Entiende de una vez, que no te cambio por nada en el mundo; que me eres necesaria. Comprende, joder, que soy adicto a ti,
a tus besos,
a tu alma.
Me sobrevaloras, pero menosprecias lo mucho que te quiero. Lo mejor es que tu amor no vale dinero, no es un tesoro. Vale la pena, y es una suerte, porque yo soñaba contigo, ¿pero quién habría dicho que le ibas a dar una vuelta de 180º a la situación y pasarías a ser una realidad?
Has sido capaz de cambiar mi vida, de mejorarla. Yo sólo puedo pedirte que te quedes conmigo, porque prometo darlo todo hasta el final.