Cuatro

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Ninguno de los mestizos se habían percatado de que Tom estaba en la mansión hasta que él junto a Moon fueron a ver su trabajo.

Marco al verlo sólo se limitó a hacer su mejor trabajo, como casi siempre, cómo si tuviese otra razón de hacerlo además de poder ganar un mayor sueldo.

Tom ordenó a todos los mestizos a acercarle a él, que estaba parado al medio del campo.

- Hoy vengo acá para proponerles una oferta de trabajo, con la autorización de su ama. Él que quiera irse de acá que venga al lado mío

Oskar de inmediato se dirigió donde él. Un par de mestizos más se acercaron.

- ¿Alguien más? Si se van conmigo se les enseñara a escribir, tal vez a leer

Unos más se acercaron. Marco no sabía que hacer, la oferta era tentadora pero a la vez no fiaba del tipo.

- Me falta uno más - Algunos estaban igual de dudosos que Marco pero con esa frase se añadió más presión y varios estaban preparados para correr y ganarse el puesto. Marco corrió como nunca en su vida y frenó justo al frente del europeo.

- Pues ya tenemos al último.....

El rostro de Marco expresaba determinación y fuerza, lo tenía manchado con tierra en sectores específicos de su rostro, su cabello estaba perfectamente desordenado al igual que sus cejas y tenía un lunar natural en la mejilla . Esos detalles fueron suficientes como para que Tom se le quedase viendo por unos segundos.

- Ya nos vamos, sirvientes. Vayan al frente de mi carroza y esperenme. Si se escapan o se suben a la carroza, juró que los mataré sin piedad ¿De acuerdo?

Los jóvenes asintieron y se sentaron en el césped del jardín delantero. Todos llevaban sus pocas pertenencias entre sus sucios brazos y sólo se dedicaron a ignorar la mirada enojada de Star, que estaba apoyada en la puerta con los brazos cruzados.

- ¡Marco Díaz! ¡Tu eres mi mejor trabajador! ¿¡Por qué me dejas?!

- Pues nunca me has demostrado tu aprecio, Estrellita

- Vas a ver que ahora estás cometiendo un gran error

- El gran error es tu existencia - Ni él sabía por qué era tan grosero contra ella, pero se sentía bien opinar sobre algo y que tuviese efecto sobre la otra persona. Star respondió dándole una cachetada.

- Adiós, malagradecido- Apretó sus puños y se retiró.

En el vestíbulo Moon y Tom estaban terminando de conversar. La razón de la contratación de sirvientes por parte del pelirrojo era porque un hechizo de Moon accidentalmente mató a parte de los sirvientes de este y no quería recibir una demanda por parte de él. No era que Tom se preocupase de sus sirvientes, sólo quería salir ganando en la situación. El apoyo por parte de un sirviente de Moon a la idea, Oskar, lo motivó más.

- Pues ya me voy Señora Moon y Señorita Star- Dijo con falsa educación- Espero que nuestras cuentas esten resueltas.

Entró a su carroza de un salto y los sirvientes rápidamente se ubicaron en la parte trasera, quedando apretados. Los caballos se fueron rápidamente hacia el horizonte y cuando se perdió de vista Moon dió una patada enojada hacia el tronco de un peral.

- ¡La producción era lo suficientemente lenta y ahora nos falta personal! ¡Ninguna persona competente aceptaría el trabajo y los sirvientes mestizos están escaseando!

- Tranquilizate madre, confía en que lograremos cosechar, recoger, transportar y vender los suficientes vegetales para la próxima semana

- Eso no te lo crees ni tú. Ahora, debemos simplemente ignorar que esto pasó. Será fácil

- Ajá..... Yo me voy a mi habitación, llámame para el almuerzo

(....)

La mansión era blanco y negro, muy elegante. La unica planta que decoraba el lugar eran muchas rosas rojas de todos los tamaños y la decoración era muy detallada.

Tom bajó de un salto, con cierto enojo porque su caballo estuvo corriendo torpemente por todo el camino.

- ¡Maldito caballo! - Le dió una patada - ¡Tú!- Señaló a Oskar- Ten está arma y mata a este caballo.

Sin ninguna expresión en su rostro, incluso podríamos decir una sonrisa difuminada, Oskar siguió las órdenes y se llevó al caballo a un lugar apartado.

- ¿Acaso no sólo pudo ser que el terreno piedroso le lastimaba y por eso le dificultaba andar?- Marco en ocasiones daba opiniones que nadie le había pedido.

- Es un caballo, no debería molestarle eso - La respuesta fue mucho más serena de lo que esperaba, aunque eso no significaba que lo tomó bien.

Cuando ya todos bajaron siguieron a Tom que los llevó a la parte trasera del terreno. La zona de cultivo era más pequeña en comparación con la de los Butterfly y las casas más grandes.

- Unos se encargaran del cultivo y otros de las tareas caseras. Yo designaré lo que cada uno hará. Ahora, hagan una fila.

Los mestizos obedecieron y se pusieron uno al lado del otro. Tom extendió su brazo y le dio un empujón al primer joven de la hilera y dijo "Cultivo". Así hacía con todos, variando entre decir "Cultivo" o "Tareas".

- Tareas- Pronunció prominente hacia Díaz después de haberlo empujado.

Díaz casi se había caído si no se hubiese apoyado en el hombro de Oskar, con manchas de sangre de caballo , que también le tocó "Tareas".

- Wow, al parecer estaremos juntos

- Tu cállate, Oskar

El Mestizo y El Demonio (Tomco) //AU// Where stories live. Discover now