Capítulo final(Primera parte)

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Hola¿Que loca confusión con los capítulos anteriores,no?...Ya lo creo que si.Púes bien,les dejo una de tres partes del capitulo final,que se dividirá así,igual que el epilogo.




Miguel observaba a Luzbell,que sentado en la cama a metros de él,tarareaba suavemente una melodía mientras escribía en una hoja que le había pedido a la posadera.

Habían llegado a Urano hace unas dos horas,y luego de acomodarse en un hostal,Pilly,Hariel y Uriel se habían marchado para hacer algunas investigaciones referentes a la misión, dejándolos solos.Esto le incomodaba,lo tenia inquieto,aunque intentaba disimularlo recubriéndose bajo un aplomo inexistente.

-¿Es todo lo que vas a hacer ?-le preguntó Luzbell en un momento, sacándolo de sus meditaciones-¿Solo te quedaras ahí, mirándome el día entero?-.

Para su pesar,la pregunta vino acompañada de una mirada intensa de esos ojos celestes que por ser tan hechizantes deberían ser un sacrilegio,una tentativa para sumergirlo en la demencia, eso eran,los que conspirados con aquella boca rosada y húmeda alcanzarían su propósito sin duda, si seguía exponiéndose a ellos.Por eso no lo hizo. Se dio la vuelta fingiendo  mirar por la ventana,para evitarse la tentación de hilvanar pensamientos que ya no deberían asaltarlo...¡Por Dios!...Pero que ahí estaban, insidiosos y constantes,haciendo de una tarea tan sencilla como vigilar a un prisionero una misión titánica.

Lo escucho reír bajo,seguramente notando que la razón por la que lo esquivaba no era la de mirar el paisaje de ese frio atardecer, y se sintió molesto¿Porque tenia que ser tan débil al estar con él?¿Porque no podía arrancarlo de su...?...¿De donde?...¿De su corazón?...¿En serio?...¿Después de tantos años?...¿Después de encontrar la misma muerte en sus manos?¿En serio?....No,no era su corazón...seria su cuerpo.Si, eso era,Luzbell le encendía una tórrida pasión,nada más que eso,y eso era hasta lógico¿No era acaso el ser mas hermoso que alguna vez existiera?...Ese era el motivo,no debía haber nada mas,no podía.

Pensando en esto se volteó con renovadas fuerzas,fuerzas que en parte mermaron al notar que su antiguo amor ya no se encontraba sentado,sino acostado de lado jugando con sus dedos blancos y largos con los flecos de el edredón azul que vestía la cama.

Una vez mas sus miradas se encontraron,y Miguel se obligo a sostener la de Luzbell.Él no era un cobarde,como continuamente este lo tildaba,no se dejaría amedrentar por su apabullante belleza.

-Lamento que te moleste mi inspección,pero eres una criatura peligrosa...No pienso descuidarme contigo ni un solo momento-le respondió Miguel,a su ultima pregunta-.

-Bien,entonces acompáñame al baño,quiero refrescarme un poco-le pidió él con actitud inocente.

Pero Miguel no había nacido ayer,conocía bien sus tretas y artimañas de seducción¿No las había usado magistralmente bien para hacerlo pecar aquella vez en el Huerto?No,sabia bien en que terminarían si lo acompañaba a"refrescarse "al otro cuarto.

-Hazlo después,cuando lleguen los demás,Pilly puede acompañarte, o Uriel-le respondió, mirándolo con seriedad- Aparte,hace muchísimo frio,no deberías sentirte tan acalorado-.

Luzbell sonrió, tan insinuante y pícaro como era,y él tuvo que refrenar una sonrisa en respuesta,porque amaba esos gestos suyos,no,no los amaba,solo le atraían,solo eso.

-Soy ardiente,y tú lo sabes,no importa el ambiente en el que me halle,siempre tengo calor-le contestó.

-Si,lo se bien,como se que estos milenios saciaste ese ardor con la mitad de los seres del Universo-le respondió sin detenerse a pensar,ni notar que sus palabras sonaron a celos.

En el Principio.Where stories live. Discover now