27

50.6K 6.2K 2.6K
                                    

Jimin

Afirmó con fuerza mi cintura mientras su cuerpo se unía al mío. Algunos amigos como Jin, me habían dicho que esto dolía como el infierno la primera vez. Y vaya que tenían razón.

Sólo espero poder caminar mañana.

Me sorprendía que hyung tuviera esa fuerza. Siendo sincero, el parecía una chica la mayoría de las veces. Así que es completamente extraño que tenga fuerza en esos brazos de pollo.

Pero entonces, como si pudiera leer mi cerebro y saber que hablaba de sus brazos de chica, empezó a mover sus caderas. Me fue inevitable no gemir de gusto. Aún ardía por todos lados, y no sólo abajo donde nuestros cuerpos estaban unidos. Mi piel ardía, mi cabeza ardía y mi corazón estaba a punto de derretirse. Me encontraba arriba de él, ambos estábamos sentados sobre la cama.

Yo sólo podía cerrar los ojos y gemir cuando Yoongi llegaba a rozar la zona más sensible de mi intimidad. Me susurraba cosas tiernas al oído con el aliento caliente y oliendo a menta. Su voz era ligeramente ronca y debía reconocer que amaba ese tono. Recuerdo escuchar de Jin que no era necesario preparar algo de comer. El dijo conocer a Yoongi y que seguramente me tomaría en brazos y me llevaría a la cama.

Vaya que tenía razón.

—Yoon —gemí sobre su oído cuando nuevamente tocó en ese lugar tan sensible.

Yo estiré mi cabeza hacia atrás, así que él aprovechó para besar mi cuello y dejar algunas marcas, mientras algunos recuerdos florecieron. Me enamoré desde el primer día en que Jin nos presentó, porque lo hizo, pero Yoongi es muy despistado y seguramente no recuerda nada. 

Fue un día de actividades en la universidad por ser el primer día donde ingresaban chicos nuevos como él y yo. Todos esos recuerdos quedaron atrás cuando él me tomó de mentón para invitarme a otro beso. Sus labios se deslizaban como crema por los mismos. Eran tan suaves que la mejor definición era esa, crema.

Por segunda vez estaba divagando de placer, muchas personas ven el sexo como algo sucio. Otras lo ven como algo tan sencillo y mundano. Yo pienso que no es ninguna de las anteriores. No es sencillo desnudarse, mostrando no sólo tus partes íntimas si no que también tu corazón. Tu alma intentando conectarse con la de la otra persona.

El sexo es mucho más que algo sucio.

El sexo es unión de dos almas, dos corazones, dos cerebros intentando ser uno.

Entonces por segunda vez Yoongi me trago a la realidad.

—Oh —musité cuando me llevó a la punto más alto del clímax.

Sentía todo mi interior derretirse. Era un incendio que intentaba ser apagado con más fuego.

—Mierda —gruñó en mi oído como lo había hecho en todo este grato momento.

Pegué otro gemido de sorpresa.

Yoongi me había mordido la clavícula. Ahora ardía un poco pero a la vez sentía la excitación viajar rápidamente a mi centro. Dónde mi novio luchaba arduamente por terminar todo ese ardor.

Caí. 

Empujó sobre aquella zona sensible por última vez y después caí junto con él. Ambos excitados a más no poder. Sentí que él me besó y me dormí en sus brazos, lleno de amor y bien jodido.


Los golpes en la puerta me sobresaltaron. Desperté asustado y rápidamente me vestí una camisa de Yoongi y un bóxer. Corrí a la puerta a pies descalzos. Al abrir me encontré con un impaciente Jin rugiendo por qué no le abrí antes. Traía a Min consigo, le pedí ayer que se lo llevara. No tenía intenciones de que escuchara sonidos incómodos.

—Le rompió un zapato a Nam. Creo que nunca estuve a punto de mear de risa hasta que eso pasó —dejó al perrito en el suelo y seguido me miró para estudiarme por completo—. Tienes cara de sexo.

Rodé mis ojos con diversión. Más que venir a dejar a Min vino a chismosear sobre nuestra noche con Yoonie.

—No te diré nada, chismoso. Yoongi tiene razón —lo apunté con mi dedo índice aún riendo un poco—, chismoso.

—Está bien, Yoongi se lo dirá a Nam y él a mí —le tiró un beso a Min, quién ni siquiera se interesó en tomarle atención, y Jin se fue agitando su mano para mí.

Cerré la puerta y volví en silencio a la habitación con Min siguiendo mis pasos. Con cuidado me recosté a su lado y el cachorro me siguió hasta la cama, exactamente donde él estaba y empezó a lamerle la cara.

—Ah, Min, no —murmuró mi chico con sus ojos cerrados.

El perrito aún le besaba la cara con alegría. Entonces con él me uní y repartí besitos en su mentón.

—¿A mí también me dirás que no? —murmuré con una sonrisa viendo sus hermosas facciones.

Yoongi hyung era muy hermoso, dejé ese pensamiento ahí guardado en mi corazón.

Llevaba un rato intentando que Yoongi abriera sus ojos pero el sueño lo vencía. Bajé mis besos a su cuello quizás quería dejarla alguna bonita marca. Él había hecho varios chupones en mi cuello, entonces quería hacer lo mismo. Mi boca succionó una parte y  sólo ahí mi novio abrió su boca y a la vez, al fin, los ojos.

—Creí que tendría que llegar a otras partes para que despertaras —le sonreí.

—Seguiré durmiendo entonces —sonrió con una oscura perversión detrás.

—Yoon, quiero desayunar contigo —susurré.

Él asintió no sin protestar con un gruñido leve y en unos diez minutos después había hecho un desayuno que se veía delicioso.

—Debo amarte mucho para venir a preparar desayuno —reconoció con cierta vergüenza y timidez mientras mantenía la cabeza pegada a su taza de café—. Estoy jodidamente muerto de sueño.

Y sonreí. Porque lo tenía a él y él a mí. Teníamos a Min.

No pudo haber sido mejor.

Definitivamente no.

KEEP ME FEAR ✿ YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora