Casada a la fuerza

Capítulo 15: Princesa

Entré al auto y toda mi valentía para enfrentarlo se derrumbó. Automáticamente me largué a llorar.

Una vez calmada arranqué el auto y me dirigí a la casa de Olive, ya se me ocurriría alguna excusa por la cuál no traje todo lo que me pidió.

Mi celular comenzó a sonar, como pude lo agarré y vi que era Edward.

-Hola Ed ¿qué pasa?.-

-¿Asi que eres tu la zorra que se encontró ayer con mi novio en Lori?.-

-No se de que esta hablando.-

-Sabes muy bien de lo que estoy hablando, aléjate de él, te dejaré un bolso en la puerta de tu casa, tiene lo suficiente como para que no cuentes nada.- Y cortó la llamada.

¿Me estaba sobornando?.

Yo sola me meto en tantos líos. Llamé a Olive y le avisé que volvía mas tarde.

Pasé por mi casa y efectivamente un bolso se encontraba en la entrada, rápidamente lo tomé y entré al auto, no quería cruzarme con mis padres.

Abrí el bolso, había demasiado dinero. ¿Tanto le importaba que contara algo de su prometido?, claro, olvidé que mi familia es igual, solo importa el que dirán.

Puse las llaves en el auto y cuando estaba a punto de pisar el pedal escuche el relinche de un caballo, era Princesa, la yegua que me regalaron mis padres para mi cumpleaños de tres años.

Bajé del auto y efectivamente se trataba de ella.

-Princesa... Siento haberte dejado aquí sola, cuando consiga una casa grande te traeré conmigo.- Dije acariciándola.

Me subí encima de su lomo y cabalgué un buen rato, extrañaba eso, recordé cuando era pequeña, cuando era feliz sin saberlo; cuando mi única preocupación era que mis muñecas estén bien peinadas.

Salté algunas vallas con Princesa, todavía no había perdido la habilidad. Pero a la quinta valla me caí golpeando fuertemente mi trasero contra el suelo.

-¡Hey! ¿Te encuentras bien?.- Un hombre vino corriendo hacía mi. -¿Victoria?.-

-¿Damon?.- Era el que cuidaba a los caballos y limpiaba el establo.-¿Sigues trabajando aqui?.-

*Flashback*

-Te amo.- Beso a Damon y el sonríe.

-Yo más.- Contesta. Le doy mas besos, es tan tierno cuando sonríe.

-Oye se me hace tarde, en cualquier momento llega mi profesora de piano.-

-¿No puedes atrasarlo un poco? Quiero estar más tiempo contigo.- Me toma la cara con sus manos y me besa.

-No, lo siento, nos vemos luego en el colegio.-

Entro a mi cuarto y mis padres me esperan enfadados sentados en mi cama.

-¿Que sucede aquí?.-

-¿A ti te parece Victoria? ¿Con todo lo que te hemos enseñado que nos pagues de esta manera?.- Mi madre me mira decepcionada.

-¿Qué?.-

-Como te vuelva a ver con el chico que trabaja en el establo cancelo tus tarjetas de crédito y te saco tu auto.- Mi padre se levanta de la cama sin mirarme a la cara.

-No me pueden prohibir ser feliz, yo lo amo.-

Automáticamente recibo una cachetada de mi madre.