Capitulo 25: Mal cupido

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En serio que la matemáticas no se me daban no las podía comprender por mas que me esforzaba terminaba por olvidar las dischosas formulas.
Toco el timbre anunciando que se terminaba su hora y dando inicio al receso.

—¿Que quieres que te traiga ?— me pregunto Anna mientras se levantaba.

—Lo de siempre uh y un refresco — Sonreí triunfante — no te entretengas en el camino amiga.

—Esta bien, ya vengo — cogio su dinero y se marcho.

Por suerte nadie quedo en el aula podía estar sola sin ningún problema, o eso creía hasta que entró Damian lo mire por varios segundos pero de inmediato oculte mi rostro en mis brazos que estaban cruzados, desde aquel día no volvimos hablar se podría decir que aun seguía resentida.

—¿Has vuelto a ir a la casa de Jason ?

Alce la cabeza y lo mire, cuestionandome si responderle o simplemente ignorarlo, aun que podía mentirle.

—Pues si, he vuelto a ir a su casa —lo mire fijamente.

—Ya te dije que no volvieras a ver a ese chico —dicho esto se fue dejandome con la palabra en la boca.

A los pocos segundos apareció Anna con lo que le había pedido sonriente demasiado diría yo.

— Ten tu comida — me la entrego y se sentó a mi lado.

—Bueno chicas ¿Que se cuentan? — hablo un Harry sonriente que solo miraba a Anna.

—No mucho —sonrió.

—Lo mismo de siempre uh chicos estaba pensando y si este viernes vamos a una discoteca — bebí de mi refresco.

— Tengo que pensarlo, ese dia trabajo tambien.

—Yo tampoco se, pero te aviso si algo — término de comer.

Estaba siendo un mal tercio, tenia dos opciones seguir aquí o irme y dejarlos tranquilos, pero hoy no iba a hacer mi obra de caridad.
Continúe comiendo en silencio mientras ellos dos hablaban animadamente, tendría que hacerles un drama ya que últimamente me estaban dejando un poco de lado.

—Bueno chicas me tengo que ir — se levantó y se despidio de ambas para luego irse de allí.

—¿Que son tu y Harry ? Y la verdad Anna —termine de comer.

—Tarde o temprano te ibas a enterar así que — suspiro —pues aun no somos nada oficial pero estamos como decirlo — dudo lo que iba a decir.

—Novios no oficiales di eso — la mire divertida.

— En otras palabras si — sonrió sutilmente.

—Bueno pues hoy estas de suerte por que podrás irte con el a solas caminando — Sonreí burlona — seré una buena cupido.

—Preguntaria a que se debe pero no lo hare así que esta bien — río levemente.

El timbre toco anunciando que el receso había terminado.

(...)

Ya las clases habían terminado, todos se habían ido hace poco, y como no yo me quede de última recogiendo mis cosas de todas formas me venían a recoger o eso creo, salí del aula y camine hasta la salida, busque con la mirada a Thomas pero aun había mucha gente fuera, divise una mano que se movía suponía que era el, camine hasta el recibiendo una que otra mirada.

—¿Donde es que me llevaras ?— pregunte una vez que estube al frente de el.

—A conocer a alguien sube, que llegamos algo tarde Damian y Fawn ya están allí —dicho esto se subió a su auto.

Imite su acción y me subí en el copiloto poniéndome el cinturón de seguridad.

— ¿Cuanto tardaremos? — pregunte.

—Ni idea —puso en marcha su coche.

Envíe un mensaje a mi madre avisándole que llegaría algo tarde, guarde mi teléfono y puse la radio para que el ambiente no fuera tan silencioso.

— ¿Owen también estará ahí ?—Lo mire.

—Para tu gran suerte si el estaría ahí — sonrió burlón.

— Supongo que me mirara mal todo el rato al menos que tu — vi algo de molestia en su cara —Oh vamos era una broma —me reí.

—No es divertido plana —recalco la palabra plana.

—Eso dolió —fingí que caia una lágrima —pero es la verdad.

Durante el viaje estuvimos hablando y riendo de cosas sin importancia, seriamos muy buenos amigos.

—llegamos —apago su auto y se bajo.

Mentiria si digo que era un castillo pero era algo parecido a uno era enorme supongo que la persona que vivía aquí debería ser muy rica, baje del auto y seguí a Thomas.

—¿sorprendida ? — me miro divertido.

— Pues si para que mentirte esto es enorme —mire todo.

— Bueno conocerás a la persona que vive aquí — abrió la puerta.

Entre admirando cada detalle del lugar mientras lo seguía, a lo lejos podia escuchar una voces, que provenían de un enorme comedor ahí se encontraban todos.

—Thomas Ross hasta que llegas — hablo un chico poniéndose de pie.

—No fue mi culpa —alzo los hombros y se fue a sentar dejandome sola y desconcertada.

—Bienvenida señorita a mi casa — sonrió amablemente —Soy Nicholas Greenwod —hizo una breve inclinación.

—Encantada soy Lira Demon — sonrei imitando su acción algo tonto hacerlo pero mi cuerpo se movió solo.

Amarte es peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora