39- Volverla A Ver

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Sábado 22, julio.
17:30hs

POV JORDAN.

- Tengo que irme... -digo y acaricio la lápida- tengo que regresar a California... Volver aquí me ayudó a comprender cosas y aceptar otras... Con respecto a la moto, decidí regalársela a mi abuelo, creo que él sabrá que hacer con ella... Te extrañaré, nos veremos de nuevo -camino hasta la motocicleta, me coloco el casco y, antes de arrancar, miro hacia donde se encuentra Frank- Vendré a visitarte, lo prometo.

Conduzco al límite de velocidad, extrañaba esta sensación de libertad y éxtasis junto al viento pegándome en todo el cuerpo.
Al llegar a la casa de mis abuelos, dejo la moto en la cochera, voy hasta mi habitación y bajo hasta la sala con mis valijas.

- ¿Listo? -pregunta la abuela sonriendo.

- Claro -digo, ambos salimos de la casa, guardo mi equipaje en el maletero del auto y luego me siento en el asiento de atrás.

- Allá vamos -dice el abuelo y pone el auto en marcha, veinte minutos después llegamos al aeropuerto.

Elegimos unos asientos mientras esperamos que la voz anuncie mi vuelo. Observó mi teléfono, debatiendo si llamar a Linda o no para despedirme. No he podido despedirme ya que hemos estado ocupados.
Ella con su conquista y yo con el papeleo de mi vuelo, las visitas diarias a Frank y mi tiempo viajando a Venecia para ver a Nova.

Si, los últimos 3 días estuve conduciendo a Venecia para estar con Nova un par de horas y luego de regreso a Milán para estar con mis abuelos lo que quedaba del día.

Aún así, quería hacer las cosas bien esta vez. Poder despedirme, como se debe, de Linda...

Al parecer, he vuelto a fracasar.

- ¿Pensabas irte sin despedirte? -preguntan, volteo y me encuentro con Linda, sonriendo.

Me es inevitable el sonreír, me levanto de la silla en la cual me encontraba sentado junto a mis abuelos y me quedo de pie frente a ella.

- Claro que no -digo y nos abrazamos- quería que me buscaras como cenicienta pero no traes mi zapatilla.

- Uhm... Tuve que quemarla -dice, nos separamos y hace una mueca- Tenía un olor desagradable... Eso solo contaminaba el ambiente.

Ambos reímos, Linda señala algo a nuestro lado, dirijo mi vista a donde me indica y encuentro a las demás junto a los padres de la castaña.
Todos se acercan, me saludan y se despiden, haciéndome prometer que volveré.
Kathe, Jane y Marie son las primeras en irse, la primera dijo algo acerca de no llorar. Luego los padres de Linda que me desearon un agradable viaje.
Y por último mis abuelos, me encargo de abrazarlos y darles muchos besos en las mejillas a ambos, causando sus risas. Los veo alejarse, me giro y me encuentro con la mirada un poco triste de Linda.

- Oye, no pongas esa cara -digo y acaricio sus mejillas- Gracias, me ayudaste mucho, Linda. Te extrañaré... Y ¿En donde dejaste al señor promedio? Necesito despedirme de ese desgraciado.

La castaña se limpia las lágrimas con el dorso de su mano mientras parpadea rápidamente, evitando soltar más lágrimas. Le molesta cuando su maquillaje se corre.

- También te extrañaré, Jordan -dice y me abraza- Gracias, tú también me ayudaste mucho y hablaremos por Facetime... No te librarás tan fácil de mí.

- Con gusto -ambos sonreímos, la voz anuncia mi vuelo, la castaña asiente con la cabeza y recuerdo lo que le prometí a mi mejor amigo- Oye... Lamento dártelo ahora... -sostengo su mano abierta, Linda frunce el sueño y dejo un collar de oro en la palma de su mano- Sé que tu cumpleaños fue unas semanas después que Frank falleció pero esto era para ti -digo, observo todos sus movimientos y creo ver las lágrimas acumularse en sus ojos- es un collar de corazón, si lo abres... Verás algo hermoso. Decidimos que sería el regalo perfecto para tu cumpleaños número 18, íbamos a dártelo juntos pero sucedió lo de...

Idiotas Sin Límites [en Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora