Besos robados

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Se había pasado. Mucho. Cómo podía haberle dicho algo así? Ni siquiera lo pensaba.
Mientras veía caer las lágrimas por la cara de su amiga, se odió a si mismo por haberle hecho daño.

Quiso decir algo, pero las palabras no salieron de su boca.
Se limitó a mirarla y la vergüenza de si mismo que sentía le obligó a levantarse y abandonar la habitación.
Maldita sea, cuándo se había estropeado tanto esa noche? pensó mientras se alejaba.

Cómo se había atrevido a decirle algo así? De todas maneras, no le faltaba razón pero... Pensaba que era su amigo. Siempre la estaba cuidando, salvándole la vida, cubriéndole las espaldas... Y de repente, le atacaba en donde más le duele. Parecía que habían dado marcha atrás en el tiempo y se había transformando en el Bellamy de los primeros días: egoísta, arrogante, insensible. Habían recorrido mucho camino desde entonces y ya no eran los mismos que cuando aterrizaron, o quizá el sí?

Cuando Clarke le había reprochado por unirse a Pike aquel día en el arca y le había dicho que él no era así, el dijo que había sido así siempre, solo que tanto ella como Octavia se habían empeñado en hacerle creer lo contrario. Sería verdad? Había estado viendo sólo la parte se él que quería ver?

Luego recordó lo vivido esa noche: las charlas, las anécdotas, las bromas, las risas que habían compartido y se dijo que no, que no era posible que lo hubiera fingido todo. Ella lo conocía bien, sabía lo impulsivo que era y el carácter difícil que se gastaba cuando algo le molestaba. Qué le había molestado? Había dicho o hecho algo que le ofendiera? Si es así tenía que pedirle disculpas. Lo último que quería era arruinar una noche perfecta por un malentendido.
Se acabó su copa de vino y salió a buscarle.

Recorrió las habitaciones una a una y no lo encontró. Ni siquiera en en el balcón donde había ido las dos veces anteriores, cuando quería estar solo.
Dónde diablos estaba? Le habría pasado algo? Había bebido bastante y... Oh Dios mío, y si había ido al balcón y se había caído? Empezó a llamarle como una loca mientras el miedo fluía a borbotes por sus ojos en forma de lágrimas. Al momento apareció el chico corriendo por la puerta, se le veía muy asustado

-Clarke! Qué te pasa? Estás bien??- le gritó mientras miraba en todas direcciones. Al no ver ningún peligro, la miró de arriba a abajo para ver si estaba herida.

-Bell!- quiso gritar, pero solo le salió un susurro por la angustia que atenazaba su pecho. Y se tiró literalmente a su cuello y lo abrazó. Fuerte. Como aquella vez, cuando lo había visto entrar en el campamento después de que consiguiera huir de Mount Weather.

Clarke no dejaba de llorar y el no sabía que hacer para calmarla. Le devolvió el abrazo con fuerza.
En ese momento, ninguno de los dos recordaba la discusión ni quién dijo qué. Sólo existían ellos dos y ese abrazo.

Cuando se hubo calmado un poco, Clarke consiguió preguntar -dónde estabas? Te busqué por todas partes y cuando no te encontré pensé que te había pasado algo, que habías perdido el equilibrio por el vino y... - la voz se le quebró en ese momento.
-Necesitaba un poco de soledad para pensar y me metí en una especie de balcón oculto que encontré cuando buscaba la comida. Lo siento, no quería asustarte- le dijo, con sinceridad.
-No, yo lo siento. Se que debí decir o hacer algo que te molestara para que me dijeras aquello, no se lo que fue pero no era mi intención, yo...

-Eres única, Clarke Griffin- dijo él con una sonrisa incrédula en los labios - solo tu pedirías disculpas a alguien que te dice algo como eso- siguió -soy yo el que te tiene que pedir disculpas, lo último que quiero es hacerte daño y además ni siquiera pienso lo que dije. Es solo que a veces me comporto como un capullo, ya me conoces- dijo, bajando la mirada, avergonzado.

-Si te conozco, y se que actúas así cuando algo te molesta, qué fue lo que hice Bell?

-Dijiste que me veías como tu hermano- dijo, sin pensar. Cuando se dio cuenta de a dónde estaba yendo la conversación, se sonrojó y bajó la mirada.

