Y sin embargo, te quiero

ELLA

Los días pasan y sigo confirmando que Aarón, es de verdad, un gran chico.

Se comporta como tú cuando recién nos estábamos conociendo, pero confío en que él no me hará el daño que tú me provocaste.

Hemos salido ya tres veces y hablamos casi a diario vía Whatsapp. Los minutos pasan demasiado de prisa cuando converso con él de cualquier cosa.

Sin embargo, tampoco me quiero adelantar a los hechos.

No me he enamorado de él otra vez. O al menos, no todavía.

Sería muy apresurado pedirle un diagnóstico preciso a mi corazón, así que prefiero no forzar la respuesta.

Verte a casi a diario en la escuela es lo que me vuelve frágil, insegura, incapaz de sentir por alguien lo que una vez sentí por ti.

Cuando tus ojos se clavan en los míos, siento que el mundo de derrumba a mis pies y que no puedo hacer absolutamente nada para detener ese desastre.

Aún tienes poder sobre mí, Darío.

¿Será que algún día podré dejarte atrás completamente para poder rehacer mis vida amorosa como algo dentro de mi ser lo implora?