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Gordon,el jefe de la mafia, sabia que no podía  usar mi nombre así que me busco un apodo, al ver mi marca de nacimiento decidió el nombre, "big dipper" o la osa mayor, era el nombre que se me otorgó luego me coloco su apellido, había visto un futuro en mi, en este sucio trabajo.

- Dipper Freud ese es tu nuevo nombre niño - dijo Gordon, con una sonrisa en el rostro, aprendí el "arte" de traficar droga, intimidar a las personas, la persuasión en los demás, la corrupción, etc. El dinero brotaba de mis bolsillos, ya no tenia valor, lo que tenia mas valor era ver a las personas sufrir era ver mis enormes crímenes como noticia nacional, era saber que yo dominaba el crimen, sin duda llegue a ser la mano derecha de Gordon.

- ¡Hijo! - me hablaba el anciano Gordon, sus mejores años habían pasado la edad le había llegado y con eso la debilidad - ¿Si? - cuestione desinteresado - me voy a retirar... - dijo melancólico con la mirada vacía, la felicidad inundaba mi ser, quería ser el jefe de ese imperio pero debía fingir "Humildad" - jefe ¿porque toma esta decisión si nos va muy bien? - trate de sonar triste, sus ojos marrones me miraron con ilusión - no es eso hijo mio, tengo familia y lo sabes, ya gane dinero suficiente, iremos a vivir a una de las islas para olvidarnos de esta vida - dijo con ilusión, una vez mas estaba feliz el poder iba a ser mio, deseaba tener mas poder, ver mas dolor - quería que tu vuelvas el jefe, solo en ti confio, para seguir con el negocio - me dedico una sonrisa - ¿Que dices? - ya no podía disimularlo
- ¡claro jefe! - dije muy animado, luego de la partida del buen Gordon me di cuenta que solo dañabamos con una parte, nuestro veneno no alcanzaba, quería mas sufrimiento, queria a todo el mundo a mis pies.

No bastaba quería salir de la cede de Roma-Europa, el Imperio se había expandido la oleada de crímenes inundaban los noticieros por todo el mundo, no había pista alguna, nadie sabia quien era la persona que estaba llevando a la humanidad a un caos total.

Pero en verdad ese dolor ¿iba a llenar ese vacío en mi? ¿su sufrimiento me iba a satisfacer por completo? la respuesta era dudosa pero sabia que necesitaba mas, quería  mas.

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Al llegar a "La Base" debia encargarme unos asuntos pendientes:

Como, vigilar que mis intermediarios y ver su progreso, revisar si el traslado de las víctimas  Europa estaba completo sin ningún percance, esas pequeñeces, mi imperio era el ácido que alquilaba el mundo, pero de un momento a otro el odio ya no estaba presente, el estaba en mi cabeza, sus ojos, su voz, cambiaría todo esto por el, ¿como llegue a enamorarme?, yo quien hace daño al mundo, yo alguien despiadado y sin alma, quien diría que terminaría enamorado de un policía. El recordar mi imposible amorío me duele, y no es por ser hombre o por ser yo el criminal, lo que mas me impide estar con el querido oficial, es una rubia de buen porte, su prometida.

Heder Vargas...

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Me encontraba en una junta importante, explicando al personal mis nuevas ideas, exponiendo la mejora del imperio - entonces... - un portazo se escuchó en mi oficina, me irritó mas no pude quejarme ya que mi mano derecha llego agitado -¿Que pasa? ¡Habla! - estaba molesto con el, odio las interrupciones, mas si era importante lo que venia a decirme
- hay un infiltrado....infiltrada digo - estaba nervioso y mi gesto de enojo no le ayudaba a hablar, en su momento me sorprendió mas sabia que no era la gran cosa - Señor, lo que se es que es una policía llamada Heder, entro aquí gracias a "Phill", el se había enamorado de ella pe-pero el no sabia que era una policia... - a pesar de no ser algo de gran importancia estaba molesto y mas porque era mis días de inexperto, simplemente sonreí sabia que el pobre de Phil no vería la luz del día nunca mas, la muy "importante" policía estaba a minutos de encontrar una de mis bases mas importantes en Latinoamérica.

Fui a la sala de control a ver lo que sucedía, pude ver a varios hombres vestidos de negro, estaban cerca de la base vi como que alguien los dirigía al ampliar la imagen la vi por primera vez, pelo rubio largo, unos enormes ojos azules, un cuerpo bien trabajado en realidad estaba hermosa, en realidad aun es muy hermosa.

Como estaba perdido en la bella muchacha había olvidado todo, me distraje -"Marco" ¡escuchame bien! no te muevas, sigue mis instrucciones - hable por el micrófono que tenia en su oreja por alguna emergencia,el estaba a cargo de ese campamento, le di las instrucciones para que saliera de ahí, en pocos segundos la base ya estaba bajo tierra y mis empleados camino a Europa.

- ¡listo! - dije restandole importancia deseaba saber mas de la rubia que había admirado por unos pocos segundos, deseaba a esa rubia más no esperaba encontrarme con distintas cosas que en la actualidad hicieron que pierda el total interés en la rubia.

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Llegue a mi hogar estaba cansado, la cabeza me dolía, luego de quitarme la ropa me tire a la cama, decidí entrar a las redes sociales, quería distraerme, sin pensarlo dos veces busque a Heder y vi sus fotos con Will, el no subía fotografías si deseaba verlo debía entrar al perfil de su novia.

De solo verlos me dolía el pecho, sentía unas fuertes ganas de llorar, me sentía muy débil,¿como una persona puede ponerme así?, estaba enamorado de ese chico de cabellos azules, es mas lo amo, de eso no hay duda pero ella, ella impide mi felicidad, cerre el ordenador, añoraba dormir, no dormia desde hace mucho tiempo el estrés, de ser el bueno y el malo no es nada bueno para mi salud, junto a los recuerdos de Will me era imposible cerrar los ojos.

Al cerrar mis ojos ahí estaba el, con una bella sonrisa que adornaba tan delicado rostro, con esos ojos imnoticos que me dominaban, su cabello desordenado y alborotado, todo de el era perfecto, pero no era para mi no era de mi, nunca lo será.

Narcotráfico. [Reverse Falls] Où les histoires vivent. Découvrez maintenant