Eclipse al Amanecer

Capítulo 2 - En la reserva A ojo de Jacob

Llegué a la casa de los Clearwater después de ir a buscar a Embry y traerlo conmigo. Este bajó de la moto bastante emocionado, ya que era el momento para que el chico despertara sus genes lobeznos, entrando al lugar sin tan siquiera tocar a la puerta.

Leah salió a mi encuentro, agarrándose la barriga con una gran sonrisa. Su cabello largo estaba peinado de medio lado para cubrir la cicatriz que Sam le había dejado en el rostro, abrazándole con fuerza, después de depositar un beso en su mejilla marcada, apartándole el cabello a un lado, sobándole el pronunciado abdomen.

—¡Jake no! —Exigió ella, cubriéndose de nuevo el rostro con el cabello, mientras yo volvía a abrazarle.

—¿Ya fuiste a ver al Doctor Carlisle? —Pregunté, tomándola de la mano, después de darle otro beso en su abdomen, adentrándonos en la casa, saludando a Sam, quien se encontraba junto a Seth y Embry, observando el futbol mientras Leah me respondía entre susurros.

—Sam no quiere, Jake. —Solté su mano, mirándole por demás molesto ante aquello.

—¿Por qué demonios tienes que hacer lo que Sam diga? —A lo que él respondió desde su asiento.

—¿Por qué soy el hombre Jacob, por eso y soy yo quien manda aquí? —Solté una risotada irónica.

—¡Vaya!... es cierto... habló el macho dominante. —Leah comenzó a ponerse nerviosa, mientras Seth bajó la cara y Embry observaba las reacciones de Sam ante mis palabras.

—Pues no sé quién es el macho en la relación entre el vampiro y tú, Jake... pero aquí quien lleva los pantalones soy yo. —Embry se cubrió la cara y Seth se levantó rápidamente a abrazar a su hermana, al ver como la chica se tapó la boca con la mano, observando su rostro algo descompuesto.

—Pues te puedo asegurar que soy mucho más hombre que tú, Sam... ya que yo sin duda alguna Jamás, pero jamás... atacaría a una mujer. —Sam se levantó del sofá, mientras Leah se interpuso entre ambos.

—Por favor Sam... te lo suplico... deja de faltarle el respeto a Jacob, te lo ruego. —Éste le sacudió la mano, mientras yo le abrazaba dulcemente para apartarla a un lado.

—Tranquila reina, esto es entre el señor "Me creo más macho que Jacob, porque embarazo y golpeo mujeres" y yo. —Comencé a caminar hacia la puerta trasera de la casa, haciéndole un ademan a Embry para que me siguiera. El chico se levantó rápidamente, saliendo junto conmigo, mientras que los demás nos seguían, salvo Leah, quien prefirió ver todo desde la puerta.

Embry se quitó la ropa, quedándose tan solo en bóxer, mientras que Sam nos observaba desde las escaleras que daban al corredor de la parte trasera de la casa y Seth junto a su hermana contemplaba todo con los ojos brillantes de júbilo.

—Necesito que pienses en algo que realmente te haga sentir molesto. —Le exigí a Embry, siendo Seth quien gritara desde su posición.

—Los leones de Detroit le ganaron a los pieles rojas de Washington cuarenta a treinta y dos. —Todos comenzamos a reír, escuchando como Leah le retaba para que el chico me dejara trabajar.

—Necesito que trates de sentir odio, amor, ira, dulzura, fuerza, y todo eso unido a un autocontrol total. —Le expliqué al muchacho, quien me miró fijamente, mientras yo le lanzaba miradas furtivas a Sam.

Embry comenzó a jadear y a temblar, tratando de controlar sus temblores, acercándome para posar mi mano derecha sobre su pecho, invocando al espíritu guerrero.

—Kolìswóli chik taka Akki... Tsítsxil layaas kidasstalich bikwatakkayo Quileutes xaawas layass xakal hixat lawatsakil. [—Invoco al gran Taka Akki... a que guíe a este su leal guardián Quileutes a encontrar su fuerza y su espíritu lobezno.]