Capítulo XXX: Graduación y... ¿misterio?

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(P.O.V. Pamela)

Los últimos días de clase pasan de forma rápida realizando los últimos exámenes para los rezagados, y por algún acuerdo, Kyle vuele al primer lugar e Ian baja al segundo. Yo me conservé en el quinto lugar, así que solo me pidieron escribir el discurso para Kyle, pero ha sido especialmente difícil porque no acepta ninguno.

—A ver, prueba con este. —Digo entregándole la hoja con el discurso.

—Va bien, pero...

—Vamos Kyle, decídete. —Dice Ian hastiado de escuchar a Kyle —. Has dicho "pero" a los últimos cinco discursos que te ha escrito.

—Lo sé pero...

—Ya basta de "pero" ¿a qué le temes? Estarás en un escenario y la gente no te va a comer.

—Tienes razón, no temo hablar entre tanta gente, es otra cosa que no sale de mi cabeza. —Kyle cubre su rostro y yo tomo sus manos para verlo a los ojos.

—Kyle, ¿Nueva York? —Él asiente —. No te puedo decir que será fácil o que el tiempo pasara volando, eso ya es algo inevitable, pero deja de tener miedo que no estarás solo.

—Eso Pam, —me señala —eso debería estar en el discurso. —Aega señalándome.

Sonrío e Ian suspira.

—Y Pamela dice que yo soy el idiota. —Murmura Ian y yo lo golpeo en la pierna bajo la mesa —. Auch...

—Galán, ¿Será que tus abuelos están dispuestos a alquilarnos el restaurante? —Pregunta Megan llegando con nosotros.

—Sí, ¿por qué? —Responde Ian sobándose la zona golpeada.

—Porque, donde íbamos a hacer la fiesta de graduación, resulta que se dañó la plomería y está...

—De acuerdo, los llamaré. —Dice él sacando su teléfono.

—Gracias galán, has salvado mi noche esperada, te amo. —Dice Megan abrazándolo y dejando un sonoro beso en su mejilla —. No sientas celos Pam, a ti te amo más. —Comenta bromista.

—Ja ja ja. —Río sarcástica y bajo la mirada para reescribir el discurso de Kyle pero...

Nos vemos en la fiesta
bajo el árbol más especial
porque a media noche me encontraras

Atte. : T. A. S.

Busco con mi mirada por el parque algún indicio que me diga que chico me ha dejado la nota sin que yo me diera cuenta, pero es imposible, nada de lo que veo me hace pensar que está por aquí cerca.

—Pam, ¿desde cuándo coleccionas hojas? —Dice Reya llegando con bebidas para todos, y me doy cuenta que bajo la nota de Tas, hay una hoja.

—Pam, ¿desde cuándo coleccionas hojas? —Dice Reya llegando con bebidas para todos, y me doy cuenta que bajo la nota de Tas, hay una hoja

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