Después de eso, lo único que recordaba era despertarme en la cama de Dereck, desnuda, con Edward a mi lado al igual que yo, desnudo.
****
Cerré el grifo y salí de la ducha.
Estaba enrollando la toalla alrededor de mi cuerpo, cuando alguien abrió la puerta del baño.
-Vict...-
Fue tal la sorpreda que no pude evitar gritar y quitar mis manos de la toalla. La levanté rápidamente.
-¡¡Ian!! ¡¿A caso no sabes tocar la puerta?!.- Se puso rojo.
-Ejem..- Carraspeó y volvió a ponerse serio.- Victoria Francis, aprenderás a hablarme con respeto o te irá muy mal.-
-No se quien mierda te crees, pero a mi nadie me amenaza.- Me agarró de la cintura y el ambiente se tornó caliente.
Fué dejando pequeños besos por todo mi cuello. Me agarró y me llevó a la cama de mi habitación, sin parar de besarme.
Sacó mi toalla y la tiró al suelo.
Agarró suavemente mis muñecas y las llevó a la cabecera de la cama, sacó su corbata y las amarró.
Saco su camisa y sus pantalones, sentí algo que jamás había sentido.
Estaba a punto de quitarse sus boxers cuando se acercó a mi oído y me susurró:
-Cuida tu hermosa boquita, o te castigaré.- Luego se alejó de mi y se puso su ropa.
Me desamarró las muñecas.Estaba realmente confundida.
-¿Q..qué?.-
-¿Qué pasa futura esposa mía?.-
-No, nada...¿tienes cigarrillos?.-
-No fumo.- Respondió bastante serio.
-Pues yo si.. necesito como diez en este monento.-
-Te hará mal.-
-Me importa un bledo!, necesito fumar.-Agarré una bata, me la puse sin ropa interior abajo y me puse unas pantuflas.
Bajé hasta la cochera, me subí al auto de Ian y me fuí al kiosco mas cercano.
Compré dos cajas de cigarrillos de primera marca y volví a la mansión.
-¡¿Dónde cojones estabas?!.-
-Salí a tomar aire.- Mentí.
-¡¿Con mi auto?!.-
-¡Deja de gritarme!.-
-Te vas sin mi permiso! ¡¿Mira si te pierdes?!.-
-¡No soy tan idiota Van Allen! ¡Tengo casi dieciocho!.-.
-No quiero pelear a esta hora...-
-La cena esta servida.- Dijo una mujer de unos cuarenta y tantos años.
-¿No era que no contratabas sirvientas, empleadas, mayordomos etc?.- Le susurré
-Es mi madre.- Dijo de la misma forma que yo.
-¿Esa señora tan amable es madre de este maleducado?, perdon, MALAPRENDIDO, de seguro esa señora te educó bien.-
-¿No te callas nunca, verdad?.-
-Idiota.-
-Mimada.-
Derechos reservados de autor SweetLady_123
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Casada a la fuerza
RomanceEsta novela trata de Victoria, hija de un importante dueño de una cadena de hoteles, la típica rica consentida por su padre; que se ve forzada a casarse con un hombre al que no conoce y todo por haber desobedecido a sus padres, ir a una fiesta, embo...