Capítulo 18 (Parte 1)

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"Voy a matar a ese pedazo de elfo" Pensó al rendirse después de intentar divertirse en la fiesta, no podía parar de pensar en ella sonriéndole a él.

Había perdido a ambos entre la multitud, probablemente si no lo hubiera hecho ya estaría yendo a encarar a ese tal Thån.

¿Porqué era ese elfo quien estaba ayudándola a entrenar y no él? Detestaba a su madre por todo lo que había hecho, forzarlo de esa manera a pelear contra Lisa o el hecho de que la tratara como basura. Las heridas en su espalda ya no ardían tanto como cuando estaban recién hechas, pero sabía que aunque dolieran más que el mismísimo infierno hubiera preferido tenerlas en vez de que las tuviera Lisa.

—¿Adasser, te apetecería bailar conmigo?—Al inicio no había entendido bien sus palabras debido a que las había dicho en su idioma, el idioma de los elfos y el estaba más acostumbrado al de los humanos, pero después de repetir la oración en su cabeza decidió responder.

—No tengo deseos de bailar con nadie.—Miró a la elfa que tenía en frente. Su cabello rubio platinado estaba atado en un elegante moño y su vestido azulado hacia que sus ojos del mismo tono destacaran. Al mirarla Alexander no pudo evitar recordar que esa era la elfa con la que su madre quería que se casara, Nyhløë.

—¿Por qué no? Acaso no recuerdas cuando solíamos hacerlo de niños.—Iba a decir que sí, después de todo a pesar de que ella fuera irritante, Nyh había sido una de sus únicas amigas durante la niñez.
Pero cada vez que una elfa solicitaba bailar con el, el rostro de una específica descendiente se materializaba en su mente, incapacitándolo de bailar.
Quería estar con ella, tenerla entre sus brazos y verla sonreír con su rostro cerca del suyo. Necesitaba estar con Lisa y si ya había terminado de bailar con ese bueno para nada, sería su oportunidad de arreglar las cosas.

—Lo siento Nyh, pero ya no soy un niño.—La cara de la rubia se endureció, pero Alexander solo se volteó y siguió con su infinita búsqueda de la chica de los ojos de plata.

Finalmente vio a ese pedazo de elfo bailando con Vali, sabiendo que ya no estaba con Lisa, decidió ir afuera a buscarla.

Salió rápidamente esperando que su madre no lo notara, una vez afuera observó el cielo nocturno cubierto de estrellas y no pudo evitar estar maravillado por la gigantesca luna que se mostraba. Caminó hacia el jardín donde solía jugar de niño unos insectos parecidos a las luciérnagas del mundo de Lisa volaban a su alrededor, sus luces de color iluminaban el camino hacia un banca en la que estaba sentada una figura mirando la misma luna que él había visto antes.

***

Lisa estaba de espaldas por lo que no podía ver su cara. Se quedó unos minutos pensado en cómo podía empezar la conversación y en cómo hacer para no arruinarlo.
Para cuando estaba decidido a hablar escuchó la voz de Lisa.

—Escúpelo ya—Alex sorprendido ante su voz no sabía que responder—Se que estás ahí atrás desde hace unos minutos, que no te vea no significa que no te sienta.

Alex le regalo una gran sonrisa a esa noche tan fría pero tan cálida por solo el hecho de saber que estaba escuchando la voz de la persona que le había dado un millón de vueltas a su cabeza.—No has cambiado nada- dijo aún con su sonrisa.

Lisa se volteó y Alex pudo sentir esos ojos color plata penetrarse intensamente en los suyos.
—Sigo siendo la misma chica molesta contigo.

—Lisa yo... yo..—Tartamudeo organizando sus pensamientos, sabía que la única forma de llegar a Lisa era disculpándose.

—¿Tú qué?

—Yo siento much...

—¿Sientes mucho habernos mentido a a todos? ¿Habernos engañado y abandonado? ¿eso sientes?

—¡No le mentí a todos!

—¿A que te refieres con eso?—Justo ahí Alex se dio en gran error que había cometido en abrir su bocota.

—Lo que importa es que quiero que todo vuelva a ser como antes. Quiero que me perdones.—dijo sentándose a su lado.

—Mira Alexander.. ¿O debería llamarte Adasser?—Él no sabía que responder solo podía notar la ira emanando de sus hermosos ojos plateados—Te conté mi vida, mi pasado. Sabes todo sobre mí, sobre cómo murió mi padre o sobre cómo fue para mí la muerte de mi hermana, ¿pero tú? ¡TU NI ME DIJISTE QUE TENÍAS UN HERMANO! ¿Cómo crees que se siente?

—Lisa en serio lo siento. No me veía con el valor de contarte. No quería que me tratas diferente por ser de esta raza.

—¿Y esperabas que nunca lo supiera o me diera cuenta? Apenas desperté pase días sin saber de ti, muchas pistas apuntaban a que eras un elfo pero yo... yo no creía quererlo. ¡Ni siquiera me fuiste a visitar para asegurarte que al menos estaba viva!—Empezó a alzar su tono a lo que el respondió con la misma huella de enfado que cargaba su voz.

—¡¿Acaso no lo entiendes?! Todos los días me aseguraba de tu bienestar, cuando tuve que enfrentarte en la primera prueba intente no lastimarte. No quería, pero no tenía más opción que luchar, no sabes de lo que mi madre es capaz.—Respiro apartando las memorias.

—Cuando te conocí te detestaba Alexander, no podía ni volverte a ver. Luego me di cuenta de que cambiaste. ¡Lo peor es que incluso tuve sentimientos por ti porque pensaba que ibas a ser diferente! Ahora me doy cuenta que me equivoque.
¿Como esperas que te crea, si antes no dijiste la verdad? Dime que no me quisiste de verdad, que nunca me amaste y así todo podría terminar. Ya no tendría que cargar con este dolor.—Está vez la ira se había apagado y sus ojos reflejaban una profunda tristeza. Alex aún estaba procesando sus palabras... ¿Ella tuvo sentimientos por él?

—No me pidas que te diga que nunca te ame.—puso una mano sobre su mejilla, volteando su cara levemente para que estuvieran frente a frente.—¿Dime es que no lo ves? ¿No ves que te quiero? ¡No ves todo lo que hago por tenerte!—Los ojos de Lisa se agrandaron en sorpresa y el respiró profundamente sabiendo que está era su última oportunidad de no perderla.—Tu siempre me ves como el maldito de la historia. Lisa entiéndelo yo te amo.... Pero si no quieres que lo haga dímelo, dímelo en este mismo momento y te juro que te dejo en paz. Pero te lo advierto, nunca pero nunca vas a salir de mi cabeza porque sé que eres la chica que quiero y estoy seguro de ello, y nadie ni tan siquiera mi madre podrá impedir eso.

Esta vez lágrimas salieron de sus ojos y ella misma apartó la mano de Alex que los mantenía conectados.—Desearía poder creerte Alex, pero la verdad es que no se la respuesta. Por ahora creo que es mejor si nos mantenemos apartados.—Le dio un beso en la mejilla y se levanto para luego alejarse. La vio con su hermoso vestido escarchado caminar entre las luciérnagas, nunca miro atrás, pero Alex agradeció que no lo hubiera hecho o hubiera visto su rostro levemente sonrojado y confundido.

Cuando la figura de la chica que quería ya no era visible sonrío.—Nunca paras de sorprenderme Lisa Silvers.

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N/A
Pronto subo la segunda parte.
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El Secreto de los DragonesWhere stories live. Discover now