Nightmare

Osadía

Al día siguiente 10:00 AM

Rusia, Moscú Club Vangloria-Despacho del Jefe-

Pero qué mierda estás diciendo!? Cómo que Nikiforov está desaparecido!? -exclamó Yakov realmente enfurecido-

-Lo sentimos Jefe!!!. -respondieron dos hombres de traje haciendo reverencia desde la puerta de la habitación-

-Ja!? Tienen algo más que decir antes de ser despedidos!? -dijo conteniéndo su ira-

-Jefe!!!??? -gritaron alarmados-

Y entonces uno de los hombres se acercó con un maletín en mano hasta donde se encontraba Yakov.

-Jefe -dijo abriéndo el maletín y colocandolo sobre el escritorio- Estos documentos son la única evidencia que logramos encontrar en el último lugar donde estuvo el sucesor Nikiforov -agregó revelando el material-

Y en un arranque de coraje, Yakov hizo a un lado su escritorio lanzandolo a uno de los extremos de las paredes y tomó al hombre que tenía al frente por el cuello.

-Jefe qué está haciendo!!!??? -gritó desesperado el otro hombre al solo poder observar y no hacer nada-

Pero las manos de Yakov eran oídos sordos a los llantos y gritos que pudiera escucharse dentro de esa habitación, sus dientes resonaban crujientes al chocar entre sí mientras que sus dedos se hundían cada vez alrededor del cuello de su empleado.

-Je-Jefe... Gh... Po-Por favor... Ghhh... -gemía agonizante-

-Jefe detengáse!!! -exclamó nuevamente el otro hombre con la esperanza de ser escuchado-

-Tsk... Un Pedazo de mierda tenías que ser!!! -gritó Yakov liberando al pobre hombre-

El otro guardia se apresuró a socorrer a su compañero quien había caído de rodillas contra el piso y pidiéndo disculpas por su negligencia, ambos se retiraron del despacho haciendo una última reverencia.

-Arghh! -refutó el viejo hombre pateando cualquier cosa que se encontrara en su camino-

Si no pueden hacer bien su trabajo, no deberían siquiera mostrar la cara!. Es por culpa de estos imbéciles que no puedo confiar en nadie más...

Tch... Y ahora qué es lo que vinieron a mostrarme? -dijo pisando los papeles que estaban esparcidos por el piso-

Yakov se inclinó y los recogió, los limpió un poco con sus manos y luego se acercó hasta su escritorio. Posicionando el mueble a donde pertenecía, se sentó frente a éste y por consiguiente echó una mirada a la evidencia.

-Hmm??? Quiénes son estás personas? -dijo curioso al darse cuenta que eran fotografías-

Entonces comenzó a revisar los demás, uno tras otro armaban una secuencia de actos y cuando Yakov por fin entendió el orden de estos, tenía al descubierto el rostro de los posibles secuestradores de su futuro sucesor.

Su rostro comenzó a sentir el calor de la rabia que estaba naciendo en su sangre, y para evitar explotar, él prefirió desahogarse como siempre lo hacía. No había preocupación que un buen trago de vodka no aliviase.

Al cabo de unos quince minutos, ya estaba más tranquilo y entonces mandó a llamar a los hombres que hace poco había despedido.

-CLACK- sonó la puerta abrirse-

-Je-Jefe...? -dijo uno de los hombres reflejando terror en su voz-

-Apresurénse y entren. -respondió mezquinamente desde su escritorio-

Los hombres ingresaron al despacho algo retraídos y asustados, pero al ver la faz serena del jefe concluyeron de que ya había tomado su medicina.