23.- Lo Nuestro.

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Pasaron las horas y seguía con ese sentimiento que se tiene cuando te enteras de algo y no encuentras a una persona para desahogarte, claro, ahí estaba  Adam, quien me preguntó que como me encontraba cuando recién regresé de la calle, debí verme muy mal por que incluso parecía preocupado, pero aún no me sentía con es confianza con él, hablábamos de Sam, o de coas de la escuela, pero nunca habíamos hablado de nuestros problemas. Necesitaba a Sam, pero aun faltaba tiempo para que él llegara. Me sentía solo en mi habitación, y mejor me fui a la habitación de él a esperarlo, una ves dijo él que se había esforzado para que su pequeño espacio se sintiera como su hogar y la verdad era que sí, se sentía muy bien estar ahí.

Faltaba casi una hora para que Sam saliera de la cafetería y no aguantaba más, me sentía quebrado por dentro. Me levante del sillón, salí por la puerta de atrás de la casa y caminé en dirección a la cafetería, tenía que desahogarme con alguien, necesitaba que fuera Sam.

Llegué y me quedé sentado en las bancas que había afuera del lugar esperando a que el turno de Sam terminara y por fin saliera para dirigirse a casa. Cuando salió venía con Kaled, venían platicando y en esta ocasión no quería que él me viera así, ahora también es mi amigo pero no quería estar platicando mis problemas a todos. Esperé sentado hasta que se despidieran y cada uno se dirigía en direcciones opuestas, ahí fue cuando me levanté y fui a alcanzara Sam.

—Sam— dije mientras caminaba por la calle para alcanzarlo— Sam, soy yo. — Volteo Sam y me dedicó una sonrisa, somo siempre solía hacerlo cuando recién me veía.

—Luca, que haces aquí... es decir, no es que esté mal, pero, es tarde y deberías estar en casa.

—Necesitaba verte, necesitaba hablarte, necesitaba un...— Sam me interrumpió y me abrazó, eso era justo lo que necesitaba, rompí en llanto sacando todo lo que había guardado estas horas, mi ex, que en ese entonces era mi novia aún,  me había engañado, me corto sin saber por que en ese entonces, mi amigo me dejó de hablar y la amistad se rompió y no supe en que momento y por qué, todo eran fracciones que por ingenuo no se me había ocurrido que esas fracciones en realidad eran las partes de un rompecabezas. —Mi novia,<< quien ya es mi ex>> y mi mejor amigo me engañaron y al no poder con la culpa dejaron de hablarme, fue la solución más fácil que se les pudo haber ocurrido.

—Vamos a casa — Me dijo Sam y me tomó por el hombro para abrazarme.


—No está mal que te sientas así, son personas  importantes  en tu vida y es lógico que te duela una traición por parte de ellos, Luca, pero si tan solo te explicaran que fue lo que pasó...

—Me vieron la cara, sabes lo que es eso, conozco a Guill desde hace mas de 15 años, fuimos al preescolar juntos y desde ahí hemos sido mejores amigos, era como un hermano, y sabes cuanto me dolía cuando entramos que ya casi no me hablara, se suponía que teníamos planes juntos de estudiar una carrera y ser amigos en la universidad, aventuras y vivir nuevas experiencias juntos, por otro lado tenía a una persona con la que el tiempo pasaba muy rápido  la semana era muy corta para poder hacer las cosas que queríamos, con ambos sentía una gran conexión eran unas de las personas mas importantes en mi vida, Sam, y enterarme tiempo después que me vieron la cara, no me quiero imaginar las cosas que hacían y decían a mis espaldas, en como se burlaron de mi, no soy la mejor persona del mundo, pero siempre trataba de ser la mejor versión de mi mismo para ellos, podían contar conmigo y creía que yo podía contar con ellos, pero ya veo que no fue así —comencé a llorar, estábamos en la habitación de Sam, estábamos sentados en su sillón, creo que sin duda de mis lugares favoritos, estaba recargado sobre su pecho, hablándole, sin verle a los ojos.

—Aún te interesa Paula, Luca. Por eso es que se te hace más difícil esto, por eso te duele, creo que en el fondo nunca cerraste ese ciclo con ella, por como me dijiste terminaste y enseguida te mudaste para acá.

Después del VeranoWhere stories live. Discover now