Clarke lo miraba, confundida. Luego recordó el comentario y reaccionó -no era eso lo que quería decir! Solo era un cumplido, creo que eres el mejor hermano que una chica podría desear, solo eso. No dije que quisiera que tu fueras mi hermano, eso sería raro- concluyó.

-Raro por qué?- quiso saber él, súbitamente interesado.

-No se- dijo ella, con esa expresión inocente que le volvía loco -no se lo que siente una chica cuando está con su hermano, pero estoy bastante segura que no debe ser lo que siento yo.

Genial, el efecto parlanchín del vino seguía ahí así que el chico decidió aprovecharlo para saber la verdad de una vez por todas. -Y que sientes?- preguntó mirándola a los ojos intensamente, anticipando su respuesta.

-No se Bell, seamos honestos, tu eres un chico atractivo, tenemos cierta química, yo no soy de piedra y cuando te quitas la camiseta...- cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo se puso roja -creo que ya he bebido suficiente- se giró para salir de allí cuanto antes -ya empiezo a decir tonterías.

-Pues yo creo que deberías tomar más - dijo él burlonamente mientras la seguía, pisándole los talones -empieza a gustarme esta Clarke- estaba coqueteando con ella?!

-No te emociones Blake, son palabras de borracha- dijo, intentado quitarle importancia cuando llegaron a la habitación. Cuándo se había vuelto tan pequeña? Y por qué hacía tanto calor? Se quitó la chaqueta y se sentó en el sofá.

-Los niños y las princesas borrachas siempre dicen la verdad- continuó él,  sentándose muy cerca -además se te nota que estás loca por mi desde el principio- bromeó él, fingiendo una seguridad que no sentía, pero las mariposas de su estómago hablaban por él.

-Cómo puedes ser tan creído?- preguntó ella, fingiendo sentirse indignada y alejándose un poco en el sofá.

-Creído yo? Fuiste tu la que dijo que sentía no-se-qué cuando me veías sin camiseta- dijo él, y poniendo una sonrisa maliciosa, continuó -sabes qué? Esto se soluciona con una demostración práctica.

Se levantó, se quitó la chaqueta y la camiseta y se volvió a sentar muy cerca de ella, inclinándose para dejar su cara a solo unos centímetros de la de ella - quieres decir que si me quedo aquí parado, sin camiseta, tu no sientes nada, correcto?

A que estaba jugando? Y por qué estaba tan nerviosa? Maldito calor!
-creo que no soy la única que delira por el alcohol- dijo, intentando desviar la mirada de él.

-Oh no, yo hace rato que estoy sereno, no te equivoques- se acercó hasta quedarse a distancia de beso. Se fijó en que ella ahora lo miraba fijamente, alternando su mirada entre sus ojos y su boca. El hacía lo mismo sin darse cuenta. Supo que ya no había marcha atrás e hizo lo que había deseado hacer aquel día en la playa. Venció la distancia que había entre los dos y le robó un beso.
Cálido. Apasionado. Breve.
Se separó y la miró a los ojos para leer su reacción.

Clarke estaba en shock, Bellamy la había besado! Y vaya beso... La pilló totalmente desprevenida, pensó que estaba jugando y que solo quería molestarla. Aunque ella lo deseaba, tenerlo tan cerca provocaba una corriente eléctrica entre los dos que era difícil de soportar. Además, era tan sexy... Cuándo se había vuelto tan atractivo? Por qué hacía tanto calor?!

Clarke solo lo miraba, no se movía y él empezó a pensar que quizá todo estaba en su cabeza. Quizá si que le había afectado el alcohol después de todo. Desde luego, había ejercido de valor líquido y, aunque ella no quisera nada con él, no se arrepentía de haber dado el paso.

Confuso, empezó a retroceder en el sofá pero ella le detuvo agarrándolo con fuerza por el brazo.

-No- dijo- espera. Se acercó a él, mirándole fijamente a los ojos y le dio un beso. Dulce. Suave. Fugaz. Como si quisiera comprobar algo. Se separó medio segundo para mirarle, como si lo hiciera por primera vez. Ambos tenían la respiración agitada y, al unísono, se fundieron en un apasionado beso.
Largo. Profundo. Rebosante de deseo.

Tenemos que salvar el mundo...otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora