-Victoria! actúa como si me amaras, solo enfrente de mi madre, mi padre y algunos amigos.-
-¿Tan necesitado estás?.-
-No me hagas enojar, recuerda que te advertí que te castigaría.-
-Ok ok, me porto bien..- Parecía una niña pequeña a la cual estaban regañando.
-Se llama Alice.- Dijo antes de tomar mi mano y caminar hacia la cocina.
-¿Cómo andan los enamorados?.- Preguntó Alice con una enorme sonrisa en su arrugada cara.
-Muy bien, cada vez más enamorados.- Dijo Ian mirándome falsamente enternecido.
-Ian, no me siento bien, iré a dormir un rato.- Ian me miró un tanto enojado- Mi amor.- Le rogué.
-Primero vamos a desayunar.-
-Bueno mi cielo.- Le tiré un beso en el aire.
-Preparé hotcakes con frutillas arándanos y miel.- Dijo la madre de Ian con dos platos de hotcakes en sus manos.
-Gracias Alice.- Le agradecí con una falsa sonrisa.
-Oh, dime mamá.-
-Bueno, mamá.- Y solté una traviesa y tierna risita.
-Ian, ¡tu prometida es un encanto!.-
-Pienso lo mismo mamá, Victoria es hermosa y encantadora.-
-No mas que tú, amor mío.- Le dije a Ian.
-Bueno, los tengo que dejar, iré a casa, tengo muchas cosas que hacer.-
-Adiós mamá.- La despedí sonriéndole.
-Adios querida.. adiós hijo.-
-Adiós mamá.-
Apenas escuchamos la puerta de la mansión cerrarse, dejamos de actuar.
-Ahora que mi madre se fué, necesito que sigas mis reglas.-
-¿Reglas?.- Tosí el hotcake.
-Si, regla número uno: no comas con la boca abierta. Regla numero dos: cuando llegues al altar no dudes en decir acepto. Regla número tres: No puedes engañarme con nadie. Con el paso del tiempo tal vez añada más reglas..- Me miró detenidamente y continuó. -..unas cuantas.-
-Ay por favor! ¡¿Tendré que vivir encadenada a un hombre que ni siquiera lo considero algo cercano?!.-
-Victoria, debes tratarme con respeto y actuar con clase.-
Me levanté de la mesa y me fui a mi habitación, ¡como lo odiaba! era insoportable.
Mi celular sonó a penas me acosté en mi cama, era Olive.
-Qué.- Atendí
-Hola, muy bien ¿y tu?.-
-No empieces, ¿para que me llamaste? no estoy de humor.-
-Para saber como estabas... me contaron que..-
-Si, ni lo digas..- Me puse a llorar.- No quiero estar con este hombre.. siento que mis padres no me quieren; lo más normal hubiese sido que me sacaran mi auto y mi tarjeta de crédito... no esto. Prácticamente me regalaron.- Hablaba con la voz quebrada y angustiada.
-Oh Vicky.. cuanto lo siento. ¿Quieres salir hoy y despejarte?.-
-Si.. gracias amiga, después te llamo.-
-Ok adiós.-
Tocaron la puerta de mi habitación y cuando abrí una señora estaba allí parada.
-¿Si?.- Pregunté limpiando mis lágrimas.
-El señor Van allen me pidió que le trajera esto.- Me entregó un vestido muy elegante acompañado por unos tacones y cerró la puerta.
Miré bien el conjunto, era bastante arreglado; un vestido celeste brilloso y unos tacones plateados muy finos.
-Estúpido Ian.- No quería usar la ropa que él me daba, quería usar MI ropa.
Busqué en mi valija algun vestido elegante y unos tacones. Me vestí y escuché a Ian llamándome desde el living.
Abrí la puerta y bajé las escaleras, primero me miró de pies a cabezas sonriendo y luego se dió cuenta que no llevaba puesto su conjunto y se enojó.
-Victoria! ¡ese no es el vestido y zapatos que te di!.-
-Ah si? no me había dado cuenta.- Dije sarcástica.
-Te castigaré si te sigues portando así.-
-Voy a ir así, te guste o no.-
-Ese vestido es muy corto y se supone que eres MI prometida, no tengo porqué mostrarles a los demás a mi prometida semidesnuda.-
-Parece que no fueras de esta época.-
-¿Cómo tengo que hacer para que me respetes?.-
-Dejándome libre..-
-No hables como si estubieras prisionera.-
-Es casi lo mismo.- Ian se acercó muy enojado a mi. Yo fui retrocediendo y el avanzando, hasta que choqué mi espalda contra la pared. Quise safarme de él pero tomó fuertemente mi brazo y me giró, tomó mi cintura e hizo un movimiento pélvico; rozando mi trasero. Lo cual me molestó mucho, pero no hice nada para evitar que me siguiera tocando.
Subió sus manos suavemente hasta mis senos y los masajeó, luego retiró sus manos y corrió mi pelo a un costado; rozó mi espalda con la yema de sus dedos y bajó el cierre del vestido, ocasionando que este se deslizara lentamente hasta llegar a mis pies.
Rozó devuelta su miembro en mi trasero. Un gemido se escapó de mis labios. Diablos.
-¿Te gusta?.- Susurró sensualmente en mi oído y bruscamente me volvió a girar, esta vez quedando frente a frente.
-No..- Solté en un susurro cuando acercó sus manos al ganchito de mi sostén. -Mmm.- Ian toco mi espalda y sus manos estaban frías provocando que se me escapara eso.
Estaba a punto de desabrochar el sostén cuando me soltó y se fue, dejándome en ropa interior y tacones. Y lo peor, es que alguien abrió la puerta y yo estaba en frente de ella.
Derechos reservados de autor SweetLady_123
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Casada a la fuerza
RomanceEsta novela trata de Victoria, hija de un importante dueño de una cadena de hoteles, la típica rica consentida por su padre; que se ve forzada a casarse con un hombre al que no conoce y todo por haber desobedecido a sus padres, ir a una fiesta, embo...