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PoV Nathaniel

No voy a negar que estoy súper molesto con que mi novia vaya a la casa del chico que me la quiere arrebatar. No sé qué pensar con respecto a esto, confío en Marinette pero en Adrien no. Nunca lo he hecho, de todos modos.

Cuando se fue supuse que podría ir a pasear por la ciudad o algo parecido cuando Chloe me llamó.

-¿Qué quieres Chloe?- le pregunté molesto. Que sea Queen Bee no quita que haya hecho cosas malas.

-Quería que pasaras por el hotel de mi papi para que me pintes esa pintura de Queen Bee. No te preocupes por traer tus materiales, yo tengo aquí suficiente.

-Como tú digas. Voy en camino- le dije y colgué el teléfono.

Suspiré y me dirigí al hotel del alcalde Bourgeois. No tenía ganas de ir a ver a Chloe, que sea Queen Bee no significa que me caiga bien de repente. Sigue siendo la misma persona egoísta que me ha hecho daño a mí y a muchos de mis amigos y conocidos. En especial a Marinette.

Quizás deba aceptarla y darle una nueva oportunidad ya que, por alguna razón tiene el miraculous de la abeja. De hecho, lo obtuvo antes que yo. Quizás no sea tan mala después de todo...

Nah, sigue siendo la misma Chloe de siempre, no va a cambiar de un día a otro solo por recibir un miraculous. No existen ese tipo de milagros. Nadie es tan poderoso como para cambiar de esa forma a Chloe.

Crucé la calle y entré al hotel del alcalde Bourgeois. Empecé a arrepentirme cuando Chloe salió del ascensor y se dirigió hacia dónde yo estaba.

-Por fin llegas. Te estaba esperando. Vamos, apúrate- me dijo tomándome la mano tirándome hacia las escaleras y empezamos a bajarlas. Nadie dijo nada pero no era incómodo era normal.

Nos detuvimos al terminar las escaleras, se encontraba una puerta de madera bastante vieja, pareciera como si no se usara mucho, sino estaría barnizada, teniendo en cuenta que son los Bourgeois.

Chloe tomó aire y abrió la puerta lentamente. Estaba todo oscuro, no se podía ver nada hasta que Chloe encendió las luces. Era un estudio de arte, estaba repleto de cuadros y distintos tipos de pinturas, óleos y acuarelas. Era el paraíso de todo artista.

-¿Te gusta?- me preguntó Chloe con una sonrisa, yo solamente asentí porque quedé impactado con la cantidad de materiales.

-¿Qué es esto?- le pregunté aún en estado de shock.

-Era mi estudio de arte. Cuando mi mamá se fue necesitaba algo para distraerme, para alejarme de la realidad y de mi papá. Así que aquí pasaba gran parte del tiempo.

-¿Pasabas? ¿Qué pasó? ¿Por qué lo dejaste?

-Mi papá. Resulta que la hija del alcalde no puede pasar su tiempo dibujando y pintando y presentarse a la prensa llena de manchas de pintura. Me prohibió seguir pintando.

-¿Por qué él haría eso? Si te gustaba pintar ¿por qué te lo arrebata?

-Porque desde que mi mamá se fue, mi papá cambió demasiado. Lo primero que me dijo fue que me comportara como una niña caprichosa, no entiendo muy bien el porque pero decidí comportarme así para no enojarlo porque cuando se enoja las cosas se ponen feas. Así que encontré este sitio y con ayuda de la madre de Alya, construí mi santuario, el lugar donde podía ser yo hasta que mi papá se enteró y no me dejó seguir viniendo aquí.

-¿Entonces por qué estamos aquí?- le pregunté, no tenía ni idea de lo que me estaba contando.

-Quería dejar de fingir, quiero que las personas me conozcan por como soy en realidad y hay que empezar por mis compañeros de combate ¿no crees?

-Bueno... pero si antes pintabas ¿por qué me pediste que pintara un retrato tuyo siendo Queen Bee?

