Capítulo veintiuno.

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- ¿Duele menos? 

- Sí, sanaré en un rato, Lonie, no te preocupes. - responde Aiden mientras lo ayudo a colocarse la chaqueta. 

- Gracias por venir a vernos. - añade Ethan y se acerca a darme un abrazo a pesar del dolor de las balas de acónito. 

- Bueno, me reconforta saber que ya están fuera de peligro. - saco el celular del bolsillo de mis jeans y marco el número de Stiles. - Ahora, debo irme, al parecer los chicos averiguaron dónde está Lydia y voy a ayudarlos a rescatarla.

- ¿Se enfrentarán al nogitsune? - pregunta Aiden alarmado. - Lonie, puedes salir...

- Herida, dañada, lo sé. - le interrumpo justo antes de que Stiles responda. - ¿Hola? 

- Hola, Lonie. - saluda Mole. - Lydia está en Oak Creek un campamento de la Segunda Guerra Mundial. - explica rápidamente. - Estamos en la autopista rumbo al lugar. 

- Envíame la ubicación, los veré allá. 

- ¿Cómo vas a llegar? - pregunta, dejando que perciba cierta preocupación. 

- Dicen que los hombres lobo son muy rápidos. - le recuerdo con una media sonrisa. - Tú no te preocupes, yo llegaré lo más pronto que pueda. 

- Bien. - accede. - Te enviaré la ubicación, pero por favor, ten mucho cuidado. 

- Lo tendré, tranquilo. - replico antes de colgar la llamada. 

- ¿A dónde vas? - pregunta Derek. 

- ¿Oak Creek? - respondo dudosa. - Allí es donde está Lydia y voy a ayudar a los chicos a rescatarla. 

- No puedes ir a Oak Creek sola, te llevaré yo. 


La cosa con Derek es que sus "sugerencias" son ordenes. Así que su ofrecimiento de llevarme, en realidad es una forma de decir que suba a su auto sin protestar. 


- Ya casi llegamos. - anuncia mientras vamos a 100 km/h por la autopista. - ¿Recuerdas lo que te enseñé en el verano? - asiento. - Bien, hazlo tal cual te dije y con el triple de fuerza. Esas cosas no siguen reglas, Lonie, vas a tener que atacarlas con todo lo que se te ocurra. 

- Está bien, Derek, puedo con esto. - le aseguro y alcanzo su mano en la palanca de cambios para hacer que me vea por unos segundos y pueda sonreírle. - Debo hacerlo. El nogitsune intenta destruir todo a su paso y no permitiré que más personas importantes se vayan. 


Derek estaciona, haciendo que sus neumáticos chirreen, y bajo del auto al instante. Ambos entramos corriendo por las rejas antiguas y oxidadas, y escuchamos claramente el sonido de espadas y flechas. 

Mientras más avanzamos, más fuerte se vuelve el ruido y más intranquila me siento respecto a la seguridad de Stiles. Es como si tuviese un sensor dentro mío que me avisa cuando él está en peligro y necesita ayuda. 


- ¡Isaac, cuidado! - escucho a Allison gritar y Derek y yo corremos hacia ellos. 


Cuando llegamos, lo primero que vemos es a Isaac siendo atacado por los oni. Estos guerreros que examinaron a Stiles cuando volvió con nosotros, ahora están despedazando a mi ex novio. 


- Derek, ¿qué hacemos? - pregunto y él se transforma frente a mis ojos en un segundo. 

- Pelear. - responde antes de lanzarse hacia uno de los oni. 


Bien, Avalon, puedes hacer esto.

Saco mis garras y colmillos, y fijo con la mirada en los oni. Examino sus movimientos por unos segundos y los de Kira, Allison e Isaac. Evidentemente, esos espíritus japoneses son tremendamente fuertes, pero estos tres adolescentes están dando pelea. 

Me lanzo sobre uno de los oni y clavo mis garras en su cuello, pensando que tal vez así lo pueda matar. Pero no funciona y soy lanzada al suelo con una fuerza tal que me quita el aire de los pulmones. 

Derek me saca al oni de encima y yo intento atacar a otro que se acerca a Kira. Le doy una patada en la espalda y al ver que eso no lo desestabiliza, doblo el brazo que sostiene su espada, logrando que la suelte. Lo sujeto por el cuello fuertemente y lucho por que no se suelte ni intente dañarme, mientras Kira le hace un corte en el abdomen. 


- Bien hecho. - dice Kira antes de lanzarse al ataque de otro oni y yo la sigo con la mirada, buscando a mi siguiente objetivo.

- ¡Allison, voltea! - grito al ver que un oni se le acerca por detrás y ella, en un rápido movimiento, gira y le dispara una flecha. 

- ¡Gracias! - grita ella con una media sonrisa, la cual se esfuma en menos de un segundo y es remplazada por terror en sus ojos. - ¡Cuidado! - me advierte, pero ya es demasiado tarde. 


Alguien me toma del brazo y antes de que pueda gritar o hacer algo, siento un metal frío enterrarse en mis costillas. 

Caigo sobre mis rodillas y me vuelvo, sintiendo el dolor expandirse por todo mi cuerpo, para ver al nogitsune en forma de mi mejor amigo. Mis garras y colmillos desaparecen en un segundo y comienzo a tomar bocanadas de aire para intentar recuperarme. Pero el nogitsune mantiene incrustado en mi cuerpo un fierro largo y delgado, el cual no deja que mi cuerpo comience a sanar. 


- ¡Avalon! - grita Derek y escucho como corre hacia mí. 

- Bueno, al menos viene por ti. - susurra en mi oído el nogitsune. - Es lo menos que puede hacer luego de que haya arruinado tu vida. 

- ¡Te voy a matar! - escucho que Derek grita, pero cuando llega a mi lado, el nogitsune ya no está. - Tranquila, tranquila, solo mirame. - pide mientras quita mis manos de la herida en mi abdomen. - Esto va a doler, pero debo sacarlo. 

- Ha...Hazlo. - pido sintiendo el sabor extraño y desagradable de sangre en mi boca. 

- ¡Ava! - me llama Isaac y alcanzo a ver como uno de los oni le hace un corte en la espalda con su espada. 


Isaac cae al suelo y extiende una de sus manos hacia mí, intentando alcanzarme a pesar de la gran distancia entre nosotros. A pesar de todo lo que hice y el daño que me causó, arrastro mi mano por el frío suelo en dirección hacia la de él y veo como se forma un media sonrisa en su rostro mientras deja que los oni lo ataquen. 

Derek extrae el fierro de mi cuerpo y suelto un grito tan fuerte que no me sorprendería que lo hayan escuchado al otro lado de la ciudad. Y cuando suelto todo el aire que contuve, Allison dispara una flecha al oni que tiene acorralado a Isaac y este se desvance frente a nuestros ojos. 


- Lo mató. - murmuro con un hilo de voz. 

- Lo hice. - dice Allison y voltea a verme con emoción en sus ojos. Yo asiento con una sonrisa débil como respuesta. - Lo hice. - repite una vez más. 

- Así es. - le aseguro, todavía luchando por recobrar el aliento.


Pero cualquier breve momento de paz se esfuma cuando veo que un oni se materializa entre ambas y  saca su espada. 


- ¡No! - grito justo cuando veo la espada entrar en el vientre de Allison y atravesar su cuerpo. - ¡Allison!





Ok, sé que hice que la odien por lo que pasó con Isaac, pero esta parte siempre me da tristeza. Ella no debió morir tan pronto! 

Espero les haya gustado el capítulo!

Anchor | Teen Wolf | 2º Parte de Gold EyesWhere stories live. Discover now