Capítulo 3

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Nunca habrás de conocer al psicópata que se sienta a tu lado, Nunca habrás de conocer al asesino que se sienta a tu lado. Pensarás ¿qué hice para terminar sentado junto a ti? 'Heathens'.

...

"Como siempre, cuando me alejo de ti, me llevo en las entrañas tu mundo y tu vida, y de eso es de lo que no puedo recuperarme."FKahlo.

...

-Barek -llamó, con la voz entre cortada por la falta de uso, mirando las sombras que se formaban en el techo por la luz de las velas-. Ve a comprarme postres de chocolate.

El chico se congeló en su acción. El trapo se deslizó de su mano y cayó en la cubeta gris medio llena de agua rojiza. Barek se animó a mirar a su jefe.

Tenía heridas abiertas e infectadas por todo el pecho, la mayoría de ellas aún brotaban sangre de una forma alarmante, y Nightmare estaba peligrosamente pálido y delgado; con las costillas marcadas una a una, la respiración con un sonido ronco, inconstante y brusco, los labios quebradizos y blancuzcos y las ojeras mucho más pronunciadas. Era como ver un cadáver fresco.

Barek no lo había visto cuidarse adecuadamente ni una sola vez en las múltiples semanas que llevaba ahí, y se preguntó si en algún momento ese hombre tan extraño y seco, tan loco y ansioso por asesinar como el resto de peleadores, alguna vez cuidó de sí mismo.

-Uh, ¿está seguro? ¿no... no prefiere algo más? -preguntó, incómodo de su preocupación.

Nightmare no se movió, ni parpadeó. Sus pensamientos tenían una imagen clara y todo el resto era un sin sentido. ¿Cómo era posible que él no sintiera su propio cuerpo? ¿Qué es lo que estaba pasando con él? Antes, aunque había dolido, había sido capaz de lidiar con la distancia de una forma más seria que en esta ocasión. Había un dolor sordo instalado en alguna parte de sí mismo, que no lograba entender y que cada segundo le cortaba todo signo nervioso y motor.

Había ocurrido esa misma mañana, en una de sus tantas peleas con esos asquerosos seres, que su cuerpo de pronto había dejado de responderle, y todo se había oscurecido. Por un minuto completo, la ventaja fue de su contrincante, y él estuvo a punto de ser partido en dos. Él no tenía miedo a la muerte, o eso creía, hasta que sintió un real miedo de dejar de existir, de no volver a verlo sonreír y llorar en su nombre.

Él ama eso, saber que existe alguien en el mundo a quién pertenece y que se conmueve con su presencia, como si fuera un ser humano común. Pero entonces parpadea, se ajusta al clima frío de su pequeño rincón oscuro de habitación y a la tormenta de afuera que ha ennegrecido el día en mitad de la tarde.

Estando lejos de él, se odia a sí mismo, cosa que no pensó que pasaría porque, mi pobre bebé, te condene a creer que amarme es lo correcto a pesar de todo lo que he hecho.

¿Cómo fue que decidió que toda esa mierda era buena idea?

"Es decisión tuya, pero piénsatelo muy bien..." "¿Estás seguro? ¿Qué vas a hacer con él? Va a enloquecer."

"No es problema tuyo. Haré que funcione."

Un trueno retumbó afuera, provocando en Barek un pequeño brinco de sorpresa. Nightmare desvió hasta él la mirada, con los ojos rojizos y entrecerrados, un rollo de papel con hierba enredado entre sus dedos. Exhalo el humo sin cuidado, y Barek tosió.

-Quiero diez. De los más dulces que encuentres... y quiero que hagas algo más -alzo el brazo, tan delgado que apenas y tuvo la fuerza de sostenerlo en el aire-. En la túnica hay un celular. Pásamelo.

inhumano (ls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora