El Reino de la luz. Final Fantasy XV

Capitulo : 4 "Los Cuatro"

Un fastidioso sonido irrumpió los oídos de aquellos 4 fugitivos los cuales se encontraban en un profundo sueño luego de un exhausto día entrenando y preparando armas para defenderse de los soldados del imperio Niflhaim que se toparan en su camino a Altissa.
El primero en despertar fue Gladiolus, soltó un ronco bostezo y hecho su cabeza hacia atrás masajeando su nuca con un gesto de cansancio. El segundo en seguirlo fue Ignis, el cual apenas oyó el sonido, se incorporó bruscamente quedando sentado; escuchó un quejido proveniente de su amigo de cabellos claros, el cual exclamó:

- ¡Ah, estoy tan cansado de esto!. -Ignis vio con desaprobación cómo volvía a tumbarse, y sonrió cuando Gladiolus le propinó una sencilla patada en la parte inferior de su rodilla. El rubio soltó un gemido de dolor para luego incorporarse e ir a gatas a un rincón de la pequeña carpa donde se encontraba su mejor amigo de la infancia.

Ignis y Gladiolus miraron hacia la dirección donde había ido el Prompto. Viendo como un pelinegro se giraba lentamente, quedando boca arriba frotando sus ojos con su brazo derecho.

— Despierta Noct. -Exclamó el rubio moviéndolos bruscamente al no obtener respuesta a su comentario. El de ojos azules gruñó fuerte en forma de advertencia para que lo dejaran dormir. Finalmente se rindió logrando incorporarse aun con los ojos cerrados.

— Buenos días princesa. -Bromeó Gladious golpeando su mejilla siendo alejado bruscamente por la mano del pelinegro-. Vamos Noct, tenemos un largo día esperándonos. -Afirmó el hombre de musculatura gigante mientras enderezaba su cabello castaño hacia atrás y salia de la tienda de campaña.

Salieron en el siguiente orden: Gladiolus seguido por Ignis, el cual limpiaba sus gafas, Prompto extendió sus brazos recibiendo rayos del sol en su rostro obligandolo a entre cerrar sus ojos. Y el último en salir fue Noctis sin cambiar la expresión seria de su rostro los siguió.

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- ¿Qué debemos hacer primero? -Preguntó el joven pecoso caminando por el verdoso valle que los rodeaba-.

- Primero encontremos animales buscados y vendamos y luego pasaremos por un restaurante por un bocadillo. Ademas de confirmar que no haya rumores sobre que el príncipe de Lucis fue visto. y por último iremos con Cindy, nuestra bebe ya debe estar lista, pero necesitamos pagar el resto. -Explicó el de ojos ámbar para luego extender su mano hacia la tabla y escoger un Búfalo de 20.000 Guiles.

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— ¿Listos para ordenar? -Cuestionó la chica de coletas al otro lado del largo mostrador de mármol con dibujos tallados en este haciéndolo mas llamativo desde el punto de vista de las pocas personas que terminaban allí ya que el restaurante se encontraba a unas 3 millas separada de la carretera.

— Mmm... ¿Qué pediré? -Indeciso miró el menú de reojo, el rubio tomó el mediano papel y lo paso frente a los azulados ojos del azabache que se encontraba a su lado con una expresión antipática.

— ¿Tú que quieres, Noct? -El nombrado se acercó más hacia la tableta para ver mejor las opciones.

— ¿Noct? -La joven lo miro extrañada, aquel nombre le resultaba conocido, lo había escuchado en algún momento-. ¡Ah! -Gritó, giraron su vista hacia ella abriendo los ojos por completo.

— ¿Qué? -Se preguntó Prompto en voz alta para luego ser empujado bruscamente hacia atrás por Gladiolus el cual trató de cambiar eliminar la sospecha.

— Hamburguesas y bebidas para cuatro. -Con un tono suave y seductor apoyó su codo en el mostrador, sosteniendo su rostro-. Dejaré que tú decidas los detalles. -El rubio soltó una leve carcajada al escuchar la voz de su amigo. Un leve sonrojo adornó las mejillas de la castaña, asistiendo con la cabeza rápidamente yendo hacia la cocina a dejar el pedido.

— ¡Cafi nof defcubfen! -Anunció sin importarle la cantidad de comida que se encontraba en su boca. Gladiolus se encontraba sentado a su lado saboreando una patata frita con los ojos cerrados meditando la situación por la que casi acababan de pasar. Ignis el cual se encontraba sentado frente a Gladiolus, recién había empezado por comer su hamburguesa; Noctis apartaba con un tenedor los vegetales que le desagradaban de su hamburguesa-. ¡Efo eftubfo cefca!

— No hables con la boca llena. -Balbuceó Gladiolus a regañadientes aun en la misma posición.

— Noct, ¿Crees que te descubrió? -Cuestionó a su amigo el cual seguía con la mirada centrada en sacar los vegetales de su hamburguesa y depositarlas en la bandera de Ignis-.

— Lo dudo. -Replicó solvente adoptando una mirada desagradable del joven con gafas-.

— Se mas diligente de hoy en adelante. -Selló sus ojos dándole otro bocado al manjar que tenia entre sus manos-. No queremos causar una esce... ¡Noct! -Le brindó una mirada desafiante al ver que su Atezado amigo seguía vertiéndole sus vegetales. Exhaló al no obtener réplica de este-.

— Ignis. -Llamó Gladiolus muchacho de lentes, recibiendo un murmuró que lo tomó como un monosílabo-. Deja de consentirlo. -Apuntándolo con una patata frita-. O nunca se le quitará esa costumbre de comer.

— Aprecio el consejo, ¿Podrías decirle eso tú mismo? Por más que lo intente no logro que se le quite. -Ojeandolo receloso-.

— No lo haré. No es mi problema. -Confrontándolo con la mirada sujetando un poco para quedar cara a cara con el joven de gafas.

— ¡Oigan ustedes 2, no hay que pelear en la mesa! -Interceptó Prompto alarmado-.

— ¡No estamos peleando! -Alegaron ambos mirándolo con el seño fruncido-.

— Oigan, Oigan estoy comiendo.-Los 3 se voltearon hacia Noctis el cual al fin había iniciado a comer su hamburguesa-.

— ¡Qué sorpresa! -El castaño tapó sus ojos sarcástico-.

— Vamos, vamos. Debemos buscar el auto. -El rubio se levantó de su asiento-.Cindy debe estar esperándonos.

— Tiene razón. No la hagamos esperar. -Asintió Ignis mientras secaba y limpiaba su boca con una servilleta, luego de dicha acción los restantes 3 se levantaron decididos a irse.

~ Informes de último momento: La princesa Áiniris Lugmila Cierlus heredera al trono de Cierlus ha desaparecido. Idolas Aldercapt ordena que cualquiera que la encuentre, recurra a el imperio Niflheim de inmediato~

— ¿Acaso dijo Cierlus? . -Preguntó el castaño mientras ajustaba sus gafas-.

— ¿Hay un reino así? -Cuestionó Gladiolus de la misma forma que Ignis mientras era el último en salir del restaurante-.

— Creo que no. Es la primera vez que escucho que nombran a ese Reino. -Giraron su vista a su amigo Azabache el cual tenía el seño fruncido.- Noct...

— Se supone que ese reino... Ya no existía. -Continuó el pelinegro -.

— Eso si que es raro. -Soltó Prompto pasmado-.

— Bueno sigamos. —Dijo Gladiolus empezando a correr por el verdoso valle.—