Amor en London(Segunda temporada editando)

Capítulo 17

—Summer, ¿qué hacías espiándome?—Esa pregunta no me la esperaba, me hice de cuenta que no lo escuché—Estoy hablando contigo Summer—frenó el seco causando que me sobresaltara y que volteara a mirarlo.

—Me perdí—obviamente estaba mintiendo.

—Ja-Ja, eso no te lo crees  ni tú, ¿estabas celosa?—su pregunta había causado que me sonrojara, era más que obvio que estaba celosa, otra estaba besando a mi chico. 

—¿Acaso no viste que me estaba besando con Ethan dentro?, por cierto besa rico—dije de forma pensativa, volví a mirarle y la mandíbula se le tensó.

—No contestaste mi pregunta, estás celosa, no entiendo por qué, si tú misma me dejaste, hoy me dejaste como mismo me dejaste hace un tiempo atrás, ¿sabes qué creo?, que eres una puta— dijo haciendo una mueca de asco, y yo estaba que no podía creer que semejantes palabras saliesen de su boca.—que fingiste todo porque querías venir aquí y revolcarte con todos los que te diera la gana.

Estaba tan enojada que no lo pensé dos veces y le estampé ambas manos(como estaban esposadas Obvio) en la cara.

—¿Qué te pasa?—me miró frunciendo el ceño que podría jurar que le salía humo por la boca, agarró ambas manos de manera que quedáramos muy cerca uno de otro, creí que moriría, relamió sus labios captando toda mi atención, yo estaba tipo de infarto ante aquella simple acción me había puesto mi mundo de cabeza, no sé en qué instante empezó hacer calor, podía sentir como el sudor comenzaba a brotar de mi cuerpo.

Lo siento. 

No resistí y rocé mis labios con los suyos, hacia unas horas los había pesado más bien parecía que no lo hacía en años, me preocupaba que no respondiera mi beso, pero en cuestión de una milésima de segundo sentía como movía sus labios al mismo ritmo que los míos, ladeé la cabeza y este se aprovechó, poco a poco iba descendiendo sus besos hasta lo largo de mi cuello, No entendí como fuimos de insultos a besos, pero me gustaba.

Un jadeo se escapó de mis labios cuando Harry succionó esta parte de mi piel.

—Quizás seas una puta, pero la puta que amo y la que me hace perder los estribos—se acercó a mi oído mordiendo el lóbulo de este.

Le necesitaba tanto que ya no me importaba que me llamara puta.

—Te amo Harry, y te necesito—el se alejó para mirarme a los ojos.

—también te amo, no sabes cuánto,todo este tiempo que te creí muerta, ha sido un infierno para mí—acariciaba mi mejilla mientras decía cada palabra, cerré los ojos dejándome llevar por aquellas caricias que tanto me habían hecho tanta falta.

—Quisiera contarte todo, así me entenderías, pero es por tu bien, yo quisiera estar contigo, despertar a tu lado, que seas lo último que veo antes de dormir, espero algún día entiendas que todo esto que hago es por ti—no quería contarle todo, eso pondría en riesgo su vida.

—¿Por qué no podemos?, ¿De qué hablas?, sea lo que sea podemos arreglarlo juntos, pero por favor, necesito la verdad, por más que intente perdonarte, no puedo, la tus mentiras  o lo que sea que hayas eso siempre se encargan de empañar la felicidad que trato de tener contigo. Necesito la verdad Sum—dijo como suplica.

—No puedo decirte más de ahí, sólo espero puedas entenderme, por tu bien es mejor que nos mantengamos alejados—el me miraba con desconcierto, ganas de decirle todo no me faltaban.

Tomó mis manos entre las suyas.
—Sea lo que sea prometo entenderte, apoyarme, pero dime—depositó un beso en mis manos, es tan Hermoso.

—Todo a su debido tiempo, llévame a mi casa, no quiero tener problemas con mi papá— rayos, no quería decirle que vivía con mi papá...

—No pensé que se llevaran bien... ¿Segura que quieres ir allá?, mira que son...—miró su reloj— las 3 de la mañana, no te voy a llevar a esta hora, te llevaré a mi casa y mañana vemos cómo le hacemos ¿vale?—No me quedó alternativa que asentir, además era mi mejor, así tampoco sabe dónde vivo.

Me encontraba ya en el departamento de Harry, no era muy grande, quedé enamorada mirando toda la decoración, por las ventanas caían unas hermosas cortinas negras que hacían juego con el sofá en forma de L, la luz de aquella parte de la casa era tenue, y la vista al rostro de Harry se me hacía cada vez más sexy y provocativa, se perdió entre el departamento, me quedé allí hasta que volvió conmigo.

—Tienes suerte, siempre llevo conmigo una de estas—introdujo las llaves dentro de las esposas, acaricié mis muñecas, las cuales estaban algo Rojas.

—Gracias, moría por poder separarlas—Ni bien tenía mis manos liberadas me abalancé sobre el haciendo que cayéramos sobre el sofá, lo besaba con tenacidad, me sorprendí a mí misma por la forma en la que nos besábamos, sus manos se fueron a mi trasero dándole leves agarrones, oh como extrañaba eso. 

Al parecer no le agradaba que estuviera al mando porque nos dio vuelta quedando el encima,  sin depositar su peso, lo miré una vez nos separamos nos volvimos a fundir en otro beso, cada uno prometía más que el anterior. Ya estaba desesperada, metí la mano dentro de su camisa moría por sentir su cuerpo desnudo, poco a poco quitaba los botones de su camisa hasta dejarla totalmente desabotonada, mis manos comenzaron acariciar todo su torso, estaba más fornido al parecer ahora hacía ejercicio.
Nos separamos del beso por falta de aire.

—Sí, he hecho algo de ejercicio—dijo el mostrando su perfecta dentadura la cual me tenía totalmente cautivada. Se dio cuenta que estaba más enamorada de su cuerpo que antes.

—Me encantabas antes, me encantas ahora, no hay mucha diferencia—besé cortamente sus labios y este aprovechó para moder mi labio tirando de él.

—Joder, Summer no seas tan hermosa mira que luego no te voy a dejar ir—dijo con su voz ronca que tanto me gustaba.

—No lo hagas, quiero quedarme contigo—dicho esto se acercó nuevamente y comenzamos a besarnos, pero este beso no era como los anteriores, era uno fogoso que prometía mucho más.