10.- Nuestra (NO) Cita

264 33 12
                                    


Solo tenía algo claro en mente, este iba a ser un buen día.

Muy temprano me metí a bañar, y traté de verme bien, o bueno lo mejor que pude. Traté de vestirme algo casual, tratando de no parecer que hubiera pensado mucho en qué ponerme, claro sin verme fachoso... claro. Un pantalón de mezclilla azul, una playera gris y mis converse blancos. 


Íbamos a ir a pasear en motocicletas, cuatrimotos para ser exactos, desde que iba a entrar a esta universidad tenía en mente esta idea, había estado investigando desde entonces todo, sabía que había un lugar en las montañas donde estaban las cuatri en donde te daban un pequeño curso de manejo, después las motocicletas era tuyas por un par de horas, estaba muy emocionado por ir, en un principio iba a ir con Guill, pero ya no lo veía casi y creo tenia nuevos amigos, no es que yo lo haya cambiado por Marcus, Dina y Sam, supongo que son cambios que pasan en la universidad, conoces nuevas personas en cada etapa de tu vida y puede que esas nuevas personas que conozcan te agraden más que otras, tal vez así pasó con Guill tal vez sus nuevos amigos le agradaban más, dicen que todos somos momentos en la vida de alguien, y tal vez mi ciclo en la vida de Guill estaba por terminar, ojalá y no, porque es mi mejor amigo. 


Cuando sospeche que Guill no iba a ir conmigo porque tenía otros planes fue cuando se me ocurrió invitar a Sam, en parte creo que siendo un poco egoísta mi subconsciente no quería que en esta ocasión saliera con Guill, quiera a Sam... Cuando ya estuve listo salí de mi cuarto y fui al de Sam, toqué la puerta y se oyó un grito —Voy— y al cabo de un ratito se abrió la puerta, salió un chico que de no haber sabido que ahí vivía Sam no lo hubiera reconocido, estoy siendo sarcástico... Claro, unos jeans negros ajustados, una camisa blanca un poco más grande de su talla y unos converse blancos era como iba vestido él, después de haber estado meditando toda la noche si lo que realmente sentía por Sam era atracción o una simple curiosidad, llegué a la conclusión de que sí, en verdad comenzaba a gustarme, y en esta ocasión me dejo con la boca abierta, se veía particularmente bien, y aunque Sam no es feo, jamás me había fijado en su físico tan detenidamente, pero hoy era la excepción, todo le encajaba a la perfección y no pude no notar que se veía guapo. Muy guapo.

Me dio incluso pena porque yo no pensé en arreglarme tanto, era una salida entre amigos, bueno eso era lo que él pensaba, para mí era una (NO) cita pero él no lo sabía.
— ¡Hey! ¿Aquí vive alguien llamado Sam?— Dije un poco en tono de burla, pero no ese tipo de burla que haces cuando alguien hace el ridículo y comienzan a ofenderle, sino una burla más de amigos.
—Vamos, entra ya. — Dijo cuándo me iba metiendo a su cuarto. — ¿Tan mal le veo?
—No, para nada, solo que vas muy arreglado y me ha dado pena que yo me puse lo primero que he visto. —
— ¿Bromeas?, te ves bastante guap... — Se detuvo y se volteó a un lado y ya no pudo terminar la frase.
— Vamos ir a Wood Park, creo es mejor vayas un poco más informal. — Dije en cuanto él se interrumpió para evitar un silencio incómodo entre ambos, aunque soy lo bastante astuto y logré captar que estaba a punto de decir que yo era guapo, mi pulso se estaba acelerando y quería que se calmara antes de que Sam lo notara y lo mal interpretara.
—No me habíamos dicho que viajaríamos 20Km para ir a las montañas. — Contestó un poco cohibido.
—Lo siento, ¿Tienes algún problema con ir hasta allá?—Dije con un poco de pena, pues había sido mi culpa no decirle a qué lugar iríamos exactamente.
—Creo está muy lejos. 
—No te preocupes, ya lo he arreglado todo, bueno más bien informado que autobús tomar— me salió una risita nerviosa— te aseguro que será divertido. 
—Está bien, solo deja cambiarme la camisa por algo las cómodo. 
—Perfecto. 


Mientras él fue a buscar una playera que ponerse en lugar de la camisa fui y me acomode en la pequeña sala, estaba viendo la colección libros que tenía en un pequeño librero al lado de la televisión cuando de repente volteé y vi a Sam sin camisa, mi pulso volvió a acelerarse, logré tragar saliva y de inmediato volteé en dirección al librero.
—Estoy listo, podemos irnos. 
—Perfecto, vayámonos. 

Después del VeranoWhere stories live. Discover now