-Porque hace rato que no pinto, ya no sé si sigo teniendo el mismo don. Además, iba a ser un poco difícil pintarme a mí misma sin verme ¿entiendes?

-Si, entiendo. Bueno, empecemos de una vez. ¿Dónde me pongo?

-Ponte por ahí, cerca de esas pinturas- me dijo apuntando un rincón donde se encontraban varias pinturas de paisajes, muy lindos, algunos reales pero otros ficticios.

Me senté en la silla que estaba ahí, puse un cartón entelado frente mío y busqué los colores que iba a necesitar. Amarillo, negro.

-Gooby, franjas- dijo Chloe y se transformó en Queen Bee.

-Aquí no habrán cámaras ¿cierto?- le pregunté de repente.

-No. Créeme, yo lo sé. No te preocupes. Ahora, ¿cómo quieres que pose?- me preguntó sonriendo.

-No lo sé. ¿Prefieres verte más heroica o más femenina?

-Prefiero parecer más femenina.

-Muy bien, entonces- le dije acercándome a ella- Pon el yoyo en tu mano, así. Y párate poniendo más peso en la pierna izquierda. Si quieres pon la otra mano en la cintura y sonríe.

-Okay... listo.

Volví a la silla en la que estaba y tomé el lápiz grafito. Empecé dibujando la base, la forma del cuerpo. Después continúe con los detalles para luego empezar a pintar. Podría haber pintado directamente pero quiero estar seguro de que quede bien.

Tomé la pintura amarilla y pinté el traje completamente para luego pintar con negro los detalles que lleva. Chloe se acercó a mi para ver cómo me estaba yendo. Se puso a mi lado y se me quedó mirando, suspiró unas cuantas veces y cerró los ojos.

-Chloe...- le llamé la atención- ¿Quieres seguir tú?- le pregunté y sus ojos se iluminaron. Nunca la había visto así, no creí que existiera una versión de Chloe así.

Ella se acercó al pincel que tenía en mi mano. Untó el pincel en el óleo negro y siguió pintando. Tomé su mano para guiarla por la pintura, ella no se negó. Seguimos así hasta que mi celular empezó a vibrar. Me separé de Chloe y contesté el teléfono. Era Marinette.

-Mari, hola. ¿Qué pasó?

-Nathaniel- me dijo llorando- ¿Puedes venir al parque ahora? Te necesito, por favor.

-Claro, pero ¿qué pasó?

-Adrien... él...- me dijo con la voz entrecortada.

-No te preocupes, voy en seguida.

Corté la llamada y me di vuelta hacia Chloe. Ella había parado de pintar. Estoy seguro que escuchó nuestra conversación.

-Yo...

-Anda. Ella te necesita. Además, me puedo quedar aquí a terminar, como en los viejos tiempos- me dijo sonriendo.

-Gracias. Nos vemos luego- le dije y salí corriendo al parque que queda al lado de la casa de Marinette.

Salí del hotel y fui corriendo al parque. No quedaba tan lejos pero Marinette estaba muy mal cuando me habló por el teléfono. Algo tuvo que haber salido mal. Algo le hizo el desgraciado de Adrien. Lo voy a matar cuando lo vea.

Llegué exhausto al parque pero no la encontré. Quizás Adrien llegó antes que yo, pero ella me quería ver a mí, no a él. Algo pasó aquí.

Empecé a caminar mirando el suelo cuando encontré tirado el teléfono de Marinette en el suelo. Estaba desbloqueado en las notas.

Si quieren volver a sus queridos héroes, Ladybug y Chat Noir, de nuevo, tendrán que entregarme sus miraculous.
Atte. Lady Doll.
PD: si se demoran mucho no los volverán a ver.

Tomé mi teléfono rápidamente y marqué el número que se me vino primero a la mente. Estaba desesperado esperando a que conteste, debe de estar distraída.

-¿Aló?

-Chloe, necesito tu ayuda...

Tienes mi mundo de cabeza (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora