Capítulo uno.

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"El menor miro sonrojado al azabache sobre él, aun no podía creer lo que estaban por hacer y a pesar de que aparentaba no estar de acuerdo con las caricias que el otro le daba, era más que claro que estaba ansioso y muy excitado.

Hayato, relajate o te dolerá–La suave voz del jugador de béisbol provocó que el sonrojo del bombardero aumentara.

–¡Callate y hazlo, maldito friki!–El gruñido del peliplata divirtió al mayor, su querido Gokudera nunca cambiaría.

Con un movimiento rápido pero preciso, Takeshi metió su..."

¡Ya callate! ¡No puedo soportarlo más! ¡Juro que los matare a todos ustedes, bastardos!–El verdadero Gokudera miro furioso, y sonrojado, a la piña frente a él.

Mukuro suspiro aburrido antes de cerrar el libro en sus manos, lo habían interrumpido justo en la mejor parte y él que tan amablemente había estado dispuesto a regalarle aquel libro a los protagonistas de la historia.

–¿Dónde encontró ese libro, Mukuro-sama?–La única chica en aquella habitación miro nerviosa al ilusionista.

–Lo vi en una tienda y como había escuchado mucho sobre esa escritora de parte de Fran, Chikusa y M.M decidí comprarlo y ver porque le daban tanta importancia–La piña se sentó frente al único en aquella habitación que parecía dispuesto a comprarle el libro, léase como Yamamoto.

–Y-Ya veo, en fin, ¿Dónde esta boss?–La pelivioleta miro divertida a la mano derecha del jefe mientras seguía con su rabieta y discutía con Lambo y Ryohei al mismo tiempo.

–Tengo entendido que el omnívoro esta en su habitación, no ha salido de allí desde hace dos días–El comentario del guardián de la nube silencio las negociaciones de Yamamoto y Rokudo y las peleas de los otros tres.

–Me preguntó ¿Qué estará haciendo, Sawada?–El boxeador se alejo del bombardero llevándose con él a un azabache de doce años.

–El otro día escuche algo que sonaba como hojas siendo rasgadas y disparos en la habitación de Tsuna-nii–El menor de todos los presentes se estremeció al recordarlo, ¿Por qué tenía que hacer ese tipo de ruidos cuando acababa de ver una película de terror a las tres de la mañana?

–Pues yo vi al ex-arcobaleno del sol salir de la habitación de Tsunayoshi con un saco en brazos anoche–La piña le entrego el preciado objeto al azabache a su lado sin que nadie se diera cuenta, ya después le cobraría.

–Yo vi a Tsuna salir de su habitación en la madrugada, como a eso de las dos de la mañana en busca de comida, en cuando me vio salió huyendo–El chico sonrió antes de guardar aquel objeto, si Gokudera se enteraba de que lo tenía seguramente los quemaría a ambos, a él y al libro.

––Esta mañana fui a llevarle el desayuno y no me abrió la puerta, incluso me dijo que no lo molestara en las siguientes doce horas y que si veía a alguno de los ex-arcobalenos o a Uni les dijera que no estaba–El supuesto líder de los guardianes fue a sentarse en algún rincón de la habitación mientras recordaba aquello, "Juudaime ya no me quiere como su mano derecha, tal vez ya no merezca seguir viviendo".

Los guardianes ignoraron al italiano, cada uno perdido en sus pensamientos, ya habían pasado seis años desde la batalla de representantes y cinco desde que el castaño había tomado el cargo como líder de Vongola y desde hace unos meses que había desarrollado algún tipo de fobia a los lugares de la mansión que no fuesen su habitación y oficina, definitivamente algo andaba mal con él y parecía ser que los únicos enterados de qué le pasaba a su adorado jefe eran los arcobalenos y Chrome, aunque la chica lo negase.

Sin embargo había algo que les preocupaba aun más y era que un mes antes de que Tsuna se empezara a encerrar en su habitación había aparecido una misteriosa escritora y mangaka que basaba todas sus historias en ellos, en un principio sospecharon de la ilusionista que tenían por compañera, pero las sospechas se desvanecieron cuando Lambo les comento que aquellos libros tenían información que la chica no sabía de ellos, les preocupo bastante saber que el niño vaca leyera esas cosas pero decidieron no decir nada ya que no querían escucharlo llorar, molestaba.

–¡Termine!–El grito de jubiló del cielo de Vongola los sorprendió a todos y le saco una sonrisa a la chica de parche.

Un remolino castaño apareció frente a ellos y sin dudarlo un solo segundo tomo a la única chica en la habitación y la abrazo emocionado al parecer había sucedido algo bueno, el rostro de la chica se sonrojo y los guardianes más conflictivos reprimieron un gruñido de molestia, las reacciones de los demás era lo de menos en esos momentos.

–¿Termino, boss?–Chrome sonrió divertida al ver la infantil emoción en el rostro de su jefe.

–¡Sí!, con eso hecho Reborn no tendrá excusa para no dejarme salir de la mansión, ¡Podremos ir a ver a Enma-kun y a los demás!–El chico se alejo un poco de la pelivioleta sin dejar de abrazarla y fue cuando notó la presencia de los demás guardianes, entró en pánico.

–Kufufufu~, no sabía que ustedes se llevasen tan bien–Los rostros sonrojados de la chica y su jefe palidecieron y se separaron con rapidez.

–Como sea, ¿Alguien ha visto a Reborn?–El nervioso cambio de tema del joven Vongola molesto aún más a la niebla y la nube.

–Reborn-san fue a visitar a Uni esta mañana, dijo que regresaría para la cena y que en caso de que usted saliera de su habitación girando "¡Termine!" le informe sobre el papeleo que se ha estado acumulando en los últimos días–La alegría del cielo murió al escuchar aquello y con un suspiro desganado se retiro en dirección a su oficina seguido por su guardiana y cómplice favorita.

Los hombres, y el adolescente, miraron a aquel sospechoso por irse en silencio, sin aclararles el porque de su tan cercana relación, ¿Es que no confiaban en ellos? ¿Estaban saliendo en secreto? El sólo pensamiento de que eso pudiese pasar los irrito un poco, excepto a un par de ellos quienes ardían en cólera por la sola idea, Mukuro no quería que la chica que había cuidado como una hija fuese corrompida por su torcido jefe, la piña tenía muy mala imagen del pobre e inocente castaño por algo que sucedió con I-pin y Haru tiempo atrás, y las razones de la ira de Hibari Kyōya eran un total misterio.

–Muy bien, lo he decidido, que comience el plan para descubrir lo que pasa con Tsuna-nii–La seriedad del menor de todos los sorprendió un poco, sin embargo no evitaron sonreír, Lambo seguía siendo un niño.

–Ya que estamos en eso tal vez debamos buscar a aquella persona que nos usa para escribir su porno gay–La sugerencia del malhumorado Gokudera fue aceptada, tres de los presentes exigirían un autógrafo cuando descubrieran la identidad de esa gran escritora.

Demasiado tiempo libre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora