con una tormenta dentro (de mi)

la chica de fuego

Los juegos la
destruyeron
por completo.
La revolución
le quitó a su amor
pero tiene que seguir,
ser fuerte, porque
es la voz de los
rebeldes.
En un pájaro de fuego
la convirtieron
para volar alto y
con sus alas quemar
el cielo.
Su flecha bien acertada
se clava en el corazón
del enemigo,
en el corazón de la nación.
Desde un principio todos
sabían que ella era la razón
para romper esta constitución,
porque su rebeldía
se oponía al gobierno
en el que vivía.
La convirtieron en un
espectáculo para que
las personas se olvidaran
de lo mal que la pasaban.
Por venganza ella avanza,
prometiendo ser el ave
que rebele a las masas.
La chica en llamas esta
consciente de que encendió
una chispa que si no se
apaga pronto, es posible
que termine por quemar
a todos.
Aún así, sufre porque
el chico del pan está lejos
para abrazarla y consolarla,
está a kilómetros de ella
y anhela su presencia
para que la rescate de vuelta.
No es débil, no se deja llevar
por el dolor y el amor,
tiene que luchar y mostrar
opresión.
Las rosas perfumadas
le dan miedo, su hedor
artificial le recuerda
a alguien que le quitó
a su amor verdadero,
y a su pequeña hermana
que quería con toda
su alma.
En los juegos sangrientos
hizo aliados que después
murieron; la niña del
pelo oscuro y el chico
del agua, todavía
recuerdes sus dulces y jóvenes
miradas.
Tantas muertes por vengar
y solo a una persona a quien
matar.
Amiga,
amante,
vencedora,
enemiga,
prometida,
objetivo,
vecina,
cazadora,
tributo,
aliada
y otros sinfín
de adjetivos para
tratar a comprender
a la chica en llamas,
cuyo color favorito
es el verde y canta
"El árbol del ahorcado"
con voz tenue.