Primer día en el infierno

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Capítulo 3

Primer día en el infierno

Hermione bañó a su joven profesor y fue a vestirlo con un lindo traje azul, con el que obviamente el pequeño Severus no estaba contento, ya que era un azul claro. Ella no había podido detener el rubor de sus mejillas mientras lo bañaba, ya que fue algo en demasía incómodo. Y, al parecer él sentía lo mismo porque no la miró durante todo el tiempo que duró el baño.

Esto es lo más embarazoso que me ha pasado. ¡Al diablo con James Potter colgandome de cabeza con toda la escuela para ver! ¡Esto es diez veces peor!

Hermione lo puso sobre la cama y frunció el ceño - no sé si debería ponerte un pañal - Murmuró para sí, pero él lo oyó.

Ni se te ocurra mocosa.

Hermione vio el disgusto en los ojos de su profesor y frunció los labios. Era obvio que había al menos un poco del Snape adulto dentro del niño, por su actitud y las expresiones que hacía.

- Bueno, sólo espero que usted no tenga un accidente, porque no quiero limpiarlo - dijo con un suspiro.

Con mayor razón yo debería cagarme en mi mismo en este momento.

Hermione estaba cansada después de haber vestido al profesor Snape y se dejó caer en la cama, mientras el niño estaba sentado en el suelo mirándola. Se frotó los ojos y se quedó mirando al techo, preguntándose si las cosas podían ser peores.

¡Oye! ¿Dónde está mi comida mujer? ¡No es como si yo mismo pudiera conseguirla ahora!

El niño empezó a gritar causando que Hermione se sentara rápidamente con una mirada de preocupación. Él la miró y después de un momento estaba haciendo un berrinche.

- Tiene que encontrar otras formas de llamar mi atención - le espetó.

Con un demonio.

- ¿Tienes hambre o algo? - preguntó ella con cansancio.

¡No jodas! Es hora de la cena. Eres la sabelotodo, ¿o finalmente decidiste dejar de serlo?

Hermione llamó a un elfo doméstico para que les llevara comida a la habitación. Luego recogió a Snape, muy a su disgusto, y lo puso en un silla alta que conjuró. Él miró la silla y luego a ella.

¿Esto es jodidamente en serio?

Cuando la comida apareció, Severus se quedó mirándola con incredulidad.

¿Qué demonios es esta mierda? ¿Comida de bebé? ¡No! ¡De ninguna manera voy a comer esto!

Cuando Hermione se dio la vuelta, Snape gritó y arrojó el plato de comida de bebé. Dio una patada y un gritó para aclarar su punto. Luego, vio a la señorita Granger empapada en la comida de bebés y se echó a reír histéricamente.

¡Ja! ¡Al fin sucede algo divertido!

Hermione sintió la tensión subir a través de ella y parpadeó para contener las lágrimas de frustración. Ella rápidamente se lanzó un Scourgify a sí misma y se sentó en la silla junto a la de él.

- Está bien, necesito saber que quiere comer - dijo con resignación.

¡Como si pudiera hablar!

- No te puedo alimentar con filete o algo por el estilo, así que ¿qué tal sopa? - preguntó ella mirándolo. El niño negó con la cabeza y le frunció el ceño.

- ¿Pollo y arroz? - Una vez más, recibió una sacudida de cabeza.

¡Quiero algo que me llene mujer!

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