Marco I

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La misma posición en su cama, había hecho que medio cuerpo quede adormilado, no lograba llegar a un sueño profundo que tanto le hacía falta. No podía con la  presencia de su compañero de habitación. Pues hace pocos días días se había confesado frente a él, expulsando esa inmensa nube de sentimientos, por que eso era lo que sentía desde hace mucho tiempo. Al descubrir la orientación adecuada, al darse cuenta que el amor era amor y por más que uno deseara ignorar el sentimiento, no podía ignorar las reacciones fisiológicas. El latido creciente en su pecho, las manos sudando frío y el calor en sus mejillas, el dolor leve de estómago que indicaba que estaba enamorado y que en el amor no se iba a escoger el género, simplemente amar a quien podría llegar a amar.

La bisexualidad existía por esta razón. Pero nadie piensa como tú lo haces, en su hogar momentáneo eso era un pecado descubierto por las hermanas superioras hace poco. Cosa que las hacía sentir asco, pánico y pena hacia ese pequeño hijo del demonio, como ellas lo llamaban. Pero nada de eso importaba si Oscar podía estar junto a él, pero no, era momento de ignorar aquello pues no tardaría nada en verse en los ojos de sus compañeros ese mismo asco y rechazó junto a esas juzgases pupilas expectantes.

Su corazón corría como el de un ratón antes de realizar su mayor asalto, llevó rápido a su lindo azabache al único lugar donde sus queridas hermanas no llegaban a invadir, el baño de varones. El azabache amigo suyo conocía demasiado a ese tierno moreno, que tenía muchas ganas de decir algo que era realmente complicado. Suéltalo de una vez, pensaba el mayor mientras al fin soltaba las palabras que deseaba oír alguna vez de la boca de su mejor amigo—Me-Me gustas ¿si? Ya puedes decírselo a todos, mañana. Cerró fríamente mientras corría lejos del mingitorio, sus lágrimas comenzaban a salir mientras sentía fuertemente esa presión en el pecho, sabía que no era suficiente.

El azabache se había quedado en un completo shock mientras su cerebro aún procesaba esas tiernas palabras. Mientras el contrario corría a su habitación para llorar junto a uno de sus amigos, un libro. Para ignorar el resto, para volar, para pensar, para quitar a ese chico de su cabeza tan delicada. Las desgracias continuaban en este fatídico presente, pues las parejas jóvenes siempre deseaba a niños y niños hasta los diez años como máximo y Marco había recordado que el día siguiente cumpliría dieciséis, siempre su sueño recurrente era tener una familia aunque lo negara, cada vez que realizaban la entrevista. Deseaba que una pareja lo adoptara aceptándolo con todo lo que él era, no quería fingir para ir a un segundo hogar a fingir.

—Marco. hablo el mayor despertando al menor de su "Trance Mental" sus ojos se unieron mostrando un ambiente tenso e incómodo, ¿Por qué quiere destruirme más?—¿Que-pasa?—pudo al fin soltar con ese nudo que había invadido su garganta, no deseaba escuchar sus palabras de desprecio. Sus miradas habían vuelto a encontrarse, aunque realmente el menor no lo sabía, Oscar tenía el cabello de un estilo diferente al resto pues no le gustaba mostrar sus ojos, eran mucho más grandes a uno ojos normales y le daba demasiada vergüenza.

—Lo que me dijiste en el baño fue...cierto
—Si—el nudo subía lentamente a querer llenar sus chocolates ojos de ese cruel líquido salado. Esperaba un "Qué asco" o un "Estas confundido, bro" o un simplemente "Que gran broma Marco, ya es hora de parar con este juego" pero la respuesta fue otra que hizo salir las lagrimas—También me gustas.

El pánico lo había inundado dejando salir esas tímidas lágrimas dejando una leve línea curveada en sus labios, estaba sonriendo aunque no se notara. Estaba realmente feliz, pero la reacción era inesperada, Oscar bajó lentamente de la litera que ambos compartían dejando a un castaño con esa cara de felicidad, para después cubrirse y cerrar sus ojos. El contrario hizo lo mismo sin antes admirarlo por última vez y lanzarle un beso. Por que quizás desde la primera vez que se conocieron sabían que el destino era terminar juntos.

[Editado]

 Vida. [Tomco•Billdip] Terminada Where stories live. Discover now