple conejo.

Seguí caminando hasta que en el suelo ví huellas de un humano, sabía que era alguien vivo y no un caminante, por el simple hecho de que los caminantes arrastran sus pies, si, bastante facil de adivinar.

Seguí a las huellas durante quince minutos, y llegue hacia una especie de campamento, pero sólo había tres carpas. Sin dudarlo me acerque a la primera y adentro había una mochila, la abrí y sólo había latas de atún, posiblemente pasado de fecha pero, comida es comida. Agarré la mochila y la colgué en mi hombro y sali hacia las otras carpas.

En todas las carpas había una mochila, pero sólo en una había munición, que nos venía realmente se maravilla. Okay, momento de irme.

— Camina te he dicho. — Rápidamente al oir esa voz, me escondí en unos arbustos. — Desearas nunca haberte ido, maldito hijo de perra. — Desde aquí podia ver a tres hombres, uno de ellos, el que estaba hablando, tenía a un hombre del cuello, y el otro lo seguía de atrás. — ¿Creiste que no te encontraríamos?.

— Lo siento, por favor, no me mates. — El hombre, que yacía arrodillado en el suelo, le suplicaba a uno que lo estaba apuntando con un arma. — Es que... No soportaba seguir con las órdenes de Nathan, se que ustedes tampoco lo soportan pero... Déjenme ir, vámonos juntos, Nathan no nos encontrarán. Por favor.

— Sabes muy bien que Nathan recorrerá cielo y tierra sólo para encontrarnos y matarnos — Habló el otro hombre que sólo se entraba alejado de ellos, con los brazos cruzados. —, no le gusta que la gente lo traicione, y huyendo de él, lo estamos traicionando.

— ¿Te importa lo que sienta él o lo que sientas tú?. — Nuevamente habló el hombre arrodillado, pero esta vez habló mas decidido. — ¡Él nos trata como basura, y no lo soportare más!.

— Eres un egoísta, ¡Gracias a él tu sigues vivo! ¡Gracias a él seguimos de pie! Debemos agradecerle. — Esta vez habló el hombre calvo, que tenía una tatuaje de al parecer una serpiente en la cabeza, el era el hombre que lo apuntaba.

— ¡Egoísta tu puta madre! — Recibió un puñetazo en la nariz por parte del calvito.

— ¡LIMPIATE LA BOCA ANTES DE HABLAR DE MI MADRE, IDOTA!. — Esto se puso bueno.

No Me Dejes © - Carl Grimes [TERMINADA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora