1- Chico nuevo.

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Jordan.

Domingo 13, mayo 2001

Doy un respiro profundo mientras meto la última muda de ropa en mi maleta, exhalo el aire que estaba conteniendo y entonces mi mirada se desvía hacia una foto en un pequeño cuadro sobre mi cama.

— Hijo... Sabes perfectamente que no es necesario que acepte ese trabajo, nos va bien aquí y tienes a... —susurra desde la puerta de mi habitación, niego con la cabeza seguido de guardar el cuadro dentro de un bolsillo de la maleta.

— Ya no quiero estar aquí, mamá, quiero volver a California —respondo, escucho sus pasos acercándose mientras mis ojos se llenan de lágrimas.

— Hijo, debemos hablar de eso... —niego con la cabeza y pone una mano sobre mi hombro a modo de reconfortarme— Si guardas todo lo que te hace daño, llegará un momento en que explotarás porque ya no podrás soportar ni siquiera una mínima cosa...

— Hablemos sobre tu empleo —respondo, me voltea para que la mire de frente mientras niega con la cabeza.

— Tú eres más importante... Sabes que siempre que quieras puedes regresar y que incluso si me necesitas puedo rechazar la oferta de trabajo —explica por tercera vez en el día, niego con la cabeza otra vez y miro sus ojos.

— Si tú no quieres irte puedes quedarte, mamá —respondo, noto que quiere responder por lo que me adelanto— Yo no quiero estar aquí y me iré a California sea cual sea tu decisión, ya no soy feliz en este lugar... Si me quedo seguiré estancado y temo convertirme en todo lo que no quiero.

— Jordan —susurra y me abraza, me escucho sollozar pero me obligo a calmarme cuando siento las lágrimas de mi madre mojar mi camiseta.

— Terminaré mis maletas en un momento, creo que Zoey gritó tu nombre hace como quince minutos —comento, asiente con la cabeza y luego de dejar un beso en mi cabello sale de mi habitación dejandome solo.

Doy un repaso a todo a mi alrededor, las marcas en la pared me traen recuerdos y los pequeños parches me regresa las pesadillas. Rápidamente volteo hacia mi maleta, guardo las cosas que me faltan y salgo de allí justo a tiempo antes de otro ataque de pánico.

El espejo a mitad del pasillo me distrae por un segundo, mi rostro se nota algo pálido resaltando más mi cabello castaño y mis ojos marrones lucen cansados lo cual refleja mi estado últimamente. Las bolsas debajo de mis ojos lucen mal y a mi mente llega el recuerdo de la conversación con una psicóloga hace un par de meses.

«"Las pesadillas llegan a ti cuando dejas que el miedo sobrepase a la valentía, cuando la tristeza le gana a la felicidad, cuando los malos recuerdos son más que los buenos.
Será mucho más fácil para ti si te sinceras contigo mismo, pregúntate pero sobre todo escucha a tu cuerpo... Escuchate a ti mismo.
Pregúntate ¿Por qué me siento así? ¿Por qué hago las cosas de esta forma? ¿Por qué no puedo dormir? ¿Por qué estoy furioso todo el tiempo? ¿Por qué estoy enojado con esa persona?“»

A lo que solo respondí “creo que terminé con mi novia... y hace bastante tiempo que no veo a mis amigos"

— ¿Estás contemplando lo horrible que te ves? —pregunta mi pequeña hermana mientras pasa por mi lado hacia las escaleras.

No respondo, me mantengo en silencio hasta que estamos frente al auto de mi abuelo metiendo el equipaje en el maletero.
Le doy un último repaso a la casa donde pasé gran parte de mi vida y me monto en el asiento trasero junto a mamá y Zoey, quien no deja de hablar sobre que su mejor amiga prometió visitarla todos los años.

Mi querida abuela va hablando con mamá y el abuelo conduce mientras le responde con vagas palabras a la pequeña Parlanchina a mi lado. Por mi parte me dedico a mirar pasar las casas, intento mantener en mi recuerdo todo el vecindario y las calles más populares.

Idiotas Sin Límites [en Edición] Where stories live. Discover now