20.- De vuelta a casa

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Todo este camino y no encontramos a nade, la casa estaba ya en venta y parecía que llevaba así ya un tiempo porque lucía un poco descuidada. La pintura de la fachada de la casa estaba cayéndose, las ventanas estaban llenas de polvo y el pasto del patio estaba demasiado largo y seco.

-Tarde demasiado en tratar de remendar mis errores. -dijo Sam quien se había sentado en la banqueta de su casa, se había llevado las manos hacia su cabeza , se notaba que estaba triste.

-Tienen un año mas o menos que se mudaron-dijo un niño de aproximadamente unos seis años que se había detenido frente a nosotros en su bicicleta, parecía estar jugando pero no se veían mas niños a su lado.

-¿Tú conocías a las personas que vivían aquí?

-Era amigo de Bastie hasta que se fueron.

-¿Bastie?-dije con duda.

-A mi hermano Sebastian mi mamá le decía Bastie de cariño.

-¿Tú eres Samuel, el hermano de Sebastian?

-Si soy yo... ¿Sabes a dónde fueron?

-Si, se fueron a la Ciudad de México, pero no sé exactamente a dónde.

Sam comenzó a llorar y yo no sabía que hacer. Nunca sé que hacer en este tipo de situaciones, siempre estoy hay para las personas pero nunca sé qué hacer, siempre me quedo cayado. Esta vez, bajé mi trasero y me senté al lado de él y puse mi brazo sombre su hombro en forma de abrazo. El niño se fue mientras trataba de consolar a Sam y no vimos hacía donde había ido, era la única forma de saber de ellos, de la familia de Sam, a través del niño y se había ido.

Me levanté de la banqueta y tomé a Sam de las manos para que él también se levantara y le dije que le ayudaría a encontrar a su hermano, tal vez algún vecino sabía algo de ellos, tal vez alguien tenia la dirección de donde se habían mudado.

Vi que una señora venia con un niño, el niño que se nos acababa de perder volvía, y al parecer venia con su mamá.

-Hola, Samuel.-dijo la señora con un tono amable.

-Hola

-Me ha dicho mi hijo que tú eres el hermano de su amigo Sebastian, ¿es cierto eso?

- Si señora, soy su hermano.

- Nunca había mencionado que tenia un hermano, nosotros nos mudamos aquí hace un tiempo y jamás nos había contado eso.-<<No es la única, pensé>>- Nos dejó sus datos, en realidad solo una dirección y un numero de teléfono, te los paso.

La señora le dió un papel con los datos anotados ahí y se fue, -Ves, siempre que las cosas comienzan a ponerse feas hay alguien que llega a salvar la situación- dije y le agarré la mano- Es raro que la señora no preguntara porque siendo su hermano no supieras donde vivían, aunque claro, aún hay gente que ayuda por ayudar y no gusta andarse metiendo en vidas ajenas.

-No tenemos ya nada que hacer aquí, Luca. Disculpa por la perdida de tiempo que te ocasione. Hay que volver a casa.



Regresamos al aeropuerto y fuimos a comprar los boletos para regresar nos ese mismo día. Para nuestra mala suerte no había lugar, y el próximo vuelo saldría en tres días. Que íbamos a hacer, estábamos solos en Monterrey y no contábamos con mucho dinero para poder sobrevivir hasta el miércoles que hubiera vuelo, además teníamos clase mañana lunes.

- Podemos irnos en autobús, ademas es más económico.

- Si, y vamos a tardar más, es mas del doble de horas en autobús. Jamas llegaremos a tiempo para mañana llegar a clases a la universidad.

Después del VeranoWhere stories live. Discover now