CAPITULO 32:

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 Cambiamos lugares y nuevamente nos ponemos los cinturones. Me recargo completamente en el asiento y cierro mis ojos.

Harry: ¿Estás bien? –toma mi mano.

Abro mis ojos y lo miro.

Yo: ¿Te parece que estoy bien? –pregunto en un murmuro–. Estoy muy ebria y tú me has dejado conducir –frunzo el ceño, divertida.

Me mira un instante y sonrío ampliamente. Él también sonríe. Lleva mi mano a su boca y besa mis nudillos. Miro por la ventana un instante y cierro nuevamente los ojos.

#Narra Harry:

Aparco el coche afuera del departamento de ______. Bajo y lo rodeo, abro su puerta y la tomo en mis brazos. Se ha quedado dormida. Cierro el auto y entro al edificio. Con mucha dificultad, abro la puerta y entro, cerrando la puerta detrás de mí. La llevo hasta el dormitorio y la recuesto en su cama. Le quito los zapatos y la desvisto, dejándola solo en ropa interior. Me quito mi camisa y se la pongo. Se ve tan tierna y pacífica. Realmente se ha llevado un buen susto. Y no está pasando por una buena racha. Quiero decir, a todos les ha dado por querer cambiarla. No entiendo porqué, digo, la conocieron así, yo la conocí así. Obviamente no me gusta que ande en esto de las carreras, pero no le voy a exigir que cambie. Sé que no lo haría. Y no quiero que lo haga, no quiero que lo haga por mí ni por nadie, si no solo por ella. Me desvisto y me recuesto a su lado. Beso su cabeza y la pego a mi cuerpo. Yo no sé los demás, pero creo que yo moriría si algo le pasara.

#Narra ______:

Abro los ojos lentamente y parpadeo un par de veces. Llevo ambas manos a mi cabeza mientras me siento. ¡Joder! ¡Siento que va a estallar! Una grande mano se posiciona en mi cintura y me giro rápidamente. Harry. Con su otra mano talla sus ojos y luego de unos segundos, me mira.

Harry: ¿Resaca? –pregunta preocupado.

Asiento mientras hago una mueca de dolor. Me tumbo sobre mi espalda y pongo una almohada sobre mi cabeza.

Yo: ¿Por qué me dejaste beber tanto? –gruño en un quejido–. ¿A qué hora regresamos? Dime que condujiste tú –digo rápidamente.

Harry: ¡Yo no te dejé beber! –se defiende–. Regresamos como a la 1:30 a.m. Conduje la mayor parte del camino –responde.

Me quito la almohada de la cabeza.

Yo: ¿La mayor parte del tiempo? –lo miro confundida.

Harry: Sí, manejaste por un momento...

Yo: ¡Por Dios, Harry! No me recuerdo que pasó luego de las 11:45 p.m. lo que significa que estaba jodidamente ebria y... ¿¡me dejaste conducir así!? ¡Pude habernos matado! –lo interrumpo.

Harry: Hey, tranquilízate –gruñe–. Te insistí en que me dejaras conducir desde el principio, pero eres tan terca –niega con la cabeza–. Estuviste a casi nada de estamparnos contra otro auto, ahí fue cuando cambiamos lugares –añade con el ceño fruncido.

Abro mi boca, incrédula. No puede ser. ¡No puede ser! ¿Yo? ¿La mejor corredora clandestina de Londres estuve a punto de chocar? ¡Imposible! Jesús. Lo peor es que ni siquiera lo recuerdo. Me levanto de un salto y salgo de la habitación. Estamos en mi departamento. Camino hacia la cocina y una vez dentro, preparo la cafetera. Me siento frente a la barra y apoyo la cabeza entre mis manos. Joder. Esta resaca es como para morirse. Siento como Harry entra en la cocina y se acerca a mí.

Harry: Buenos días para ti también, amor –dice para luego besar mi cabeza.

Yo: Lo siento –le digo sin levantar la cabeza–. Buenos días, cielo –murmuro.

Harry me sirve café y lo pone delante de mí. Levanto mi cabeza y lo miro agradecida. Él sonríe levemente. Lo observo, está solo bóxers. Y entonces me percato de que yo llevo su camisa. Debió cambiarme en cuanto llegamos. ¿Qué haría yo sin él?

Yo: ¿Mi móvil se ha quedado en el coche? –pregunto luego de beber de mi café.

Harry: Está en el comedor... pero no creo que debas verlo –niega con la cabeza.

Yo: ¿Por qué lo dices? –lo miro confundida.

Harry: Solo... bebe tu café –cambia de tema.

Frunzo el ceño. Me levanto y voy hacia el comedor. Veo mi móvil sobre el sofá. Lo tomo y lo enciendo. Vaya llamadas pérdidas de Karly, 7 de Niall y 15 de Max. Joder.

Yo: Por favor dime que no les dije nada malo –miro a Harry detrás de mí.

Sonríe levemente y se acerca a mí.

Harry: No les has dicho más que la verdad –dice tranquilo.

Muerdo mi labio inferior. ¿Qué verdad les dije?

Yo: ¿Qué pasó?

Harry: Bueno, estabas bastante ebria, Karly y Niall intentaron decirte que lo dejaras, pero luego te levantaste y les dijiste que si no te querían como eras que te importaba una mierda y...

Yo: Para –lo interrumpo–. ¿Están molestos conmigo?

Harry: No lo creo –niego con la cabeza–. Llamé a Max y le dije que estabas bien aquí, solo estaba preocupado –se encoje de hombros.

Yo: ¿Fui injusta con Niall y Karly?

Harry: No, no lo fuiste –responde con el ceño fruncido.  

(*****)

 Max: Me ha llamado hace un par de horas –dice mientras se sienta a mi lado.

Me tenso de inmediato.

Yo: ¿No le quedó claro que no debía volver a molestarte? –gruño, frustrada–. ¿Qué quería?

Max: Me llamó desde el hospital, me pidió perdón –murmura–. Y la mandé a la mierda –dice orgulloso.

Yo: Que se joda –le digo entre dientes.

Suena el timbre y Max me mira.

Max: Ve a abrir –me dice.

Yo: Abre tu –respondo, encogiéndome de hombros.

Max: ______ –alarga.

Frunzo el ceño, pero me levanto. Avanzo hasta la puerta y la abro. Un gran, gran ramo de rosas blancas aparece detrás, cubriendo a quien las trae. Las miro impresionada. ¡Son preciosas!

Yo: Harry –digo emocionada.

Xxx: No... –responde.

Las rosas descienden lentamente, dejándome ver al dueño. Mi boca cae abierta, impresionada.

Yo: ¿Qué diablos...?



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HOLAAA otro martes más aqui!!!

espero que les guste, para esta historia ya queda poco para que acabe 

Y yo con una amiga estamos pensando en una nueva historia pero que aun va a tardar en subir

os quiero ,muchisimas gracias por leer y por vuestros comentarios 

-jud

¿CARRERAS O ALGO MAS? H.S( Secuela de ¿motos?)Where stories live. Discover now