Mi Demonio. {Mitades Opuestas #1} COMPLETA

*Capítulo 53: Ahora me toca a mí.

Dedicado a: -xTuViejoEnTangax- espero que te guste el ultimo capitulo de esta historia. (Oye, una pregunta ¿porque ese nombre de usuario? me encanto xD)
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Apago el motor del auto frente a la casa de mis papás para después bajar, acercarme y adentrarme a ésta. Al estar adentro comienzo a buscar si se encuentra alguien, algo de lo que estoy segura ya que en esta casa siempre hay personas aunque no necesariamente sus dueños.

— ¿Hola? — pregunto entrando a la cocina.

— Hola, señorita ¿Cómo le fue a su papá? Estoy segura que bien. — me dice Vianey una vez que me ve.

— Sí, le fue muy bien, gano el caso. Otra vez. — sonrió mientras me siento en una silla que está en la gran barra de desayuno.

— Pues claro, era obvio, tu papá nunca ha perdido un caso, en los veinte años que he trabajado para tus papás eso nunca ha pasado.

— ¿Crees que eso llegue a pasar? Que mi papá pierda un caso.

— Lo dudo demasiado, mi niña. — se giró para continuar cocinando algo que tenía en la estufa. — Solo espero que Aaron sea igual de bueno.

— Yo también... — ahora que lo recordaba Aaron una vez me dijo que no le gusta estudiar derecho, que solo lo hacía por papá, aunque él nunca lo obligo sintió la presión de las demás personas, eso me lo dijo hace mucho tiempo, cuando no sabía que estudiar.

— La comida tardara un rato más mi niña, pero le avisare cuando este.

— Gracias, Vianey. — dicho eso me di la vuelta y me encamine a mi habitación.

Una vez que llegue me fui directo al baño, toda la mañana estuve a las carreras así que no había tenido tiempo de ducharme y en serio necesitaba relajarme por un momento. Así que me desvestí y fui directo a la regadera.

Luego de un par de minutos salí, claro que completamente empapada así que tome una toalla para cubrir mi cuerpo.

Al salir del baño note que había comida en mi escritorio, al parecer Vianey ya había terminado la comida. Me acerque para ver que era pero simplemente era un sándwich, y en vaso medio lleno de jugo de naranja con una nota que decía:

"La comida tardara más de lo previsto así que te dejo estos dos sándwiches y el juego para pasar el rato".

Vianey.

Sonreí ya que ella siempre, desde que tengo memoria, se ha preocupado de que tengamos algo en el estómago sin importar la hora, me sorprende que Aaron y yo no estemos obesos ahora que lo pienso. Volví a ver la nota y luego el plato, en la nota decía que eran 2 sándwich pero en el plato solo había uno, bueno se puedo haber equivocado pero era extraño... en eso una voz llamo mi atención y supe que paso con el sándwich perdido.

— Para ser solo un sándwich sabía muy bien. — al escuchar su voz mi cuerpo se tensó, como si no se hubiera tensado lo suficiente en la mañana cuando lo volví a ver después de tanto tiempo, ahora hasta estaba en mi casa, en mi habitación y se había comido uno de mis sándwiches.

— ¿Cómo entraste? — pregunte sin voltearme para verlo.

— Gira primero y te lo diré. — solté un fuerte suspiro antes de hacer lo que me pidió, cuando lo mire apreté más la toalla por cómo me miro, sentí que me estaba comiendo con la mirada pero intente sostenérsela. — Te ves muy hermosa así.

— ¿Cómo entraste? — tenía que mantenerme firme sin importa lo que dijera.

— Pues te recuerdo que hago parkour y la pared que da a tu balcón tiene buenos puntos de apoyo, así que fue fácil. — estaba en el marco de la puerta que daba al balcón, se había cambiado su traje por su ropa casual pero su sonrisa y su mirada eran las misma desde el primer día que nos conocíamos.