Guilty

Solo un sueño

**Narra la autora**

Ni si quiera había amanecido cuando salieron en busca del lugar, según Sanji se encontraba abandonado desde hace tiempo, nadie habitaba ya ahí, pues estaba en pésimas condiciones, había sido utilizado antes como refugio de los más peligrosos y enfermos delincuentes, pero abandonado tras una inundación que se llevó consigo la mayor parte de la estructura.

Nami, Sanji y Luffy serían los que inspeccionarían la zona antes de cualquier otro movimiento, entraron guiados con un mapa viejo del alcantarillado, pues los actuales ya no tenían incluidos la parte del plano que necesitaban, ni si quiera estaba en uso. Llevaban con ellos algunas lámparas de mano, varitas incandescentes que no estaban encendidas (solo eran por si acaso) y llevaban ropas que los abrigaban lo suficiente, en el interior hacia mucho frío...

Conforme avanzaban, más se hacia notable un olor extraño, intentaron hacerse a la idea de que se trataba del agua estancada durante tanto tiempo, de lo contrario, vomitarían su desayuno...

Al poco rato tuvieron que apagar las linternas, pues a lo lejos comenzaron a verse pequeñas lámparas colocadas en los muros con alambres, estaban encendidas y su luz era muy tenue.

-Luffy... -Susurró Nami con cautela- ¿Crees que haya alguien haya adelante?

-Lo dudo -Respondió este, con un tono bajo- Sanji, ¿Ves algo haya adelante?

Sanji no respondió, como estaba oscuro no podían ver bien si había alguien adelante, apenas podían ver sus propias narices.

-Creo que hay alguien haya adelante... -Habló Sanji después de un buen rato de silencio- Será mejor que esperemos un rato antes de continuar.

Los tres asintieron con la cabeza, no podían verse los unos a los otros, pero supusieron que estaban de acuerdo, justamente en ese momento, el ruido de un arma al disparar llenó los túneles por completo, fue bastante rápido, y aunque se escuchó a lo lejos, se tiraron al piso de la sorpresa, y Nami no pudo evitar dar un grito de susto, revelando al momento que se encontraban escondidos.

La primera reacción que tuvieron fue la de levantarse, pero justamente cuando Luffy logró reincorporarse, había alguien delante de él, alguien bastante alto, gordo y cabello café peinado con una trenza, según lo que se alcanzaba a ver por la escasisíma luz.

-¿Quienes son ustedes? -Preguntó con una voz curiosa, fuera de lo normal, mientras les apuntaba con un arma.

-Em... -Tartamudeó Nami nerviosa- ¿A caso no sabes quiénes somos?

-¡Por supuesto que no! ¿Quienes son ustedes?

Ninguno contestó. En su lugar se escuchó un pequeño bip proveniente de su bolsillo.

-¡Tch! -Se quejó este, llevando su mano hasta su bolsillo para sacar su móvil, aparentemente le había llegado un mensaje.

Lo leyó con gesto molesto, después su rostro cambió radicalmente de expresión y miró a los tres, después a su móvil, luego a ellos de nuevo y por fin a su móvil.

-Debieron haberme dicho que eran ustedes -Dijo al mismo tiempo que apartó el arma de ellos y su tono se volvía más sumiso- ¡Una sincera disculpa!

-Está bien -Respondió Nami como la reina que es, se levantó del suelo y se sacudió- ¡Espero que no haya próxima vez!

-¡P-por supuesto que no! -El sujeto comenzó a hacer reverencias como disculpa- ¡Lo siento mucho, Señorita Monet!

Los tres se sorprendieron al escuchar el nombre, no esperaban que fueran a dar con alguno de los que buscaban tan pronto.