El Cachorro Del Alfa

•|CAPÍTULO 2|•

CAPÍTULO 2

Elizabeth

Estaba tan concentrada en mi trabajo que no escuche cuando la puerta fue abierta, dejando paso a mi jefe, quien al darse cuenta de que no era consciente de su presencia carraspeo dándome un susto.

__Elizabeth, tu horario ya terminó, deberías estar en casa. __dice mientras que sus piernas le llevan hasta detenerse en frente de mi escritorio en donde se encontraban las hojas que contenían información completa del proyecto en el cual trabajaba.

Solté un suspiro agotador mientras bajaba el bolígrafo que anteriormente había utilizado.

__Lo siento, estaba tan concentrada en esto que volví a perder la noción del tiempo__ me di una gran palmada en la cabeza por ser tan idiota y pedí perdón una vez más.
Me despedí y cuando terminé de recoger mis papeles más importantes baje del edificio en ascensor, fui hasta el estacionamiento subterráneo y saqué mis llaves del bolso de mano que colgaba en mi hombro.

Lo único que se escuchaba en el lugar eran mis tacones quienes resonaban al caminar y unas cuantas goteras que producían un sonido escalofriante. Cuando llegué a mi auto no esperé un segundo más y me intruje en el.
Las calles estaban casi vacías por la llovizna que amenazaba en caer. Sin descuidar mi camino, prendí mi teléfono para ver exactamente que hora era.

22:35

Estaba a una cuadra de llegar a mi casa y cuando me desvíe para aparcar baje la velocidad al darme cuenta de que una silueta negra se encontraba parada en frente de mi puerta. Generalmente no suelo recibir visitas a menos de que sea algún cobrador o vendedor, no tenía amigos, tampoco pareja, no podía sentir atracción o amar a alguien más y no era porque lo deseaba, pero era casi media noche y ese hombre la verdad no me daba buenas vibras.

Suspiré abriendo la puerta de mi auto y caminando hasta mi entrada.

__Eh, disculpe... __ comencé diciéndole mientras que me acercaba un poco. Su rostro se contrajo entre la oscuridad y cuando pude fijarme bien, paralice completamente.
El aire entre mis pulmones se detuvo y sentí como mi cuerpo se tambaleó un poco.

__¿Cómo me encontraste? __ fue lo primero que mis labios pudieron pronunciar tartamudeando un poco. Retrocedí a medida que él avanzaba más y cuando mi espalda tocó el frío material del coche, supe que ya no tenía salida.

__Solo necesito hablar contigo, por favor... __ habló mientras que detenía sus pasos. Mi pecho se contrajo de dolor, él me recordaba tantas cosas que me fueron casi imposibles olvidar. De reojo vi como sus ojos destellaban un color dorado tan brillante que por un momento estuvieron por convencerme de escucharlo. Si Ian se encontraba aquí, ¿será porque David lo mandó?, tal vez sucedió algo con Aaron y necesitaban mi ayuda, aunque ¿porque habrían de hacerlo?.

__Elizabeth...

__¡No! __grité. __No des un paso más__ trate de calmar mis nervios cuando me di cuenta de que mis vecinos se asomaban a espiar desde sus ventanas, no quería armar un alboroto y que terminen llamando a la policía. Creo que Ian también noto aquello ya que retrocedió un poco para que pueda sentirme más cómoda, pero yo no lo estaba y no creo estarlo.

__David te necesita__ habló. Mis ojos comenzaron a picar un poco cuando lo mencionó.

__No lo hace. Él debe odiarme__ murmure mirándolo finalmente.

__Sabes que por más de que intente odiarte, no puede, ni podrá. Ustedes se aman.

__N-no, yo... Yo no lo amo.

__Sigue mintiéndote.

__Joder Ian__ gruñi pasando ambas manos sobre mi cabeza desesperada. __¿Que demonios quieres de mi?