El Secreto de los Dragones

Capítulo 42 (parte 2)

Los ojos de Angela se abrieron abruptamente, la sensación de que se estaba ahogando en un mar de sombras aún recorría su cuerpo.

—Dónde estoy... —murmuró a la vez que intentaba levantarse.

Notó que estaba en el campamento que habían creado cuando llegaron a la isla, pero más importante notó que estaba viva. Podía recordar frio, frio como nunca antes había sido capaz de sentir. Podía recordar su piel congelándose, los latidos de su corazón yendo más lento, el dolor de una vida agotándose. Podía recordar ver a sus padres y el alivio que sintió al perder un gran peso sobre sus hombros. El peso de una guerra que se avecinaba.

Pero lo último que podía recordar era la oscuridad envolviéndola.

Sabía que había sido un sueño, no lograba sentir al dragón en la isla por lo que sabía que debía estar muerto, la única duda que quedaba era porqué ella no lo estaba.

—Por fin despierta la princesa de hielo. —Angela volteó la mirada alarmada, solo para toparse a Gusingrim, quien estaba afilando un hacha sentado sobre una piedra cercana.

—¿Gusingrim? —estuvo a punto de levantarse cuando se dio cuenta que su cuerpo solo estaba cubierto por vendas y una manta. Avergonzada utilizó sus poderes para crear un atuendo y se acercó al enano. —¿Qué pasó?

—Estuviste en un coma por una semana, durante ese tiempo nos hemos turnado para vigilar tu cuerpo y buscar la llave a la vez.

"¿Semanas? No pudo haber pasado tanto tiempo.."

Paso una mano por su cabello tratando de aclarar su mente, se detuvo al darse cuenta que ahora era súper corto, similar al largo del de Jake y recordó todo lo que había sucedido en la pelea contra Ashley.

Verdaderamente había activado el espíritu dragón... miró sus manos maravillada, preguntándose si sería capaz de volver a activarlo.

Luego recordó que aún tenía muchas otras preguntas en su mente y encaró a Gus. —¿A qué te refieres con buscar la llave? ¿Donde están Jake, Kate, Ingrid y Adam? ¿Por qué sigo viva?

—Tranquila, son demasiadas preguntas para contestarlas yo solo. Solo sígueme.

Angela siguió al enano a través del sombrío bosque, haciendo un esfuerzo por recordar algo que le fuera útil para responder sus dudas. No encontraba explicación a lo que había sucedido, si había matado al dragón y detenido a Ashley, entonces por qué sus amigos no tenían la llave...

Los brazos de su amiga la envolvieron con fuerza. Kate había corrido hacia ella gritando su nombre apenas la vio, Angela respondió al abrazo con una sonrisa. Luego se unió Adam, abrazándolas a ambas.

—¡Por fin despertaste! ¿Estás bien? ¿No te sientes mareada? ¿Quieres sentarte?

—Kate no puedo respirar —río a la vez que su amiga y Adam se apartan un poco para darle espacio.

En ese instante cruzó miradas con Jake quien estaba apoyado contra un árbol en las sombras. Inmediatamente sonrió y se acercó a ella para abrazarla, pero Angela no pudo evitar sentirse perturbada por la acción. Sintió escalofríos por su cuerpo. Definitivamente algo estaba mal con Jake. "Me alegra que estes bien Angela." Lo escuchó decir en su oído antes de que la soltara y volviera a la sombra del árbol.

—Quiero que me expliquen lo que sucedió —expresó decidiendo que después se ocuparía de Jake, que por ahora su prioridad era hallar respuestas.

Una vez que todos se sentaron y empezaron a comer las frutas que los descendientes habían ido a recolectar, Kate empezó a hablar. Primero le contó sobre la batalla contra los nekroi y sobre cómo sobrevivieron porque el líder había ordenado una misteriosa retirada. Angela no pudo evitar notar como los ojos de Jake se agrandaron de sorpresa ante ese detalle, a ella también le parecía sospechoso que un líder los dejara ir tan fácilmente.